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EMEEQUIS.― Un gran frenesí se ha desatado entre el almirantazgo nacional, en donde ya se frotan las manos para repartirse los negocios de la era de la transformación en el sector aduanal. Bueno, no en todo el almirantazgo, ¿verdad?, sino en el grupo afín al mandón del momento ―y por dos años más― de la élite de la marina, el secretario Rafael Ojeda.
Resulta que hace unas semanas, el mandamás de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), Horacio Duarte, anunció la renovación de 140 Patentes Aduanales, que serán repartidas antes del cierre de 2022.
Se trata de las patentes acumuladas en años recientes por fallecimientos, cancelación o porque perdieron la posibilidad de heredarlas, pues una reforma legal puso esta limitante.
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Y es que ahora se trata de una herencia administrada por los almirantes, con el respectivo reporte al administrador de Aduanas. De hecho, tan metido en dichos negocios y en otras alegrías anda don Horacio, según se comenta en el sector, que hasta se ha olvidado de la disputa por la candidatura de Morena al gobierno del estado de México, para la que llegó a ser mencionado.
El caso es que la repartición de las patentes ya prendió alarmas, porque hay visos de que el criterio para formar parte de los beneficiarios de esos permisos consistirá en ser uno de los grandes compadres o amigotes de los almirantes, más las que le toquen a Duarte.
En la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales (CAAAREM) se ha prendido alerta ya de los riesgos de que se desplome del profesionalismo y especialización requerido para la actividad, y se aprestan a imprimir una vigilancia del proceso de asignación de las patentes.
COMPRAVENTA DE PATENTES
Las 133 patentes serán liberadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y el dirigente de la CAAAREM, Luis Ernesto Rodríguez Gil, ya ha estado recibiendo a personajes destacados de su comunidad comercial que están previendo escenarios legales y exigiendo una gestión más estricta ante las autoridades para que el criterio que norme sea ca experiencia y capacidad para una actividad que requiere un alto grado de especialización.
Quieren ser considerados también, desde luego, en la aceptación de las solicitudes, por la seguridad del comercio exterior.
Recuerdan que autoridades ajenas a las dinámicas reales de la actividad aduanal, ya han cometido pifias y propiciado desmanes. En 2020, 100 permisos que fueron revendidos o “terminaron sirviendo para realizar tranzas”, pues fueron asignados a personas sin experiencia ni arraigo en el sector del comercio exterior ni en actividades de negocios colaterales, a una generación espontánea de negociantes golondrinos.
Ahora, la intranquilidad creciente por las 133 patentes es que sean entregadas a una generación de familiares, cuates y compadres de funcionarios de los puertos marítimos, en las fronteras o en los aeropuertos.
Por si fuera poco, ahora las patentes son otorgadas para operar en plazas específicas, es decir, en ciudades interiores, terminales interiores de carga, puertos, fronteras, aeropuertos, mientras que hasta hace poco la validez de una patente era reconocida en todo el país. A mayor distribución, mayor negocio de los coyotes que las gestionan.
Al invalidar la capacidad de heredar las patentes también se puso en riesgo laboral a los empleados de las agencias aduanales, pues al morir el titular del permiso, la empresa puede quedar sin sustento jurídico para realizar operaciones de gestión del comercio exterior y simplemente paralizarse, lo que incluye la representación legal de los contenedores marítimos, ferroviarios o terrestres.
Las patentes generan una alta rentabilidad, pero requiere de experiencia, especialización y solvencia financieras para solventar las garantías por la estadía de unos 10 millones de contenedores que se internan en el país de muchos tipos de carga, cada cual demanda determinadas especificidades.
LLUVIA DE AMPAROS
Un agente aduanal en México es por ley exclusivamente una persona física, pero constituyen sociedades “agencias aduanales”, a través de las cuales despliegan sus actividades y servicios.
Su tarea es que leyes y regulaciones mexicanas se cumplan por parte de los importadores y exportadores, y siempre están expuestos a errores debido a la multiplicidad de procesos que demandan distintos tipos de mercancías.
Las autoridades han estado especialmente vigilantes desde hace un par de años, obsesionados con cancelar patentes para reasignarlas.
La cancelación de las patentes puede darse por la omisión del pago de impuestos, falta de permiso de autoridad competente o que algún importador no le encomendó la importación a cierto agente aduanal. Los agentes aduanales pueden ampararse ante estos procesos de cancelación de sus patentes y ya se prevé una gestión masiva de instrumentos si se pone agresivo el sector oficial.
Por lo pronto no ha sido buena que se filtren nombres, justamente de amigotes de los almirantes, como candidatos a algunas de las patentes que ya están disponibles.
@emeequis
