EMEEQUIS.– Es día de entrega en siete puntos. Al volante, Ixchel Mendoza empieza su jornada de trabajo como “neni”, una forma de nombrar a las mujeres que con ventas a través de redes digitales resisten a la feminización del desempleo y la precariedad laboral en México.
Ixchel tiene 32 años de edad y desde hace siete se inició en este negocio en Oaxaca. Con la pandemia, ha observado cómo aumentó el número de mujeres en esta economía informal. “Si antes éramos cien, en poco tiempo ya fuimos 500”, dice.
“Neni” se deriva de la manera en la que ellas llaman a sus clientas. En un inicio la palabra tenía una connotación despectiva pero las mujeres reivindicaron el término a Nueva Emprendedora de Negocios por Internet (NENI).
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Ixchel tiene dos hijos y vende zapatería y ropa. Desde hace cinco años que se separó de su pareja, asumió de manera total su crianza y manutención. “Yo realmente vivo de esto, no es mi ingreso extra, es mi sustento”, explica. Admite que la informalidad ha sido la única manera en la que ha podido combinar el trabajo con el cuidado de sus niños, sobre todo ahora que están en casa debido a las clases en línea.
Una revisión de microdatos con ayuda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mismo que realiza la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), revela que, como Ixchel, al segundo trimestre de 2021 en el país hay 2 millones 179 mil 689 mujeres de 15 años y más ocupadas que son trabajadoras por cuenta propia, informales en el sector comercial.
La revisión a microdatos arroja que los estados con un mayor porcentaje de estas mujeres son Guerrero (15%) Oaxaca (13.6%) y Veracruz (13.6%). A estas dos entidades le sigue Chiapas (12.9%) y, por el contrario, los que tienen menor concentración son Aguascalientes (5.2%), Baja California Sur (5.9%), Colima y Querétaro (6.0%).
Ixchel tuvo la idea de unir a la mayor cantidad de mujeres posible para fomentar la economía solidaria. En coordinación con dos amigas más, en enero de este año creó el grupo en Facebook Plaza Nenis Oaxaca Oficial, que tiene más de 7 mil 500 integrantes de las cuales 200 comercializan y el resto son consumidoras. “Tenemos claro que unidas podemos hacer muchas cosas más que envidiándonos; y estamos haciendo equipo explotando las herramientas tecnológicas”.
Por otro lado, Ixchel agrega que para otras mujeres tener su propio dinero les ha permitido salir de relaciones o matrimonios en donde eran violentadas.
“A muchas nos ha empoderado para salir adelante; decir sí puedo mantener a mis hijos, sí puedo llevarlos a la escuela, sí puedo estar con ellos, comprarme algo, darme un gusto”.
Entre la gran variedad de productos que comercializan las “nenis” están todo tipo de manualidades, ropa, artículos de belleza y electrónicos, ropa y figuras tejidas por ellas mismas, comida, repostería, artículos de decoración para la casa, y velas aromáticas, entre otras cosas.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en julio de 2021 indica que más de año y medio después de entrar en la pandemia de COVID-19, la igualdad de género en el mundo del trabajo ha empeorado.
“Las mujeres han sufrido pérdidas desmesuradas de empleo e ingresos, debido también a su sobrerrepresentación en los sectores más afectados, y muchas siguen trabajando en primera línea, sosteniendo los sistemas de cuidados, las economías y las sociedades y a menudo realizando también la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerados. Todos estos factores acentúan la necesidad de que en la recuperación se tenga en cuenta la perspectiva de género para responder al compromiso de avanzar en la reconstrucción con más equidad”.
Como consecuencia de la pandemia se destruyó 4.2% del empleo de las mujeres, frente a 3% en el caso de los hombres, según el informe.
Yessenia Rodríguez, Ariadna García e Ixchel Mendoza Rosales, fundadoras de Plaza Nenis Oaxaca Oficial. Foto: Cortesía.
DESENMASCARAR EL DESEMPLEO Y LA INFORMALIDAD
Alma Dulce García, socióloga feminista especializada en familias y prevención de la violencia por la Universidad Autónoma de Querétaro, reconoce cómo las mujeres formaron redes de apoyo para sostener económicamente sus hogares. “Ahora se volvió incluso una cuestión de empoderamiento”, afirma.
Pero García advierte que el riesgo que se corre es romantizar el desempleo disfrazado de emprendimiento. “Para el Estado es muy fácil decir ‘que todos se hagan emprendedores y no genero empleos’”.
Carmen Ponce, especialista en finanzas y género, señala que las “nenis” reflejan la precariedad laboral que viven las mujeres en México, ahora agudizada por la pandemia de COVID-19. “Son gente desempleada que lo que hace es buscar la forma de sobrevivir, que busca la manera de no morir de hambre”.
Sin demeritar el aporte económico de este sector de mujeres, la también autora de la columna El Monedero en la agencia de noticias CIMAC, apunta que considerarlas emprendedoras evita que las autoridades se responsabilicen de la problemática. “Tenemos que desenmascarar el problema y dejar de utilizar la elegante palabra de emprendedoras porque es falsa y hueca”, destaca Ponce.
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Con Alma Dulce García coincide Carmen Ponce, quien asevera que deben existir políticas públicas y reformas laborales que les garanticen empleos dignos, sueldos fijos, posibilidad de tener seguro médico, acceso a guarderías, jubilación, protección ante riesgos de trabajo, acceso a créditos y seguro de desempleo; sin embargo, reconoce cómo las mujeres formaron redes de apoyo para sostener económicamente sus hogares.
La senadora Patricia Mercado, integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, añade además la importancia de la creación del Sistema Nacional de Cuidados, para el que ya hay una propuesta legislativa pendiente. “El trabajo informal no es el que no paga impuestos, es el que no tiene derechos. Las mujeres están ahí y están cayendo más porque no terminan de salir del confinamiento porque las niñas y los niños no han terminado de regresar a la escuela y no hay ningún tipo de apoyo para ellas”.
Guerrero es donde se da mayormente esta modalidad de trabajo informal para mujeres.
La legisladora empieza por visibilizar la problemática. Considera que el hecho de que las mujeres realicen ventas y entregas en el tiempo que les sobra porque están conciliando las tareas de cuidado debe atenderse. “El gran reto que tenemos por delante es hacer que estos trabajos informales se conviertan en trabajos con derechos. Esto es lo que tenemos que resolver de manera integral para que estos trabajos se hagan en las mejores condiciones en términos de derechos y que no sea para conciliar jornada laboral no remunerada con jornada laboral remunerada en estos tiempos libres”.
Termina el día de pedidos para Ixchel Mendoza. Sus clientas en el grupo de Facebook ya le están preguntando en qué lugares de Oaxaca, la segunda entidad con mayor presencia de “nenis” en México, hace entregas de los productos que vende.
@Citlali_Lopez_