“Todos los políticos deseamos gobernar nuestro terruño”, dice Alejandro Rojas Díaz Durán, el morenista que desde ahora piensa en el futuro de Andrés Manuel López Obrador, el tabasqueño que hoy es presidente de México y que, a decir del politólogo, podría intentar, por tercera vez, gobernar su estado natal.
Alejandro Rojas, senador suplente de Ricardo Monreal –el coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Senadores y cercano a Andrés Manuel–, el mismo que no ha cejado en su interés de convertirse en el nuevo presidente de Morena, acudió el 21 de enero pasado al Congreso local de Tabasco para pedir que se analice retrasar un año la próxima elección a gobernador.
Si se retrasa para 2025, explica en entrevista, Andrés Manuel tendrá una salida más “digna y decorosa” al término de su mandato, a diferencia de lo que ha pasado históricamente con los presidentes de México.
Rojas Díaz Durán plantea que los expresidentes deberían tener un trabajo digno tras su retiro.
“EL PRESIDENCIALISMO ES CANÍBAL”
“Ninguno se queda quieto. Uno anda de novio hippie escondiéndose de todos, uno da tuitazos con la mariguana, otro tratando de hacer un partido, otro de perverso, otro en trasnacionales. Es penoso su estado. Ha de ser muy triste, e incluso psicológicamente les ha de pegar muy duro, que terminen prácticamente apestados, porque no pueden vivir tranquilos. El presidencialismo mexicano es caníbal”, detalla.
Su propuesta, entonces, es transitar a un esquema en el que un expresidente no termine en el exilio, a partir de un debate de “qué hacer con los expresidentes para que sigan contribuyendo”.
Rojas plantea darles un ingreso, no una pensión: “Un trabajo digno para que puedan seguir enriqueciendo el debate”. Los cargos a los que se extiende esta propuesta no sólo están en los gobiernos estatales, sino en poder obtener un curul en la Cámara de Senadores, que sigan participando activamente en la política, como ocurre en países como Italia, Uruguay, Chile o Argentina, expone.
Lo que sí, aclara, “no es retroactivo”. No aplicaría para Enrique Peña Nieto ni para Felipe Calderón ni para Vicente Fox. Aunque, en realidad, no hay impedimento constitucional.
Los requisitos estipulados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para aspirar a obtener a una gubernatura o un puesto en la bancada de alguna de las dos Cámaras, no excluyen a quienes en el pasado fueron presidentes. La única limitante marcada en la Constitución es la reelección al cargo de primer mandatario.
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En el pasado, expresidentes como Miguel de la Madrid y Gustavo Díaz Ordaz tuvieron cargos relacionados con la administración pública al término de sus mandatos. Gustavo Díaz Ordaz, por ejemplo, fue nombrado embajador de España en 1977 –aunque duró poco en el cargo, por las constantes críticas a la matanza de estudiantes en 1968 durante su administración–; mientras que Miguel de la Madrid se convirtió en el director del Fondo de Cultura Económica dos años después de terminar su sexenio, cargo que ocupó durante una década.
EL RETIRO DE ANDRÉS MANUEL
Pese a la preocupación de Rojas Díaz Durán sobre el futuro de López Obrador, el tabasqueño ya ha dicho que no planea ni la reelección ni participar en cuestiones políticas. Lo ha dejado claro: el retiro de la política será completo.
En la conferencia mañanera del 19 de marzo del año pasado, ante rumores sobre posible reelección, firmó un compromiso público en la conferencia mañanera, precedido de estas palabras: “Reafirmo que no soy partidario, no estoy de acuerdo con la reelección y que nunca, bajo ninguna circunstancia, intentaría perpetuarme en el cargo que actualmente ostento. Sepan pues, con todo respeto, señores conservadores, que abandonaré la Presidencia en el día preciso que marca la máxima ley, la ley suprema; y que en el 2024 me iré allá, por Palenque”, en referencia a su rancho, de nombre La Chingada, ubicado en esa localidad.
“LOS PINTORES NUNCA DEJAN DE PINTAR”
Rojas Díaz Durán reconoce que no ha cruzado su idea con el mandatario, pero que su planteamiento de que pueda comandar su estado natal no le parece descabellado. “Hay políticos de vocación, no de ocasión, lo traemos en la sangre. Es como los pintores, nunca dejan de pintar a menos que se mueran. En el caso de AMLO yo creo que sería muy útil para el sureste mexicano”.
Esta propuesta, argumenta, busca debatir sobre “esa regla no escrita del sistema de que los expresidentes deben pasar al olvido, que prácticamente ha hecho que los expresidentes de México sean vistos como parias”.
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Sobre el apoyo que ha obtenido respecto a esta propuesta dice ya tener diputados y senadores que están interesados en su planteamiento, aunque no especificó nombres ni bancadas. En Tabasco busca que se haga una consulta vinculatoria sobre si el estado natal de AMLO apoyaría su candidatura y que se retrase un año la elección para que el tabasqueño no tenga que pedir licencia como presidente para contender al cargo.
@AleCrail