Estados Unidos continúa con sus esfuerzos para frenar el ingreso de fentanilo a su país a pesar de las resistencias del gobierno mexicano. En la imagen, decomiso de un millón 210 mil pastillas de fentanilo, en Culiacán, Sinaloa, en febrero pasado. Foto: FGR / Cuartoscuro.
EMEEQUIS.– El Congreso de Estados Unidos ve en la corrupción y falta de personal capacitado en instituciones aduaneras y de la procuración de justicia en México obstáculos en el combate al fentanilo, además de ratificar que tras la contingencia sanitaria por el Covid-19 la nación gobernada por Andrés Manuel López Obrador superó a China como la principal productora de esta droga, con dos organizaciones criminales que lideran el trasiego: el Cártel de Sinaloa, con especial énfasis células de Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Entre las barreras persistentes a la cooperación (entre ambos países) se incluyen corrupción, falta de recursos y personal capacitado en instituciones aduaneras y de justicia mexicanas, así como limitada voluntad política en México para abordar un tema que se considera principalmente un problema de Estados Unidos”, dice el informe “Illicit Fentanyl and Mexico’s Role”, El papel de México en el fentanilo ilícito, elaborado por Clare Ribando Seelke y Liana W. Rosen, especialistas en asuntos de América Latina, y en narcóticos y crimen internacional, respectivamente.
El informe refiere que, a pesar de las resistencias del gobierno mexicano, como la negación de López Obrador a considerar a México como país productor de fentanilo (sólo recientemente lo admitió en una entrevista con CBS), Estados Unidos ha provisto ayuda para el desmantelamiento de laboratorios clandestinos, como la donación de 500 perros entrenados que han contribuido al aseguramiento de más de 50 cargamentos de dicha droga.
El análisis sobre esta droga y el rol que el país juega en él fue requerido a través del Congressional Research Service –órgano de investigación del Congreso estadounidense–.
Los autores refieren que, como fuente principal y país de tránsito de drogas ilícitas con destino a Estados Unidos, México es un factor clave en su política de control de drogas.
“Históricamente, reducir la oferta de heroína y metanfetamina producidas en México, al igual que el flujo de cocaína sudamericana hacia el norte había sido el objetivo principal de la política antinarcóticos de Estados Unidos”, con respecto a los gobiernos mexicanos. No obstante, en los últimos cinco años, el enfoque que tienen sobre México ha cambiado hacia abordar la producción y el tráfico de opioides sintéticos, el desvío de precursores químicos y la salud pública, porque se convirtió en el principal exportador.
“La política antinarcóticos de Estados Unidos también continúa su énfasis en la cooperación” en cuanto a “figuras del crimen organizado en México involucradas en drogas ilícitas, tráfico de armas de fuego y lavado de dinero”, añade el informe, que incluye que en abril de 2023 el Departamento de Justicia acusó a cuatro de los “Chapitos”, hijos del exlíder encarcelado del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, incluido Ovidio Guzmán, por facilitar la “operación de tráfico de fentanilo más prolífica del mundo”.
Los especialistas citan que, con base en información obtenida por su gobierno, alrededor de 2019, México reemplazó a la República de China como principal fuente de fentanilo y análogos de fentanilo ilícitos con destino a Estados Unidos.
“La administración de (Joe) Biden ha tratado de abordar el fentanilo y flujos financieros relacionados con éste con acciones unilaterales, a través de esfuerzos bilaterales en el marco del Bicentenario para la cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, y en acuerdos trilaterales. (con Canadá) y foros multilaterales”, plantea el órgano de investigación, que también acota que “el Congreso (de EU) puede continuar estos esfuerzos y contribuir a su implementación y supervisión, incluso a través de medidas legislativas”.
En la actualidad –remarca– la mayor parte del fentanilo ilícito destinado a Estados Unidos parece ser producido clandestinamente en México, utilizando productos químicos precursores de China. Aunque algunos precursores del fentanilo están sujetos a controles internacionales, otros pueden ser producidos y exportados legalmente de ciertos países, incluida China.
“Según se informa, los funcionarios han tenido dificultades para detectar el desvío de estas sustancias químicas. Organizaciones criminales transnacionales (TCO) mexicanas —en particular el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)— parecen ser en gran medida responsables de la adquisición de precursores. TCO fabrican grandes volúmenes de fentanilo ilícito de baja pureza en México y utilizan prensas para pastillas, a menudo importadas de China, para medicamentos falsificados y drogas como la cocaína con fentanilo”.
Estas organizaciones también controlan el tráfico transfronterizo de fentanilo a los Estados Unidos, sostienen los especialistas, que han detectado que en la nación gobernada por Biden Jalisco Nueva Generación y Sinaloa se han afiliado con grupos que se dedican al comercio minorista.
“Los proveedores mexicanos de TCO mueven ilegalmente fentanilo en los Estados Unidos, principalmente a través de la frontera suroeste, a menudo en vehículos de pasajeros. El Departamento de Seguridad Nacional afirma que el 90% del fentanilo es introducido en los puertos de entrada, a menudo en vehículos conducidos por ciudadanos estadounidenses. Un desafío principal para ambos gobiernos mexicano y estadounidense es que los TCO pueden satisfacer la demanda estadounidense con una cantidad relativamente pequeña (medida en términos de peso)”, advierte.
“Los traficantes parecen comercializar un número cada vez mayor de análogos del fentanilo para uso no médico, a menudo no regulado. En mayo de 2023, más de 30 sustancias relacionadas con el fentanilo, incluidos los precursores, estaban sujetos a fiscalización internacional”, expone el informe, fechado el 22 de marzo.
También cita que, con base en el Informe sobre la estrategia internacional de control de estupefacientes, del Departamento de Estado de EU, México supuestamente controla seis precursores del fentanilo: 4-anilinopiperidina (4-AP), diclorhidrato de 4-AP, propiónico anhídrido, cloruro de propionilo, N-fenetil-4-piperidona (NPP) y 4-anilino-N-fenetil-4-piperidina (ANPP); además, mantiene un control interno de sustancias químicas.
Los investigadores igualmente aluden a las tensiones entre ambos países, entre ésta, por críticas del gobierno lopezobradorista sobre las actividades de la DEA, lo cual, afirman, se vio reflejado en una menor cooperación en materia de seguridad, excepto para la aplicación de medidas migratorias.
“Estados Unidos participó en más de 50 importantes incautaciones de fentanilo”, sostiene, además de mencionar que el Departamento de Estado ha donado cromatografía de gases y equipo especializado a la Fiscalía General de la República para un análisis mejorado de la composición de las drogas incautadas y ha proporcionado capacitación estadounidense al personal forense mexicano para detectar sobredosis de fentanilo. No obstante, nuevamente alude a las barreras que imponen la corrupción y la “limitada voluntad política de México” para atender un problema que para Estados Unidos es considerado prioritario.
@axelchl