La futurología anda desatada entre algunos encuestadores que brindan sus servicios a gobierno y partidos. Aunque los problemas del presente dan para mucho, los modernos Nostradamus tienen la mira puesta en la presidenciales de 2024. Su lectura de los eventos de esta semana no tiene claroscuros: con el abrazo político a Evo Morales, el canciller Marcelo Ebrard se anotó un 9 de calificación, frente al reprobatorio 4 que le endilgan a Ricardo Monreal luego de la desastrosa unción de Rosario Piedra al frente de la CNDH.
Como se sabe, la obsesión de los políticos para medir el impacto de sus decisiones ha propiciado que diariamente se realicen sondeos, motivo por el cual los prestidigitadores del poder ya tienen en sus manos las mediciones sobre dos grandes momentos de la actualidad.
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La decisión de dar asilo político al expresidente de Bolivia está siendo interpretada como una medalla política en la solapa del canciller, quien operó el traslado a México de Evo Morales. Los encuestadores lo ven ahora como un hombre de poder, capaz de gestionar decisiones con impacto nacional e internacional. El exjefe del gobierno capitalino fortaleció su imagen como presidenciable con el periplo boliviano, pero también porque el presidente Andrés Manuel López Obrador le encargó encabezar la visita del gabinete de seguridad a la zona donde ocurrió el brutal asesinato de seis niños y tres mujeres, integrantes de la comunidad LeBarón.
Los encuestadores aseguran que Ebrard sumó puntos en la prematura carrera presidencial.
La historia de Ricardo Monreal se cuenta diferente. Una elección en el Senado que terminó entre jaloneos y protestas terminó siendo la cereza envenenada de un proceso plagado de irregularidades, mentiras, votos escondidos y espionaje interparlamentario, en el que la víctima terminó siendo la nueva presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Así, la candidata del presidente, Rosario Piedra Ibarra, llegó a un trono desligitimado y criticado por varios frentes. Los hechos fueron interpretados como un severo fracaso del experimentado operador político, coordinador de los senadores de Morena. Esta elección dejó ver las fisuras del partido gobernante, dio bandera de guerra al PAN y comprometió la imagen del presidente de la República.
Los expertos en opinión pública afirman que Monreal restó apoyos de cara a los lejanos comicios de 2024.
Aun así, los modernos Nostradamus preveen que la consolidación de las estadísticas que ya tienen en sus manos podrán verse a partir de la primera quincena de diciembre, cuando comienza la temporada de sondeos públicos sobre un tema que parece distante: la presidenciables de 2024.
Por lo pronto: Ebrard 9, Monreal 4, apuntan.
@emeequis