EMEEQUIS.- Es un juego peligroso el estar advirtiendo que la elección, que todavía no ocurre, se anulará. Es extraño que los promotores de esta idea sean quienes en teoría cuentan con estimaciones de voto en su favor.
En Morena todos los días celebran la difusión de encuestas que colocan a Claudia Sheinbaum con ventaja sobre Xóchilt Gálvez, pero a esta línea narrativa le sumaron el cuento de que les quieren hacer fraude y que se prepara una especie de golpe de estado técnico.
El presidente López Obrador lo expresó sin matices, y como suele ocurrir, ya se sumaron la candidata y los dirigentes del partido mayoritario a esparcir desconfianza sobre las autoridades electorales y en particular, esta vez, sobre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La queja del titular del Ejecutivo es porque se intentó generar un cuadernillo que compilara las diversas infracciones a la legalidad en el marco de la contienda.
El propósito era contar con una herramienta en el momento del análisis sobre la validez de la elección. En el fondo se trataba de ordenar las resoluciones del propio TEPFJ, que de todas formas ahí están.
Tres magistrados rechazaron la propuesta y, en cambio, decidieron elaborar un catálogo general en el que estará incluido todo infractor y de cualquier orden, lo que muy probablemente termine no sirviendo para nada.
El problema, por supuesto, trasciende a la autoridad electoral y, con el tiempo, se tendrá que resolver sobre la calidad democrática de la contienda.
Pero especular sobre la anulación, en este momento, es absurdo. Es como los jugadores de futbol que desde el primer silbatazo ya alegan trampas y juego sucio.
En general, lo que se anula son casillas, ya que ahí es donde se pueden presentar irregularidades, que son detectadas por los ciudadanos que participan en las mesas, o por los representantes que acreditan los partidos.
Si las faltas graves se dieran en el 25% de las casillas de votación o estas no se instalaran, la elección puede declararse no válida.
La Constitución establece, en su artículo 41, que las causales de nulidad se acreditan por que se exceda el gasto de campaña en cinco por ciento del monto autorizado; se compre o se adquiera cobertura informativa o tiempos en radio y televisión, fuera de los previstos en la ley o se reciban o utilicen recursos de procedencia ilícita o recursos públicos en las campañas.
Cualquiera de estos supuestos tiene que acreditarse de forma adecuada y sólo se consideran determinantes, cuando la diferencia entre la votación obtenida entre el triunfador y quien le sigue, sea menor a cinco por ciento.
Pero el TEPJF también cuenta con la facultad de certificar que no se hayan violado principios constitucionales como son los de la legalidad, imparcialidad, objetividad e independencia, pero también los que tienen que ver con la equidad en la competencia y que están relacionados con los medios de comunicación social y la neutralidad del poder público.
Por eso los funcionarios, incluido el presidente de la República, tienen restricciones respecto a su participación en las campañas.
Vicente Fox en 2006, de modo irresponsable, intervino en la contienda y esto pudo provocar sanciones mayores e inclusive implicó una reforma que estableció el modelo de comunicación política que se encuentra vigente.
Ahora López Obrador va por la misma senda, ya que se mete en asuntos electorales un día sí y otro también. Es ahí donde la autoridad debe intervenir de forma preventiva, precisamente para que no terminen vulnerándose el derecho ciudadano a elegir a sus representantes.
En teoría, los principales interesados en que la contienda se conduzca conforme a los principios constitucionales deberían ser los que todos los días anuncian su triunfo irreversible.
Pero no es así, quizá porque no se sienten cómodos ni con supuesta ventaja y porque en el fondo lo que les estorba son las instituciones democráticas. Un juego, insisto, extraño.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Quien se reunió con Santiago Taboada fue el excandidato del PRI a la presidencia de la República en 2018, José Antonio Meade. Taboada escribió que del excanciller “aprendimos el valor de la constancia y vocación en el servicio público.”
Meade es uno de esos personajes de la vida pública que no sólo no se amilana, sino que gana con el paso del tiempo. Más de un consejo, y seguro bueno, debió darle al aspirante de Va x la CDMX.
@jandradej