EMEEQUIS.– Aunque es de mal gusto hacer futurismo político en tiempos de emergencia sanitaria, los senadores tienen un tema de conversación favorito por estos días. ¿Quién será el relevo de Ricardo Monreal cuando el zacatecano se vaya al gabinete de AMLO? ¿Eduardo Ramírez, Higinio Martínez, Martí Batres, una senadora?
Y mientras de eso platican en el Senado, en Palacio Nacional dan por hecho que Monreal ya recibió la invitación para acompañar al presidente Andrés Manuel López Obrador en un momento político altamente delicado. Los frentes abiertos aparecen por doquier: empresarios, gobernadores, integrantes de la 4T, medios de comunicación…
Llama la atención que las fuentes consultadas lo dicen en voz baja, sin criticar el desempeño de Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación que no ha tenido espacios para tomar las riendas de la conducción política del país. Pero, a pesar de ello, el nombre de Monreal surge como casi única opción. También mencionan al canciller Marcelo Ebrard, pero, al parecer, AMLO está cómodo con las funciones ampliadas del “vicepresidente ambulante de México”. Y probablemente no lo quiera exponer al desgaste en medio de una crisis sanitaria y económica de proporciones descomunales.
TE RECOMENDAMOS: SANTIAGO NIETO PREPARA GOLPE
A Monreal ya lo ven despachando en Bucareli, pero él anda calladito calladito, porque del plato a la boca se caen los fideos, dicen. Además la decisión se tomaría pasando lo peor del coronavirus, “allá por septiembre, si no se complican demasiado las cosas, pero podría ser antes”, confía una fuente usualmente enterada. “Nadie, salvo Andrés Manuel, conoce el mapa político del país como Ricardo”.
En los planes de AMLO, nos dicen, los cambios importantes en el gabinete estaban contemplados para después de la elección de 2021, pero la crisis sanitaria y económica lo están obligando a considerar ajustes importantes para el último cuatrimestre de este año.
4T HERIDA, EMPRESARIOS FURIOSOS
El coronavirus le pegó directamente en los pulmones a la 4T y en cosa de nada inicia el proceso electoral para los decisivos comicios intermedios de 2021, lo que ya está comenzando a provocar preocupaciones.
Desde que inició la emergencia sanitaria, parece que el aire le hace cada vez más falta al anhelado gobierno del cambio. Las diferencias con diversos sectores son evidentes. El empresariado está advertido. Hay una lista de 15 notables que el presidente Andres Manuel López Obrador afirma deben 50 mil millones de pesos al erario público porque no pagan sus impuestos, son deudores y es hora de que cumplan.
Por eso se le hizo llegar una carta al presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, a quien pidió que le ayude en esos cobros pendientes, a lo que naturalmente el pretendido interlocutor se negó públicamente. El mensaje de Palacio Nacional fue claro en estos días. No habrá ayuda excepcional a los empresarios en la crisis que empezó pero que no tarda en prender como fuego en el bolsillo de patrones, empleados y en general de toda la población que, además, debe quedarse en casa recibiendo un pago parcial o, de plano, sin cobrar sus salarios, o el producto de la venta de sus productos cuando se trata de autoempleados, negocios familiares e incluso micro y pequeños empresarios que hoy no ven luz al final del túnel.
Ante este panorama, la clase media es la más afectada. Esa que confiaba en el cambio que devolvería a Mexico la estabilidad perdida por la escandalosa historia de corrupción en los gobiernos anteriores. Haiga sido como haiga sido –Felipe Calderón dixit–, muchos han comenzado a perder trabajos, ahorros, negocios, tranquilidad.
En este contexto, crece y crece la versión de que ciertos e influyentes empresarios no sólo están molestos con la 4T, sino de que buscan tumbar al presidente. Las evidencias de ello ya han circulado en redes, en formato de audios de llamadas que sí ocurrieron y siguen ocurriendo, nos dicen. El alicaído conductor de noticias Pedro Ferriz de Con participó en uno de esos telefonemas. No lo escucharemos mucho próximamente.
GOBERNADORES Y PRENSA, FRENTES ABIERTOS
Otro frente abierto son los gobernadores. Los de oposición claman un nuevo pacto federal, una reforma que cambie la distribución del pastel en materia fiscal. Ven venir una grave crisis durante la etapa más dura de la pandemia y posteriormente. Incluso gobernadores de Morena están preocupados ante la falta de apoyo federal a fin de afrontar lo que vendrá en la segunda mitad del año y en adelante. Cada uno deberá responder en su estado con o sin apoyo suficiente por parte de la Federación.
TE RECOMENDAMOS: LAS COMPRAS INÚTILES DE FELIPE CALDERÓN CON LA INFLUENZA
Y por si fueran pocos los problemas, hace unos días, AMLO descalificó el ejercicio de la prensa en Mexico por su falta de profesionalismo, independencia y ética. Atribuyó cercanía al poder económico y no al pueblo. Esto mientras a los concesionarios de radio y televisión les reconoció que no la han pasado fácil y, mediante decreto presidencial, ordenó reducir los tiempos fiscales del Estado correspondientes al Poder Ejecutivo, a fin de que estos puedan ser comercializados.
Todos estos desencuentros y otros más, han llevado a considerar cambios en el gabinete, revelan fuentes confiables. La política interior requiere de una urgente intervención en aras de recomponer los escenarios. Hay continuos llamados de políticos, actores sociales y empresarios a un Pacto de Unidad, que hoy se ve lejano, al menos como la práctica de firmar un documento con compromisos de todos por el bien del país, una especie de tregua aún cuando ahí viene el arranque del proceso electoral para los comicios intermedios, en los que Morena arriesga la mayoría que tiene hoy en la Canara de Diputados.
EL TIEMPO DE RICARDO MONREAL
Uno de los movimientos estratégicos sería reforzar la Secretaría de Gobernación, hasta hoy encabezada por Olga Sánchez Cordero, para que ayude a aliviar la problemática de los frentes abiertos que muchas veces parecen no tener pronta solución, menos aún con las crisis que ya iniciaron. No está fácil tampoco encontrar en la 4T un operador rápido, astuto y cercano al Presidente. Ante este panorama, en los pasillos de Palacio Nacional se menciona con insistencia el nombre del coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila.
Algunos aseguran que el canciller Marcelo Ebrard también es una opción para tomar las riendas de la conducción política del país, pero los consensos se han ido cerrando entorno al zacatecano. “Marcelo está bien donde está, le es útil al presidente, como una especie de vicepresidente ambulante”, comentan.
También cuentan –sin criticar mucho a doña Olga, por cierto– que ya hubo un ofrecimiento al zacatecano, pero aún analizan los escenarios y esperan los tiempos. ¿Cuándo amaine el coronavirus? Una de las preocupaciones es correr el riesgo de tapar un hoyo y destapar otro. Dar gobernabilidad a la bancada morenista y cuidar la alianza con otros partidos no es tarea sencilla.
Por lo pronto, ya se mencionan algunos nombres para suceder a Monreal en caso de que se concrete el cambio. Por ejemplo, si se trata de un hombre que dé continuidad al trabajo del hoy coordinador, el senador chiapaneco, Eduardo Ramírez, presidente de la estratégica Comisión de Puntos Constitucionales, sería una opción. Otro perfil sería el de un operador experimentado, con firme carácter y trayectoria suficiente. Ahí algunos ubican al mexiquense Higinio Martínez.
Cercano a Higinio, Horacio Duarte dejó la subsecretaría del Trabajo para relevar a Ricardo Ahued en la Administración General de Aduanas. Este movimiento ha sido interpretado como un avance del grupo mexiquense dentro de la 4T.
En cuanto a la coordinación en el Senado, otros estiman que puede ser el regreso de Martí Batres, el problema es que su autoridad entre pares se ha visto mermada por las derrotas que le han costado los rounds justamente con Ricardo Monreal. Esto sin contar que le faltaría el visto bueno de quien asuma el control de la política interna del país. ¿Podría ser una mujer el relevo en la coordinación? Se ve difícil porque, cuentan, la grilla entre ellas también es feroz. Se buscaría no desmembrar a la bancada. A fin de cuentas el que tendrá la última y definitiva palabra en el caso de concretarse el ajuste será el Presidente de México, a quien difícilmente algún senador o senadora cuestionará públicamente en su decisión.
“EL PRESIDENTE YA NO TIENE DE OTRA”
En tanto se cuecen esas habas, AMLO envió un primer mensaje para tranquilizar a la clase media y alta. Ofreció un decálogo de ayuda con medidas que van desde no aumentar impuestos hasta garantizar las libertades. Nada muy concreto todavía, pero que busca enfriar los ánimos.
En septiembre próximo iniciará el proceso electoral más grande de la historia de Mexico. Será justo cuando haya pasado la crisis más severa en materia sanitaria y cuando la emergencia económica aún no llegue a su máximo nivel. A ningún gobierno le conviene que cuando se avecinan comicios haya una profunda escasez de dinero en los bolsillos de sus ciudadanos, elevadas tasas de desempleo, crecimiento en los niveles de inseguridad y molestia en sectores que podrían resultar influyentes en el voto popular.
No obstante, si alguien ha sabido sortear elecciones complicadas y salir victorioso es quien hoy gobierna gracias al voto histórico de 30 millones de mexicanos que, en 2018, le dieron el sí en la boleta, en su tercera competencia.
TE RECOMENDAMOS: BIENVENIDOS AL HOTEL SAGITARIO. AQUÍ TE MATA EL SIDA O TE MATA EL COVID
El estratega aún tiene tiempo de hacer los movimientos que necesite, pero ahí están dos amenazas que le cayeron en el momento menos oportuno: la salud y la economía.
Hacienda y Gobernación serán factores clave en los próximos meses. Esto puede implicar adelantar la carrera por la sucesión, aunque lo primero es enfrentar los comicios de 2021. Pasando lo peor del COVID-19, vendrán ajustes. “Ahora sí no hay de otra, el presidente ya no tiene de otra”, nos dicen.
@emeequis