SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.– El “Bronx” está de regreso en la Cámara de Diputados. Lo ha habido del PRI, del PAN, del PRD. Se trata de esa catadura de legisladores con alma bronca, especialistas en llevar la tensión al límite, aquellos en que late un espíritu de porra futbolera, los picadores o puyadores, los que desbordan…
Fue del “Bronx” Humberto Roque Villanueva, el mismísimo líder de la bancada priísta en tiempos del presidente Ernesto Zedillo, cuya expresión adelantando el pecho y deslizando los puños hacia atrás para celebrar una votación polémica, integró al diccionario político vernáculo la voz “Roqueseñal”.
Fue del Bronx el diputado Vicente Fox, quien usó una boletas electorales como orejas para aludir al entonces presidente Carlos Salinas; lo fue el diputado Marco Rascón, que usó una máscara de cerdo en un Informe presidencial de Zedillo para aludir a las “marranadas” del gobierno en turno; fue también del Bronx la mismísima secretaria general de Morena, Citlalli Hernández: recargó su humanidad para sacar de tribuna a un legislador panista…
ARGUMENTOS ¿PARA QUÉ?
Pero casi siempre los “Bronx” oficialistas suelen ser más vistosos.
Atados a los caprichos del mandón en turno, los legisladores oficialistas suelen quedar ayunos de argumentos. Unas veces se ven impedidos a brillar en las lides parlamentarias, pues deben lealtad al que les ha dado sus cargos, (tanto ahora como antes de la reelección legislativa). Otras, lo están por las propias condiciones de su naturaleza. Las más por la elección de una vida libre de estrecheces.
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Pero antes que el decoro del silencio –ante la imposibilidad de dar justificación y sentido de coherencia a las políticas del mandamás– eligen con frecuencia la manifestación de su filia, ya en el estilo de una porra futbolera, ya en despliegues histriónicos de carnaval.
¿Quiénes son las nuevas estrellas del “Bronx” en el firmamento morenista? Ya despuntan algunas figuras: Cantón, Gasé, Luévano…
DEL CABARET A LA CURUL
Al parecer la actriz Jesusa Rodríguez “forjó escuela” en la cantera parlamentaria obradorista. Este personaje –que llegó al senado como suplente en funciones y salió del mismo tras la reincorporación del titular, el “siervo mayor”, Gabriel García Hernández– parecía entender el proceso legislativo como un performance, e interpretó diversos personajes y efectuó distintos montajes escénicos como parte de su trabajo “parlamentario”.
En la nueva generación hay especímenes de su estatura política. El de Marisol García Segura, (a) “Marisol Gasé”, parece un caso de fusión con sus personajes. En 2003, a sus no muy tiernos 31 años, la hoy diputada García vivía de una beca del Fondo para Cultura y las Artes (Fonca). También obtuvo becas del Centro Nacional de las Artes, que exprimió hasta 2006.
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El Fonca le daba su dinerito para “crear personajes de cabaret, concentrándolos en un montaje de improvisación”, según el archivo respectivo.
Formada en los tablados, García Segura fue reclutada por la gestión obradorista para ser locutora de La hora nacional, el noticiario dominical de la Secretaría de Gobernación.
Ese fue su boleto a la Cámara de Diputados, a donde llegó desde la comodidad de sus sillón y sin necesidad de asolearse, pues desde la madriguera de Bucareli le garantizaron un sitio en el Congreso a través de las listas plurinominales.
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Su aportación a los anales de la historia parlamentaria nacional parecía nula, nimia en el mejor de los casos, y su presencia no convocaba hasta hace poco la atención de analistas especializados en el desarrollo del debate legislativo.
Pero llegó la discusión del presupuesto 2022, y con ésta, la oportunidad de la diputada García Segura para salir del anonimato. Disertaba en tribuna la diputada perredista Olga Luz Espinosa sobre la controvertida propuesta económica de AMLO, cuando surgió en la diputada “Gasé” la idea de contraargumento.
De pronto, toda la experiencia académica, política, actoral y creativa de Marisol García se manifestó en un sólo acto de inspiración, alzó los brazos con una cartulina para interpelar a la oradora, en la que podía leerse: “Culera”
No hay lugar en el diccionario para la expresión de la diputada morenista, pero la voz “culero” puede entender en las selectas escuelas de cuadros en boga, como: feo, trágico, lesivo, desleal, falso, o miserable.
Marisol Gasé, actriz y diputada. Foto: Facebook.
No es tanta la distancia de “Gasé” con su compañera de curul y correligionaria, Salma Luévano, que llegó a la legislatura como representante de los grupos que reivindican el respeto a los derechos de la diversidad sexual, pero que ha alcanzado notoriedad no por sus gestiones parlamentarias, sino por su despliegue escénico.
Al inicio de la legislatura apreció como “ángel transexual”, en leotardo y con las alas del arcoiris. Y después, como una chamana de las fuerzas oscuras.
Ocurrió que, estando en tribuna la diputada panista Teresa Castell desmenuzando los despropósitos del paquete económico, se instaló Salma Luévano frente a la tribuna y, en un inopinada escena, alzó en brazos la marioneta de una calavera encapuchada, ésta con su túnica negra y expresión de encono, que se conoce como Santa Muerte en ciertos sectores que la ven como deidad.
Se dijo que Salma practicaba brujería contra la oposición. Sería chascarrillo, pero de momento fue efectiva, pues quitó la atención a la oradora.
Luévano distrajo con su imagen de la Santa Muerte. Foto: @Oti_CarvajalG.
FALLIDO DIRECTOR DE PEMEX
Pero quizá el espécimen más representativo de la cuadrilla es Óscar Cantón Zetina, el que pretendió desplegar un desplante de poder ante el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, en la emboscada preparada por Morena.
El día en que compareció Córdova Vianello en San Lázaro, el funcionario electoral tendió la mano a Cantón, que no la estrechó. Ante la descortesía, Córdova dio una palmada a Cantón, quien giró para separarse y dijo. “¡No me toques! ¡No somos iguales!”.
Cantón proviene de una cuestionada familia político-periodística de Tabasco. Según el periodista Carlos Ferreyra, fue fundada por Luis Cantón Márquez, conocido como “el Chino Márquez”, quien después fundó un tabloide en la capital del país (Rotativo), que les permitió estar cerca del gobierno lopezportillista.
“La fabulosa fortuna que hoy disfruta la banda ―cuenta Carlos Ferreyra― dio comienzo con la caída de Excélsior y el retiro de su columnista estrella, Ángel Trinidad Ferreira. Regino Díaz Redondo, el golpista, por conducto de Guillermo Cantón Zetina, me ofreció la titularidad de Frentes Políticos. No quería la finura literaria de mis letras, ni la sabiduría de quien cubría la fuente de las Cámaras. En principio los zapatos de Ángel me quedaban más que grandes, enormes; y evidente, sólo buscaban el uso del apellido que podría confundir a los lectores. Salí corriendo a buscar empleo”.
La columna quedó en manos de Guillermo, relata Carlos Ferreyra, y dice que ya en tiempos de Miguel de la Madrid, Miguel López Azuara, a cargo de Notimex, criticaba la desfachatez de Guillermo, “enviado permanente que presumía a sus colegas las millonarias cifras que le aportaban ediles, legisladores, gobernadores y organismos descentralizados”.
A partir de la columna, la familia prosperó. Fundaron numerosas revistas y el diario Tabasco Hoy, a cargo de Miguel Cantón. Intentaron más tarde con un diario en la capital del país, México Hoy, que fracasó. Vendieron instalaciones y el resto de la infraestructura a otro empresario obradorista de entonces, Carlos Ahumada Kurtz, que fundó allí El Independiente. Ahumada era el empresario argentino que repartía billetes a los obradoristas de entonces, comenzando por René Bejarano.
Entraron después Óscar Cantón y su familia en negocios inmobiliarios, radiofónicos, de telecable, hoteleros, de aerotransporte, restauranteros, deportivos.
Vinculado el grupo con los gobiernos priístas tabasqueños, Óscar Cantón llegó a la senaduría en 2003 por el PRI, tras gestión de su hermano Miguel con Roberto Madrazo, según voces de experimentados parlamentarios. Viendo la popularidad de AMLO, Óscar Cantón saltó al PRD y en 2006 contaba al mundo entero que sería director de Petróleos Mexicanos (Pemex). Pero ganó Felipe Calderón.
Óscar Cantón se divorció por entonces, y según personas de su staff, despojó de un rancho platanero a su exesposa, “con ayuda del gobernador Manuel Andrade”. Ahora los hermanos están separados por cuestiones de herencia.
Cantón, Gasé, Luévano… Son las nuevas estrellas del “Bronx morenista” y de la constelación entera de la 4T.
@emeequis
