SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.– “Los únicos cuerpos a criticar deben ser el policial y el militar (…) Poder tenemos en la voz, la canción es aullido de revolución, seamos estallido en acción”, se escucha en la canción Militantes del Verso de la cantante feminista Sol Arvizu.
Originaria de Chimalhuacán, Estado de México. A sus 27 años, Sol ha logrado juntar su formación profesional como psicóloga y la pasión por la música formando el concepto de musicoterapia social, para ayudar a sanar de manera emocional a otras mujeres sobrevivientes de violencia.
“Que no sólo nos quedemos en el llanto eterno, porque la revolución también se puede hacer desde la alegre rebeldía, la digna rabia, la voluntad creadora. No negar que la violencia es oscura, pero resignificar ese miedo”, afirma la artista en entrevista con EMEEQUIS.
Sol Arvizu.
Ella sabe que en el arte, como medio de transformación y denuncia, la representación de las mujeres en la música es importante para contar y registrar la realidad que se vive en México. Sin embargo, frente a las circunstancias de carencias familiares, para ella era lejano de cumplir el sueño de hacer música.
“En esta búsqueda por ser congruente con lo que realmente quería, al crecer en la periferia, la música era parte de mi vida y de mis sueños, pero nunca se veían como una opción verdadera por esta idea de ‘para superar la pobreza y salir de la marginación, tienes que conseguir un trabajo estable’”, cuenta la cantautora.
Ahora, a dos años de dejar su profesión por dedicarse por completo a la música, se dio cuenta que se encontraba en un lugar violento para las artistas, que históricamente ha sido dominado por hombres en producción y de manera creativa.
Fue acosada en su primer micrófono abierto para mostrar sus canciones. Hombres en la industria musical se le acercaron argumentando querer apoyar su trabajo, pero le externaron insinuaciones sexuales.. Poco a poco, Sol se dio cuenta que para lograr el éxito en la música debía cumplir con parámetros de estética y reconocimiento social que hacían desigual el viaje para las artistas. “Me empecé a preguntar ¿a cuántas más nos ha sucedido esto?”, cuenta.
Como ella, mujeres creadoras de música en México han buscado cerrar la puerta al patriarcado en la música, formando sellos de producción seguros para ellas, donde las artistas fueran dueñas de sus propios contenidos, bajo esa premisa es como se creó Jueves Music, el primer sello discográfico con perspectiva feminista en México.
Mujeres en la música.
LUGAR SEGURO PARA LA MÚSICA HECHA POR MUJERES
Leiden Gomis es socióloga de profesión y tiene una experiencia de 10 años en la industria musical.
Ha trabajado con sellos musicales independientes, pero también con “majors” –o grandes casas productoras que lideran el mercado musical– como Warner. “Fueron experiencias que enriquecieron mucho mi decisión de hacer un sello independiente. Algunas experiencias no fueron tan gratas, pero sí educativas y enriquecedoras”, cuenta en entrevista con EMEEQUIS.
La cantante también estuvo inmersa en marcos laborales de desigualdad entre hombres y mujeres en la música, que la pusieron en desventaja frente a su concepto creativo como cantautora y productora.
“Las únicas personas con las que terminamos trabajando eran nombres y no entendían nuestra dinámica y nuestro propósito como artistas, lo que queríamos hacer”, afirma la cantante, nieta del poeta cubano Roberto Fernández Retamar.
Como activista, Leiden desarrolló un proyecto de arte de mujeres en prisión en México con sesiones de creación colectiva y acompañándolas en el proceso de composición de canción testimonial, en el disco “Volver al Corazón”, a eso se suman otros esfuerzos por dignificar y reconocer el papel de las mujeres en la música frente a los obstáculos que encuentran en las disqueras tradicionales.
“Me llegaron a decir que parecía una feminista resentida o una mujer resentida, porque realizaba trabajos con otras mujeres. Me pedían que tomara ciertas decisiones sobre mi trabajo creativo que no iban con mis ideas”, afirma que esa fue la decisión por la que acompañada de otras artistas, se propuso a crear un sello musical desde mujeres para mujeres.
Jueves Music toma su nombre por los días en que sus creadoras, las cantantes Leiden y Adryana Marroquin, se reunían a inicios de la pandemia al verse forzadas a salir de los escenarios, para gestionar el proyecto musical que fuera una comunidad para mujeres artistas y gestoras.
“Ser inspiración en espacios que no estaban siendo habitados por mujeres, ni por energía que no fuera patriarcal. Nos topamos con espacios donde mujeres estaban inmersas en relaciones laborales patriarcales (…) Modificar narrativa y empezar a crear espacios seguros, que respondieran a relaciones laborales patriarcales. Una nueva manera de ser industria dentro de la música”, cuenta la cantante.
Jueves Music empezó en octubre de 2021 con nueve artistas, ahora son más de 20 quienes gestionan sus proyectos artísticos de manera comunitaria, con apoyo y guia para la programación de sus lanzamientos en plataformas digitales, pero siendo ellas las dueñas de su música y encargadas de su propia monetización.
Funciona como una incubadora de música hecha por mujeres, haciendo frente al desnivel que existe en la industria musical frente a los hombres y para las artistas que comienzan en la música y no cuentan con las herramientas necesarias.
“Somos artistas haciendo arte, desde muchos géneros diferentes y diferentes exploraciones”, explica Leiden.
LUCHANDO POR LA IGUALDAD EN LA MÚSICA
Las mujeres aún representan una minoría en la industria musical que ha sido dominada por hombres. Por cada 3.5 hombres artistas, hay una mujer, de acuerdo con el estudio “Inclusion in the Recording Studio?”, realizado por la Universidad de Annenberg y la plataforma musical Spotify.
El informe, publicado en marzo del año pasado, señala que en Spotify, la aplicación más importante de música a nivel mundial, los artistas varones representan el 87.3%, mientras que las mujeres apenas alcanzan el 12.7%, una brecha que ha ido en aumento desde el 2012 cuando se empezó a contabilizar.
Esta desigualdad también se refleja en las entregas de reconocimientos como los premios Grammy y Billboard, en los que los hombres siguen al frente de las tendencias a nivel mundial.
Esta situación también se ve reflejada en México, como parte de las grandes industrias y los esfuerzos independientes, que se suman a otras brechas, como los altos costos de estudios de grabación, la falta de herramientas de producción y distribución para las artistas mujeres, y otras violencias como el acoso sexual y la exclusión.
Para las mujeres artistas en México esto se expresa en las mujeres que se animan a presentar sus proyectos y quienes logran mantenerlos hasta llegar a las plataformas de reproducción musical y los escenarios.
Sol Arvizu afirma que, con la creación de sellos con perspectiva de género, se busca hacer una forma de justicia restaurativa ante una narrativa sobre el control de los hombres en la industria musical.
“Creemos que la voz de las artistas debe ser oída, porque sí hay una brecha de género y desigualdad (…), que la siguiente vez que venga una artista llegando a la industria musical, no tenga que pasar por estos dolores de cabeza y violencias para llegar a llegar a plataformas”, cuenta.
Las artistas están convencidas que la manera de hacer el cambio es a partir de contar con representación y mayor inclusión de las mujeres en la industria musical, aunque aún hay mucho por hacer.
@GloriaPiña_
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