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La madre de Camila asegura que no era la primera vez que su hija acudía a jugar al domicilio donde fue asesinada. Foto: Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– Margarita Ortega, madre de la niña Camila, asesinada el miércoles en Taxco, Guerrero, negó tener culpa alguna en los hechos, simplemente reconoció que confió en las personas equivocadas, porque no era la primera vez que su hija acudía a jugar a la casa de su amigo o viceversa.
“No es mi culpa, yo siempre he cuidado a mi hija. No sólo tengo una, tengo tres. No es mi culpa. Yo siempre estuve al pendiente de ella y la gente que me conoce lo sabe. Yo simplemente confié en su amiga, no es la primera vez que va a jugar con ella. No es la primera vez. Incluso la niña también iba a mi casa muchas veces, mi niña la quería”, dijo ante medios de comunicación.
Además pidió a las autoridades que le ayuden a hacer justicia, pues detrás de Ana Rosa N, quien murió tras ser linchada el jueves, hay más gente. “Ana no pudo haberlo hecho sola”. Sus dos hijos también fueron golpeados y se reporta que están en el hospital, pero hasta el momento las autoridades no han informado si se les persigue por algún delito.
El secretario de Seguridad de Taxco, Doroteo Eugenio Vázquez, culpó a la madre de Camila por descuidarlo. “Hubo una responsabilidad maternal y una omisión”. Ante la condena social por sus dichos, ofreció una disculpa pública.
“Su único pecado de mi niña fue querer demasiado esa niña y a la mamá, porque hasta a la mamá la quería mucho, sí, pero de que yo cuidaba a mi hija, la cuidaba. Confié ayer en las personas equivocadas, porque me dieron una cara diferente también a mí”.
Sobre el linchamiento del jueves, en el que murió la señora Ana Rosa, dueña de la casa donde desapareció Camila, aseguró que no tuvo nada que ver, porque no estaba en lugar de los hechos.
Explicó que la gente estaba cansada de esperar a que llegaran las autoridades y por eso sacaron de su casa a los sospechosos.
“Lo que pasó ayer (el jueves) con la señora Ana, no estuvo en mis manos, la gente ya estaba cansada. Tenían una noche ahí sin dormir parte de la tarde también. Ya estaban cansadas. Yo ni siquiera estaba ahí, no era lo que yo quería.
“También para la persona que está diciendo, yo no era lo que quería, yo la quería viva. Yo la quería viva para que sufra al mismo tiempo lo que yo voy a sufrir, pero ella pudriéndose en la cárcel por lo que le hizo a mi niña, que lo único que hacía era querer a su hija. Espero que a ninguna niña pase lo que pasó mi niña, ninguna niña merece eso, ninguna niña merece que le corten sus sueños.
“Ninguna familia merece que la destruyan como destruyeron la mía, porque mataron a mi niña, pero también mataron parte de mí. Yo sé que mi vida nunca nunca va a ser la misma, de verdad, ninguna mamá merece pasar por este dolor y no se lo deseo a nadie”.
También dijo que Ana Rosa no era la única culpable: “Atrás de Ana hay más gente, no pudo haberlo hecho sola. Espero que las autoridades me ayuden a hacer justicia”.
CÓMO SUCEDIERON LOS HECHOS
Camila, una niña de 8 años de edad, fue hallada muerta la madrugada del jueves 28 en la carretera Taxco-Cuernavaca. Desapareció el pasado miércoles 27 alrededor de las 3 de la tarde en Taxco, Guerrero.
De acuerdo con la Fiscalía de Guerrero, la madre de la menor recibió una llamada de un teléfono celular en el que le exigían un pago de 250 mil pesos para dejar en libertad a su hija.
Los familiares de Camila contaron que le dieron permiso para ir al domicilio de la señora Ana Rosa N a jugar con su amiga en una alberca improvisada. Como está a unos pasos, se fue sola. Pasado el tiempo, Margarita Ortega, madre de Camila, acudió a recogerla, pero le dijeron que nunca había llegado.
Sin embargo, en la reconstrucción de los hechos, con base en cámaras de vigilancia de la zona, los propios familiares y vecinos pudieron comprobar que Camila sí entró a ese domicilio, pero nunca volvió a salir con vida.
En otro video se observa a un taxista, José N, y Ana Rosa N, sacar un bulto en bolsa negra y depositarlo en la cajuela del vehículo. Se presume que eran los restos de Ana. El taxista, quien habría tenido una relación sentimental con la ahora occisa, ya fue detenido como probable responsable, informó ayer la Fiscalía estatal, que cumplimentó la orden de aprehensión.
Por otra parte, los otros dos linchados por la multitud, que serían hijos de Ana Rosa, están hospitalizados en Iguala, uno con fractura de cráneo y otro de brazo, en espera de que se defina su situación jurídica.
@emeequis
