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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Rosario Piedra Ibarra quiere arruinar, aún más, la institución que preside. A los legisladores les dijo que la CNDH debe desaparecer para que emerja la defensoría del Pueblo.
No le hicieron caso ni en Morena, pero el desplante de Piedra Ibarra ilustra el desprecio que tienen por el sistema no jurisdiccional de Derechos Humanos.
Como acuden a una idea muy tergiversada de la historia, olvidan que la CNDH estuvo presente en casos de gran relevancia a lo largo de las pasadas décadas.
Hay recomendaciones que significaron un parteaguas y que abonaron en la mejora de corporaciones policiales o de las Fuerzas Armadas, porque de lo que siempre se trató fue justamente de colaborar con las instituciones, pero siempre desde la perspectiva de defensa de las personas.
Por ejemplo, la Recomendación sobre el asesinato de Norma Corona Sapién, ocurrido el 21 de mayo de 1990, significó un golpe rotundo a cofradías de policía corruptos y dio visibilidad a la colusión de algunas autoridades en Sinaloa con el crimen organizado.
Corona Sapién, una abogada que forjó su prestigio defendiendo a víctimas de la violencia, terminó en medio de un torbellino de venganzas entre bandas de forajidos.
El trabajo de la CNDH, que presidía Jorge Carpizo, logró documentar la serie de errores en las averiguaciones locales y federales y uno de los hallazgos mayores consistió en descubrir a los verdaderos asesinos de la luchadora social.
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Jorge Madrazo, cuando presidió la CNDH, firmó una de las Recomendaciones más duras, la 104/ 95, la que se dirigió al gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, por la matanza de Aguas Blancas, donde a 17 campesinos, pertenecientes a la Organización Campesina de la Sierra Sur, los ejecutaron elementos de las policías Judicial Estatal y Motorizada.
El documento significó la caída de buena parte del gobierno guerrerense y, además, tuvo un gran impacto porque el periodista Ricardo Rocha reveló grabaciones sin editar, que mostraban la barbarie con que actuaron los elementos policiales, ante ciudadanos desarmados.
José Luis Soberanes emitió una recomendación general 26/ 2001, sobre el periodo de la Guerra Sucia, que es un documento invaluable, por el nivel de detalle logrado y porque se cuenta una historia que deja en claro el papel represivo del gobierno mexicano y con lo que se llegaron a establecer 275 casos de violaciones graves a los derechos humanos.
Por desgracia, el equipo de Piedra se ha dedicado a tergiversar las cosas, reabriendo las investigaciones, cosa que impide la ley, no en el ánimo de aportar algo nuevo, sino de descalificar un trabajo de quienes la antecedieron en el cargo.
Luis Raúl González Pérez realizó lo que es, hasta ahora, la mejor investigación sobre lo ocurrido en Iguala, cuando agentes de la policía municipal secuestraron a 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y los entregaron al grupo criminal de los Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y desaparecieron sus restos.
La Oficina Especial para “El Caso Iguala”, que cerró la actual presidenta de la CNDH, se enfocó en una labor que en gran medida suplió a lo que nunca se hizo en la PGR y en la FGR.
De haberse hecho caso a las recomendaciones, es probable que el desastre que ahora impera se hubiera evitado.
El acervo de la CNDH antes de la llegada de Piedra es inmenso y un contraste con lo que está ocurriendo.
En la propuesta para la creación de la Defensoría Nacional del Pueblo se contempla darle competencia en las elecciones, un disparate que podría salir muy caro y que invadiría las funciones del Tribunal Electoral. Carpizo siempre se opuso a ello, para evitar que la defensa de los Derechos Humanos se politizara.
En el Senado de la República, en su momento, deberían valorar lo que ahora impera y es notorio, para no cometer el error de aprobar un periodo más para quien quiere destruir a la institución del ombudsperson, sino también, en una actitud de alta política, ahora sí designar a quien cumpla los requisitos legales y sin trampas, como vergonzosamente ocurrió hace unos años.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Xóchitl Gálvez ya es, oficialmente, la abanderada del PAN y el PRD para la presidencia de la República en el mosaico de organizaciones que conforman a Fuerza y Corazón por México, donde los grupos ciudadanos han tenido un papel relevante. Falta el PRI, pero hará el pronunciamiento respectivo próximamente.
@jandradej
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