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EMEEQUIS.– No ha sido una buena semana para ser Marcelo Ebrard. En un par de días se le cayeron sus aspiraciones: su posible candidatura por Morena y su unión con el partido quedaron en el piso. Al final, no hubo sorpresas: #EsClaudia.
El partido le cerró la puerta en la cara al excanciller, aunque hay un resquicio para la “operación cicatriz”.
¿Qué opciones tiene ahora? De aquí al lunes tiene que valorar si acepta convertirse en candidato presidencial de Movimiento Ciudadano o baja la guardia y retoma la oferta del liderazgo del Senado con Morena, como le corresponde según los acuerdos que firmaron las corcholatas.
Si toma la estafeta naranja, como se baraja la posibilidad, podría ayudar o perjudicar a Claudia Sheinbaum: por un lado, quitándole votos a Xóchitl Gálvez. Por el otro, seguir la campaña hasta cierto punto y declinar en favor de la candidata del Frente.
Si toma la primera opción, se fortalecería la acusación contra Dante Delgado de tener un pacto secreto con el presidente y por eso optar por el camino solitario para el partido en 2024. Si sucede lo segundo, se esfumaría esa versión de una alianza en lo oscurito.
Por lo pronto, nos cuentan que Dante Delgado lo está buscando para reunirse con él este sábado. El plan es ofrecerle un buffet de posibilidades políticas en el Movimiento Naranja.
Esto mientras el reloj sigue su marcha, porque Marcelo Ebrard dijo que este lunes fijará postura tras reunirse con sus colaboradores.
La versión que circula es que hay preocupación en el círculo de Ebrard por algunos expedientes abiertos que pueden dañar al excanciller, uno de ellos, el de la Línea 12, por lo que no le sería tan fácil tomar una decisión unilateral, sin tomar en cuenta a López Obrador.
¿EXISTE ALIANZA NARANJA-GUINDA BAJO LA MESA?
El mismo Frente Amplio por México, en voz de Alito Moreno y otros dirigentes, ha reiterado que MC es un partido satélite de Morena y por ello su negativa de unírseles.
Por eso uno de los planes que Marcelo ve como viable es aceptar la candidatura que Movimiento Ciudadano le ofrece, para lograr mayor cantidad de curules naranjas con su arrastre, puesto que, a la par de la Presidencia, también se renovará el Congreso.
En ese escenario, Ebrard sería “el jefe” de MC en el Congreso de la Unión, lo que a todas luces podría dificultar la gobernabilidad de una eventual Presidencia a cargo de Sheinbaum.
Las versiones más sólidas indican que, si Ebrard cede al “canto de las sirenas”, y abraza a Movimiento Ciudadano, Sheinbaum saldría beneficiada, pues el excanciller robaría votos a una clase media que lo preferiría por encima de Xóchitl Gálvez, dejando a la exjefa de Gobierno con un as bajo la manga.
La gente de Ebrard lo dice, que el ex canciller anda tan enojado (casi ni se le notó con la trifulca que armó el día de las encuestas) que estos días no tomará decisiones. Por eso se tomó un tiempo en lo que reagrupa sus ideas y vuelve a la calma después del coraje.
Con toda esta situación, López Obrador no tiene empacho en decirlo: si Ebrard decide irse como candidato, le quitaría fuerza a Xóchitl.
“Los que se están frotando las manos, ¿no se dan cuenta en dónde tiene más jale Marcelo? En las clases medias. O sea, en una de esas la candidata de Claudio se queda en tercer lugar o cuarto, pero bueno, ya para que me están ustedes cucando, hay que esperar”.
Pero la realidad es que en Movimiento Ciudadano no todo está dicho, porque en redes ya se maneja que no todos están de acuerdo con aceptar a alguien que viene de quejarse de un dedazo para llegar a ser beneficiado con el mismo método.
@emeequis
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