SOBRE EL AUTOR
La hermana de Alondra cuenta que Rodrigo tenía actitudes extrañas. Foto: Especial.
EMEEQUIS.– Comenzaron su noviazgo enviándose pequeñas cartas entre clases. Platicaban a diario por redes sociales. Su relación surgió entre la convivencia cotidiana de la escuela, donde ambos compartían amistades.
Para la familia de Alondra, de 13 años, el acercamiento fue normal. Ella le comentó a su hermana mayor, Alisson, que comenzaba a gustarle un niño del salón y a las pocas semanas comenzaron su noviazgo.
“Nada raro hasta que mi hermana por diciembre me comienza a comentar que él tiene actitudes extrañas, que se enojaba y no sabía controlar esas emociones de enojo. Es ahí cuando yo le digo que están muy chiquitos para tener una relación tóxica”, cuenta Alisson Escalona, en entrevista con EMEEQUIS.
La primera señal de alerta fue identificada por Alondra, cada vez que Rodrigo, su novio de 14 años, no podía contener sus emociones y eso los llevaba a tener peleas. Fue a principios de abril cuando ella decidió terminar la relación.
“Cuando rompen él empieza a amenazar, que si rompían se va a quitar la vida y por eso ella decide terminar la relación y no volver”, explica Alisson, quien era cercana a la relación hasta el día en que su hermana casi fue asesinada por el menor de edad.
El pasado 17 de abril, Alondra sufrió un intento de feminicidio a las afueras de la secundaria, “Liceo Emperadores Aztecas” en la alcaldía Iztapalapa. Rodrigo la apuñaló con un arma punzocortante en la cabeza, cuello y extremidades hasta que el arma se rompió y ella quedó inconsciente.
La agresión es investigada por tentativa de feminicidio por que el jóven de 14 años no desistió de la agresión que tuvo por objeto quitarle la vida a Alondra, quien está siendo atendida por personal médico en un hospital al sur de la Ciudad de México.
Especialistas consultados por EMEEQUIS afirman que, pese a que el marco normativo para menores en problema con la ley es amplio y apegado a estándares internacionales, el problema es que no se cumple; además de que no existen programas de prevención a la violencia de género enfocados en hombres jóvenes: niños y adolescentes.
INCREMENTAN AGRESIONES FEMINICIDAS COMETIDAS POR MENORES
Esta no es la única agresión de intentos de feminicidio o lesiones que ponen en riesgo la vida de una mujer que han sido cometidos por menores de edad en México.
Incluso se registra un aumento de estas agresiones feminicidas cometidas por hombres cada vez más jóvenes.
Del año 2013 a 2023, en el país se han registrado 318 investigaciones contra menores de edad por agresiones feminicidas (feminicidios, tentativas de feminicidio y homicidios dolosos contra mujeres); de acuerdo con solicitudes de acceso a la información realizadas por EMEEQUIS.
El año pasado se registró una incidencia de 40 casos a nivel nacional, la tendencia más alta de los últimos 10 años de acuerdo con reportes de las fiscalías de justicia en todo el país.
Al realizar un análisis sobre las carpetas de investigación se detectaron casos de hombres menores de edad que asesinaron a miembros femeninos de su familia, como sus madres, tías y abuelas.
De igual forma, casos en los que existe una relación de noviazgo con las víctimas que también son menores de edad, o de edades más pequeñas que las de los agresores. Incluso se reporta un caso de una bebé con meses de nacimiento que fue asesinada por un niño.
En tanto, de 2017 a 2022, aumentó el porcentaje de adolescentes que fueron juzgados por cometer violencia sexual, homicidio o lesiones, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adolescentes en de Justicia Penal (ENASJUP) 2022.
Esta medición del INEGI, publicada en marzo de 2023, apunta que en comparación con el estudio anterior, la violencia sexual pasó del 7.8% al 15.4%, según la primera conducta delictiva cometida por los adolescentes en procesos; mientras que el homicidio incrementó del 7.9% al 9.5% y las lesiones del 3.8% al al 4.4%.
ESTADO OLVIDÓ A LOS JÓVENES: SIN PREVENCIÓN A LA VIOLENCIA
Los niños y adolescentes han sido olvidados en las políticas públicas para alejarlos de la violencia machista y feminicida, señalan especialistas consultados por EMEEQUIS.
“No existe en México ninguna política pública de prevención del delito”, afirma Juan Martín Pérez García, Coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.
Refiere que a diferencia de las mujeres jóvenes, donde ha habido mayor capacitación para entender las dinámicas de violencia de género y poder salir de espacios violentos, no así para los varones en el reconocimiento de su masculinidad sin violencia, pese a que están inmersos en un contexto de violencia machista y de la delincuencia organizada.
“Jóvenes Construyendo el Futuro” es un programa de transferencia, de carácter electoral, no tiene ningún sustento en lo absoluto sobre la prevención. La evidencia es que seguimos teniendo todos los crímenes a la alza donde la participación de adolescentes y personas jóvenes está cada vez más presente”, afirma el experto en infancias.
A diferencia del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde se afirma que este programa será la respuesta para alejar a los jóvenes de la violencia y de incursionar a actividades delictivas, la realidad es que resulta escaso en cobertura, fondos y no ha logrado inhibir a la juventud del crímen organizado; así lo revela el informe El Desarrollo Social y la Política Pública en México, realizado por investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el estudio se afirma que el programa de becas sólo alcanza a cubrir al 12.6% de la población jóven en México, además de que se ha demostrado que 2007 a 2021, se triplicaron los homicidios contra jóvenes de 13 a 18 años que fueron perpetrados por el crímen organizado.
Por su parte, el especialista Juan Martín Pérez refiere que existe un alto riesgo de que los hombres adolescentes puedan inmiscuirse en delitos de alto impacto y de violencia de género, ya que se encuentran en una edad formativa de la identidad a través de la socialización, pertenencia afectiva y validación de conductas que se mantienen desde una mirada machista y patriarcal.
Sugiere que tomar en cuanta programas impulsados en otros países para encontrar validación desde otras ramas como la cultura, música o el arte; así como impulsar procesos de prevención desde el entorno y la comunidad.
“No estamos trabajando con los hombres, niños y adolescentes, jóvenes. Hay un fuerte trabajo y focalización de acciones para proteger los derechos de las mujeres, pero los niños y hombres se están quedando sin ningún proceso de comprensión sobre lo que está sucediendo para hacer un tránsito hacia otras formas de relación no machista, ni basadas en violencia”, explica.
“LA CÁRCEL NO ES LA SOLUCIÓN”
Para los menores de edad que cometen un feminicidio o delitos relacionados a la violencia de género, las sanciones no son iguales que los procedimientos de las personas adultas.
Los casos están regidos por la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, lo que disminuye los grados de medidas sancionatorias o impone otras alternativas con el objetivo de rectificar la conducta de los menores.
“A los menores de edad no se les considera que tengan el elemento de culpabilidad por su edad. Muchas personas podrían decir que nos falta legislar, pero realmente esta Ley es relativamente nueva, tiene reformas del 2022 y se reformó a partir de tratados internacionales apenas en el 2016”, explica la abogada especializada en litigio familiar y penal, Marcela Torres.
Los casos de jóvenes menores de 18 años se apegan a un procedimiento penal bajo al sistema de justicia para adolescentes, que aplica de los 12 a 18 años de edad, donde se establecen tres niveles por grupos etarios con diferentes medidas de sanción, más no penas o sentencias.
En el primer grupo etario, de los 12 a 14 años no se contempla emitir medidas de sanción privativas de la libertad, independientemente de la conducta criminal que haya realizado.
Mientras que en el segundo grupo etario, los 14 a los 16 años y en el tercero de los 16 a los 18 años; son los únicos que acorde a un catálogo especializado, medidas de sanción privativas de la libertad; al igual que otras como supervisión familiar para identificar qué problemas de violencia están ocurriendo al interior de la familia.
El segundo grupo puede tener medidas de probación de la libertad hasta de tres años mientras que el tercero tiene como máximo una medida de sanción de 5 años.
Los delitos que aplican para medidas privativas de libertad entre menores de edad son: secuestro, trata de personas, terrorismo, extorsión agravada, delitos contra la salud, delitos en materia de armas de fuego y explosivos, homicidio doloso, feminicidio, violación, lesiones dolosas que pongan en peligro la vida y robo calificado; sin embargo, ninguna de estas medidas aplica para casos de tentativa de cualquier delito.
“Las tentativas (en menores de edad) no son sancionadas con medidas de privación de la libertad. Mi sugerencia en estos casos, es que a él se le fije una libertad asistida, que alguien se haga responsable del adolescente agresor y esté al pendiente de él. Además de que a las víctimas se le asignen todas las medidas de protección posibles”, explica la abogada feminista Marcela Torres, quien también destina su tiempo en dar asesorías gratuitas en redes sociales por casos de violencia de género.
Adicional a la medida de sanción aplicada, los menores responsables de una agresión de violencia deberán hacerse responsables del pago de una reparación integral del daño para las víctimas, que no sólo contempla la atención médica necesaria para la recuperación física, también de secuelas emocionales con terapia psicológica.
“Sé que en la sociedad se escucha muy injusto y yo escucho a la gente decir, ¿Cuándo van a reformar o qué es lo que se necesita hacer? Lo que se necesitan son programas para que el sistema no les esté fallando a estos adolescentes. ¿Qué violencia habrán vivido para estar actuando de esta manera?”, refiere la abogada que refiere que los niños y adolescentes están en un abandono institucional de políticas de prevención a la violencia y a cometer delitos de violencia.
En tiempos electorales, la especialista refiere que no se han impulsado por parte de los candidatos a la presidencia, medidas alternativas ni programas enfocados en jóvenes para atender a los adolescentes que han ejercido violencia. “Tenemos que dejar de pensar que la respuesta a todo es cárcel. Realmente a los adolescentes el sistema les falló”, dice.
La abogada Marcela Torres, pone de ejemplo procedimientos contra adolescentes iniciados en Estados Unidos donde se sujetó al procedimiento penal a los padres del menor agresor, haciéndolos responsables de las conductas de sus hijos e incluso, a los centros educativos donde se cometió el ilícito.
“Aquí en México se les puede sujetar a los padres a un procedimiento pero de responsabilidad civil y no penal; no sólo a los padres sino también a las escuelas”, sobre imponer la responsabilidad civil a quien tenía en el momento del ilícito, la custodia del menor. “¿Qué pasó en su casa, qué pasó en la escuela, por qué no hubo un programa para que se le atendiera psicológicamente o se previniera todo esto?”, señala.
@GloriaPE_
