EMEEQUIS.– La economía, que ya tenía nulo crecimiento y un Pemex debilitado financiera y operativamente, sufrió el coletazo del paro de actividades por el COVID-19, sin olvidar el desplome en los precios de petróleo por la guerra de producción entre Arabia Saudita y Rusia.
Se avecina así la tormenta perfecta en el escenario económico.
El primer trimestre del año cerró con una estimación anual de la contracción de la economía de 2.4% (de acuerdo con el INEGI) y con pérdidas históricas para la petrolera nacional de 562.2 mil millones de pesos, según su más reciente reporte de resultados financieros.
Economistas y especialistas coinciden que estos resultados sólo reflejan una mínima parte el impacto del coronavirus en el Producto Interno Bruto (PIB), pues la parálisis por la sana distancia cubrirá todo abril y mayo.
Y en el caso de Pemex, el mayor desplome de los precios de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) se observó en el cuarto mes del año, cuando cotizó de forma negativa. Por lo que se estima que, para el segundo trimestre, los resultados serán aún peores.
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Tanto la recuperación de la economía, como la Empresa Productiva del Estado, se tornan difíciles en el corto, mediano y largo plazo.
El PIB tuvo su mayor caída desde 2009. Instituciones financieras siguen recortando pronósticos de crecimiento para México en 2020. La última fue la de Credit Suisse que ya la sitúa en -9.6%..
Para Pemex este año pinta para ser el peor en toda su historia con esas pérdidas. Para no ir tan lejos significan poco más de lo que tiene presupuestado para este año (523.4 mil millones de pesos). Significa casi 23 veces el presupuesto asignado al Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro y cinco veces el de la Pensión para Adultos Mayores.
Mientras que su deuda financiera y pasivo laboral siguen en aumento, sus ingresos cayeron. La producción de crudo creció, pero la elaboración de gasolinas bajó. Agencias calificadoras de riesgo crediticio redujeron su calificación, muchas de ellas dejando en negativo a la paraestatal dirigida por Octavio Romero Oropeza desde el comienzo de esta administración.
LA ECONOMÍA
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que, por los efectos del COVID-19, este año el mundo estará en su peor recesión desde la Gran Depresión de 1929-1930.
En la estimación oportuna del PIB del INEGI, con cifras desestacionalizadas en su comparación anual, la contracción fue de -2.4%, es decir, el primer trimestre de 2020 contra igual periodo de 2019.
Mientras que en la trimestral el PIB se contrajo 1.6% en relación con el trimestre previo, por lo que la economía mexicana se encuentra en recesión. En esta comparación se observa que el resultado negativo hila cinco trimestres consecutivos.
Por lo que el cálculo de manera anualizada con estas cifras del iNEGI sería de -6.2%.
En esta tasa trimestral tanto las actividades secundarias como las terciarias cayeron 1.4% cada una. Las secundarias se refieren a las industrias extractivas y de transformación, energéticos y la industria de la construcción, mientras que las terciarias engloban al sector comercial, de servicios y de transportes y comunicaciones.
En tanto que las actividades primarias (agricultura, ganadería, silviculturas y pesca) sí registraron un crecimiento de 0.5%.
México ¿Cómo Vamos? explica: “La diferencia es que la tasa trimestral refleja la evolución de la actividad económica en el corto plazo, mientras que la evolución que muestra la tasa anual está afectada en menor medida por efectos transitorios”, indica en su reporte.
Respecto a la tasa anualizada señala que muestra el que sería el crecimiento en un año si todos los trimestres mostraran el mismo desempeño observado en el periodo. Se usa frecuentemente para comprar con el crecimiento de Estados Unidos.
Es decir que el -6.2% anualizado, es una contracción mayor a la registrada por el país vecino, la cual fue de 4.8%.
NO ES UN ASUNTO MENOR
La contracción de la economía se refleja en una menor producción de bienes en el país, que a su vez impacta a los empleos. Datos del IMSS muestran que al cierre de marzo se perdieron 130 mil 593 empleos.
En su conferencia matutina del jueves 30 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que la caída de la economía fue menor a la que pronosticaban sus adversarios, usando la estimación de 1.6% y la comparó con los gobiernos de Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.
“Miren, en la crisis de Zedillo el primer trimestre cómo se cayó. Está bien el tema de análisis, de discusión, allá es Zedillo, acá es Calderón y esto es lo de hoy de nosotros, del INEGI. No se enojen mucho, no lo digo por ustedes, sino por los analistas”.
Lo cierto es que los analistas han indicado que la contracción más fuerte se verá en el segundo trimestre del año, pues en el primero la afectación fue hacia finales de marzo.
Además, hay que considerar que lo que informa hoy el INEGI se trata de una estimación, que, aunque suele ser muy acertada, la final se dará a conocer el próximo 26 de mayo.
Otras estimaciones para el PIB en este año son poco alentadoras. Credit Suisse la ha bajado hasta -9.6% y JP Morgan cambió la suya de -7.5% a -8.4%.
“Estos números son escalofriantes. Creo que aún no hemos puesto en su justa magnitud el impacto que una caída así traerá sobre los empleos, los salarios, la pobreza, la desigualdad económica…la vida de todos los mexicanos se verá afectada”, escribió en un tuit Valeria Moy, directora general de México ¿Cómo Vamos?.
PEMEX PERDIÓ COMO NUNCA
Del primer año de gobierno de AMLO, al primer trimestre del año, en suma, las pérdidas netas son de 908.2 mil millones de pesos.
De enero a marzo del 2020, Pemex tuvo su mayor pérdida en su historia, ya que tan sólo en tres meses fue de 562.2 mil millones de pesos, reportó en sus resultados financieros. En 2019 acumuló una pérdida de casi 346 mil millones de pesos.
Según la explicación de la Empresa Productiva del Estado las cuantiosas pérdidas del primer trimestre se deben al impacto del tipo de cambio, no obstante, esto generó reacciones entre expertos del sector en redes sociales.
Gonzalo Monroy, especialista en temas energéticos, aseguró que a Pemex “no lo mató el tipo de cambio. Lo destruyó no tener una estrategia financiera que lo protegiera ante la volatilidad”.
Aunque según sus indicadores operativos logró aumentar un poco su producción (con socios) al promediar un millón 733 mil barriles diarios en el primer trimestre, 3.7% más que en el mismo lapso de 2019, los precios del petróleo comenzaron a descender por la sobreoferta de crudo en el mundo.
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En enero el precio de barril promedió 53.89 dólares, en febrero 43.11 dólares y en marzo 23.26 dólares. Si se compara el promedio del primer mes del año contra el tercero, hay una caída de 56.8%.
Pero al igual que el PIB, estos no fueron los peores meses, ya que en abril el precio promedio fue de apenas 12.23 dólares por barril, un desplome de 77.3%. El 20 de ese mes, en línea con la cotización negativa histórica del WTI de Estados Unidos, la MME también se situó en -2.37 dólares por barril.
LAS EXPORTACIONES
El 9 de abril se iniciaron negociaciones entre los miembros de la OPEP y no OPEP, liderado por Arabia Saudita y donde participó México, con el fin de llegar a un acuerdo para el recorte de producción. Nuestro país fue mal visto por el abandono de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, de la reunión virtual que se llevaba a cabo, puesto que se nos pedía dejar de extraer 400 mil barriles diarios y tuvo que hacer la consulta con AMLO.
Finalmente se acordó que sólo se redujeran 100 mil barriles y para el restante se hizo un pacto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que los asumiera, a cambio de algo que hasta la fecha se desconoce.
Incluso se manejó que esto le podría significar para México una pérdida de sus mercados internacionales, principalmente el asiático, ya que Arabia Saudita lo estaría acaparando al igual que en Estados Unidos.
No obstante, antes de esta reunión y del acuerdo, se observa que Pemex exportó menos crudo a Asia. En el primer trimestre se enviaron en promedio 296 mil barriles diarios, una disminución de 15% respecto al mismo lapso de 2019.
Mientras que en Estados Unidos la exportación creció al pasar de 663 mil barriles durante los primeros tres meses de 2019 a 703 mil barriles en igual periodo de 2020.
En general la exportación de petróleo mexicano cayó 5.4% en el periodo que se reporta. Por eso y por la caída en los precios del crudo, los ingresos por este concepto se redujeron 30%.
UN NEGOCIO POCO RENTABLE
La refinación de crudo para la elaboración de gasolinas es también una de las máximas apuestas de esta administración, pues según AMLO y Rocío Nahle, han mencionado que con esto se logrará una autosuficiencia energética. Es por eso no se quita el dedo del renglón para la construcción de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco.
Sin embargo, este negocio no es rentable. Según el mismo reporte de la petrolera, el margen variable del Sistema Nacional de Refinación promedió -12.51 dólares por barril derivado de “la disminución de la demanda de combustibles, causada por las medidas de confinamiento para disminuir el impacto de la pandemia del Covid-19” y porque bajó el precio de los refinados en la Costa Norte del Golfo de México.
Pemex Transformación Industrial, empresa productiva subsidiaria donde se consideran los negocios de refinación, tuvo una pérdida neta por 80 mil millones de pesos en el primer trimestre.
La elaboración de gasolinas se ubicó en 187.4 mil barriles diarios, 2.8% menor a lo del mismo trimestre de 2019.
Pero la demanda interna fue 661.9 mil barriles diarios, por lo que la Empresa Productiva del Estado tuvo que importar 466 mil barriles diarios.
La venta de gasolinas dejó en el primer trimestre para la petrolera un ingreso por 88.4 mil millones de pesos, una caída de 14.34% en comparación con el mismo trimestre de 2019, por la disminución en los precios del crudo se abarataron las gasolinas.
En la parte de importación de gasolinas, Pemex enfrenta un problema, y es que como se mencionó anteriormente, la demanda de estos combustibles cayó por el coronavirus, en algunas estaciones de servicio se reportan bajas de hasta 60%.
Entonces, al tener las terminales de almacenamiento llenas, tiene varados varios buque-tanques que no pueden descargar, lo que le puede ocasionar sanciones, han reportado medios nacionales.
MÁS NÚMEROS…
La lista de lo que tiene Pemex encima parece interminable. En general, durante enero- marzo, sus ingresos cayeron 20.3% respecto al mismo periodo de 2019. Su deuda financiera creció 24.2% en relación con el cierre de 2019. Y el total del pasivo financiero, laboral y otros asciende ya a 4.2 billones de pesos.
Mientras que el panorama no luce nada alentador para Pemex, tres agencias calificadoras de riesgo crediticio que son Standard & Poor’s, Moody’s y HR Ratings han rebajado su calificación, poniéndola en perspectiva negativa.
Los alivios dichos por la empresa son: Acceso a líneas de crédito comprometidas disponibles por casi 6 mil millones de dólares; la reducción de 45 mil millones al presupuesto de este año; el beneficio fiscal adicional por 65 mil millones de pesos, así como ingresos adicionales por 7 mil 540 millones de la cobertura petrolera contratada por la petrolera.
Aunque suena mucho, estos recursos parecen quedarse muy cortos, ya que las medidas en conjunto suman 156 mil 158 millones de pesos, que dice, son para mitigar los efectos de la caída de precios de petróleo sobre el balance financiero y la liquidez de la empresa. Pero tan sólo en 3 meses ha perdido 3.5 veces eso.
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Pemex informó a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC por su sigla en inglés), que debido a la afectación del COVID-19 no presentaría su informe financiero, el cual tenía como límite ayer 30 de abril.
Es importante señalar que la petrolera aún tiene tiempo, pues el pasado 5 de marzo la propia SEC anunció que dará hasta 45 días después de haber vencido el plazo a las empresas impactadas por la pandemia, indica una nota de Europa Press.
“Ya se intervino en Pemex y ya el año pasado por primera vez no cae la producción petrolera y ya iniciamos la recuperación, ya está aumentando la producción de petróleo, ya rescatamos, lo puedo decir, a Pemex, del fracaso de la bancarrota”, esto decía AMLO el 1 de febrero pasado.
@ptcervantes