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EMEEQUIS. Los habitantes de la Ciudad de México y del Estado de México están al borde de enfrentar una crisis de agua por la falta de mantenimiento y las fugas del líquido que se registran a diario en el Sistema Cutzamala, revelan documentos oficiales en poder de EMEEQUIS.
“El Sistema Cutzamala opera desde hace 41 años con mantenimiento insuficiente, presentando riesgos y deficiencias operativas al no contar con una reserva de materiales y redundancia de equipos para respaldo durante el mantenimiento y rehabilitación de las plantas de bombeo y acueductos del Sistema (…) un problema central que consiste en el incremento del riesgo del incumplimiento parcial o total de las aportaciones de agua potable en bloque del Sistema Cutzamala con mantenimiento deficiente“, reconoce la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El Cutzamala ofrece un bloque de 15.49 m3/s promedio, unos 15 mil 490 litros por segundos que representa el 31% del caudal medio distribuido a 28 municipios y alcaldías de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y de la Zona Metropolitana de Toluca (ZMT).
Actualmente abastece a 14 alcaldías de la Ciudad de México y 14 municipios del estado de México, suministra un promedio de 455 millones de metros cúbicos anualmente.
Lejos de mejorar en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Conagua admite que existe “pérdida de capacidad de almacenamiento de agua y su aprovechamiento se ve demeritado, debido al azolve acumulado en los embalses, que se conjuga con un mantenimiento deficiente en canales acueductos y túneles, identificando pérdidas físicas del 13.6% (2 mil 106 litros por segundo) en sus diversos componentes”.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere de 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene, por lo que cada segundo 21 personas en la Ciudad de México y el estado de México dejan de recibir agua por las fugas y pérdidas en el Sistema Cutzamala.
Es decir, que al día se pierden 181 millones de litros de agua, 1.8 millones de personas no tienen acceso al agua por esos desperdicios.
El Sistema Cutzamala consiste en 9 presas, 6 plantas de bombeo, acueductos de 205.78 kilómetros, túneles 43.99 kilómetros, canales abiertos 75.4 kilómetros y una planta potabilizadora con una capacidad de diseño de 24 m3/s con 41 años en operación.
Cada elemento o subsistema del Cutzamala interactúan entre sí para llegar a la entrega de agua en bloque, y la falla de alguna presa o planta de bombeo repercute en una reducción de las aportaciones de agua en bloque, en una parte o totalmente.
En el diagnóstico de Conagua se identificó “que una falla en la planta potabilizadora de Berros, o en la PB5, o en la OT5 implicaría un incumplimiento al 100% en lo que se atiende la emergencia”, expone Conagua.
Se requieren de un programa de sustitución y mantenimiento del Sistema Cutzamala que logre la reducción del riesgo de falla y evitar así el incumplimiento total o parcial de las aportaciones de agua potable en bloque
La propia Conagua reconoce que “no se cuenta con registros históricos de fallas del sistema, ni datos estadísticos que permitan su cuantificación”.
Entre más se retrase un proyecto de mantenimiento integral del Sistema Cutzamala más grande será la inversión que se tenga que realizar por el desgaste de los equipos y la red, y aumentará la probabilidad de que se presente algún incidente que deje sin agua a una parte de la población del centro del país.
También hay riesgos de incidentes naturales y sociales que puede enfrentar Conagua en el Sistema Cutzamala.
DELINCUENCIA EXTORSIONA A EMPRESAS CONTRATISTAS
Conagua reconoce que grupos de la delincuencia organizada extorsionan a empresas con obras y proyectos en el Cutzamala para que les permitan trabajar.
“Eventos naturales. Hechos de la naturaleza que impidan la operación del proyecto y afecten los activos (…) son superficies vulnerables a fenómenos meteorológicos extremos. La topografía y las prácticas que conducen a la deforestación provocan el deslizamiento de material hacia los ríos y cuerpos de agua (…) Vandalismo e inseguridad. La seguridad pública es deficiente y en su caso nula en las zonas donde se ubican las obras de cabeza, que al estar en su mayoría fuera de las zonas urbanas, se convierten en un reducto de la delincuencia organizada, que por una parte inhiben la participación de las empresas constructoras, y por otra, imponen condiciones y cuotas a quienes pretenden realizar los trabajos”, admite.
La dependencia federal reconoce que también hay grupos que quieren sacar provecho de las obras de conservación del Sistema Cutzamala.
Conagua acepta que en el Sistema Cutzamala el mantenimiento realizado a lo largo del tiempo, no se ha podido llevar a cabo como se requiere, “ya que, si bien se ha invertido en el mantenimiento de cierta infraestructura y equipos, muchas ocasiones se ha venido realizando de manera reactiva, atendiendo eventualidades o emergencias que ocurren en el Sistema”, pero no de manera programada.
La burocracia federal y los trámites administrativos también impiden que se le dé un correcto mantenimiento al sistema Cutzamala.
“La falta de materiales y equipos para mantenimientos de los organismos operadores del sistema debido a los tiempos elevados de respuesta a las solicitudes de adquisición de dichos insumos, y a sus largos tiempos de fabricación dada la especialización y características de estos, así como procesos administrativos complejos”, señala.
Tampoco se ha realizado el trabajo de manera correcta por parte de las empresas contratadas por la Conagua, además de la falta de conciliación y acuerdos con los habitantes de la región.
“Presas sin mantenimiento adecuado en obras civiles y sus componentes electromecánicos, entre otros. Canales de conducción, acueductos y túneles con mantenimiento deficiente. Presiones sociales que impiden suspender el servicio para trabajos de mantenimiento”, se expone.
De no implementar un programa de mantenimiento eficiente, millones de capitalinos y mexiquenses corren el riesgo de quedarse sin agua.
Y a pesar del diagnóstico y la urgencia, la decisión de la aprobación del presupuesto y de las obras sigue en los escritorios de los funcionarios públicos federales.
@Alatriste_III
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