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EMEEQUIS.― La extracción ilegal de combustible no ha terminado. Esta tarde, una fuerte explosión ocasionada por una toma clandestina rompió la calma de los habitantes de las colonias San Jacinto y Las Ánimas en el municipio de Amozoc, Puebla.
Las llamas sacudían su amenazante cabellera decenas de metros por encima de las viviendas cercanas, y las fumarolas de hollín nublaron la zona. Las autoridades acudieron a evacuar la zona y verificar los riesgos potenciales.
La Coordinación General de Protección Civil del Estado informó que trabaja en coordinación con los Bomberos del Estado, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y Pemex. Acordonaron 500 metros en torno a la zona del siniestro.
Caso como este persisten a más de 3 años y medio de la crisis de falta de combustible en las estaciones expendedoras, en enero de 2019, que según el gobierno federal fue ocasionada por su lucha contra la extracción clandestina.
AMLO llegó a asegurar que había logrado extirpar ese giro criminal, aunque después hubo de admitir que persistía.
Cabe señalar que entre 2018 y 2021, Pemex detectó 36 mil tomas clandestinas y 176 derrames y fugas.
COSTOS MILLONARIOS
De diciembre de 2018 a diciembre de 2021, Pemex detectó 36 mil 464 perforaciones ilegales, de acuerdo con reportes de la paraestatal, unas 12 mil por año.
Además del producto robado, la industria criminal del huachicoleo ocasiona onerosos gastos adicionales, según informes de la paraestatal.
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De acuerdo con el reporte del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), en 2021 Pemex destinó 509 millones 540 mil 144 pesos con cuatro centavos para la reparación de tomas clandestinas de combustible y gas.
Se trató de una erogación casi 20 millones mayor a lo destinado en 2020, monto que ascendió a los 489 millones 127 mil 502 pesos con 16 centavos para reparar o inhabilitar tomas clandestinas.
TAMBIÉN HAY MÁS FUGAS Y DERRAMES
Pero también se han incrementado fugas y derrames de diferentes niveles de impacto. Pemex contabilizó 176 derrames y fugas en escala moderada y grave entre 2018 y 2021. Sustancias como crudo, aceite y gasolina se han vertido a suelos, ríos y mares, principalmente por fallas industriales y actos vandálicos, donde Tabasco y Veracruz se llevan el 63% de los desastres.
El Centro de Coordinación y Apoyo a Emergencias (CCAE) de Pemex recibió 176 reportes en el periodo indicado: 156 fueron derrames y 20 respondieron a fugas de alto impacto.
En el caso de los primeros, 148 se vertieron en suelo y 8 en agua, principalmente derivados de hidrocarburo. Mientras que del total de fugas, 19 fueron por gas a la atmósfera y una al agua.
De acuerdo con información del sitio de investigación ambiental Causa Natura, el volumen de derrames en el mismo periodo es de 734.85 barriles. Si consideramos que cada barril puede almacenar un promedio de 159 litros, esto equivaldría a más de 116 mil litros vertidos durante este tiempo. En cuanto a fugas, la estimación es de 0.60 millones de pies cúbicos.
Pemex Exploración y Producción fue el área con más casos, 112; seguida de Pemex Logística (PLOG) con 27; y Pemex Transformación Industrial (TRI) con 37.
Además, las cifras van en aumento. En 2018 se registraron 34 derrames y fugas; en 2019 ascendió 50; en 2020 disminuyó a 35; hasta en 2021 fueron superados los años anteriores con 57 casos.
@emeequis
