EMEEQUIS.– Este 20 de octubre es uno de los días más importantes en la vida de Rosario Robles Berlanga. A 24 horas de que cumpla 800 días en la cárcel femenil de Santa Martha Acatitla, al oriente de la Ciudad de México, este miércoles tendrá su mejor oportunidad para volver a ser una mujer libre. O, al menos, parcialmente.
A las 5 de la tarde iniciará una audiencia largamente esperada por la defensa de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrícola, Territorial y Urbano en el sexenio de Enrique Peña Nieto; en dicha cita, el juez de control, Ganther Alejandro Villar Ceballos, determinará si cambia la medida cautelar de prisión preventiva a prisión domiciliaria –u otra medida menos severa– y ordena la excarcelación de la antes funcionaria pública.
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Los abogados de Rosario Robles mantienen un cauteloso optimismo, pues la semana pasada el Noveno Tribunal Colegiado del Primer Circuito otorgó un amparo a la exjefa de Gobierno contra la prisión preventiva que la mantiene encerrada desde el 13 de agosto de 2019.
Los tres magistrados de ese tribunal coincidieron unánimemente en que la Fiscalía General de la República –a cargo de Alejandro Gertz Manero– violó la Constitución al ignorar las pruebas aportadas por la defensa de Rosario Robles y que lo habría hecho con el objetivo de encarcelarla, abusando de su poder.
ES POR ODIO, DICE ELLA; ES JUSTICIA, DICE EL FISCAL
La perredista duerme en un área del reclusorio femenil conocido como “Centro de Observación y Control” desde que se presentó de forma voluntaria a un citatorio judicial para ser informada de los dos delitos que le imputan –ejercicio indebido del servicio público en la modalidad de omisión en dos carpetas de investigación distintas– porque presuntamente facilitó el desvío de más de 5 mil millones de pesos en ambas secretarías de Estado donde fue titular entre 2012 y 2018.
Aunque ese delito no se sanciona con prisión preventiva oficiosa, la Fiscalía General de la República solicitó que la política se quedara presa para garantizar que estuviera presente durante las indagatorias y eventual juicio. Y el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna –sobrino de Dolores Padierna, una rival política de Rosario Robles– lo concedió.
Desde entonces, Rosario Robles sostiene que es inocente, que su estancia en prisión se debe al “odio, la venganza y el miedo” que siente el actual gobierno contra ella y que no está dispuesta a mentir y señalar presuntos actos de corrupción inexistentes de sus compañeros de gabinete a cambio de una pena reducida.
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Por otro lado, el fiscal de México, Alejandro Gertz Manero, ha defendido el castigo aplicado a Rosario Robles porque, según él, ella no está dispuesta a cooperar con la autoridad, como lo dijo el 12 de agosto del año pasado en el Colegio de México, cuando le cuestionaron que la exsecretaria de Estado viviera en una pequeña celda y que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, disfrutara de su libertad, pese a confesar que recibió sobornos para favorecer a la empresa Odebrecht en detrimento de las finanzas públicas.
“Es muy sencillo: este individuo (Emilio Lozoya) está haciendo una oferta formal y una denuncia de hechos de una circunstancia que ha generado un daño patrimonial por unos 400 millones de pesos, él lo está presentando, él está acudiendo”, indicó.
“En el otro caso (el de Rosario Robles) no hay eso. Y es un daño por miles de millones de pesos, donde están involucradas la mayor parte o una buena parte de las instituciones públicas de educación superior del país. Por favor, por favor… es decir, la jerarquía de daños merecerían la conducta solidaria con el Estado mexicano para descubrir esa famosa ‘Estafa Maestra’”, dijo el titular de la Fiscalía General de la República, que originalmente pidió una pena de 21 años de prisión contra la exfuncionaria pública.
Mariana Moguel, hija de Rosario Robles, durante la presentación del colectivo SUMA. Foto: Cuartoscuro.com.
AÚN QUEDAN DOS ÓRDENES DE APREHENSIÓN PENDIENTES
Pero aunque surgieran buenas noticias para Rosario Robles de la audiencia de las 5 de la tarde con el juez de control Ganther Alejandro Villar Ceballos, existe una posibilidad de que se quede en prisión. O peor aún para ella: que vaya a una cárcel aún más dura.
La perredista tiene una orden de aprehensión pendiente de ser cumplimentada por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada que el año pasado ordenó un juez de control con sede en el Centro de Justicia Penal Federal en Almoloya de Juárez, Estado de México (Altiplano).
Ambos delitos sí ameritan prisión preventiva oficiosa que podrían ser cumplidos en una prisión federal de máxima seguridad y cuya pena va de los 20 a 40 años en prisión.
Hasta el momento, no se sabe si la Fiscalía General de la República –que solicitó la imputación de esos últimos dos delitos– buscará cumplimentar esa aprehensión apenas Rosario Robles ponga un pie fuera de Santa Martha Acatitla.
Mientras llega la cita más importante en esta etapa de la vida de Rosario Robles, su hija, Mariana Moguel, le ha dedicado un mensaje a su madre en su cuenta de Instagram.
“Te amo como jamás he amado a nadie! Te espero como jamás he esperado a nadie! Pronto mi hermosa madre. Eres mi fuerza, mi luz, eres mi todo”.
@emeequis