EMEEQUIS. ― Una cuadrilla de funcionarios que fue desplegada desde la semana pasada por el gobierno obradorista en pasillos de la sede legislativa de San Lázaro, intensificó sus empeños para persuadir a diputados de la oposición de los beneficios que puede acarrearles votar por la reforma eléctrica oficialista.
Ni la pascua católica que suele paralizar al país y en especial al personal político, logró contener la hiperactividad de los personeros obradoristas que, según se coló esta mañana a los chats de whatsapp del priísmo, redoblaron sus llamadas y solicitud de citas exprés a diputados tricolores y ―supuestamente― también de otros partidos opositores.
Según tales trascendidos, la cuadrilla de cabilderos 4T ha incluido no sólo a personeros de la Secretaría de Gobernación (SG) y de Presidencia de la República, sino también a funcionarios hacendarios y hasta diputados de Morena designados por el diputado “Gutierritos”, como se conoce a Sergio Gutiérrez Luna, presidente la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
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Como reveló EMEEQUIS al cierre de la semana pasada, desde el lunes de la misma menudearon las ofertas de cañonazos económicos, de contratos y hasta de promociones políticas a legisladores opositores por parte del obradorismo.
Pero “se los comió el tiempo” sin los resultados esperados. Fue por eso que a última hora el diputado “Gutierritos” movió la convocatoria de la votación al Domingo de Resurrección, para dar tiempo al equipo de cabilderos 4T de ganar voluntades entre los diputados opositores para la reforma oficialista, que busca apagar las concesiones privadas vigentes.
Pero hasta ahora, sólo han logrado que cruce al “lado oscuro” el diputado Carlos Miguel Aysa Damas ―como ya han comenzado a llamarle los priístas, un poco con sorna y otro tanto con inquina―, quien ya anunció que se sumará al bloque oficial.
LOS NÚMEROS
De modo que, contando al diputado Aysa, ya nomás le faltan 56 diputados al obradorismo para sacar su reforma el domingo.
Como se sabe, la mayoría calificada nominal es de 334 legisladores, es decir, dos terceras partes de los 500 integrantes de la Cámara de Diputados.
La coalición gobernante está formada por Morena (202 diputados), PVEM (42) y PT (33), más el diputado Aysa, lo que suma 277 votos. Son 56 sufragios menos de los necesarios para una mayoría constitucional.
No obstante, las dos terceras partes que exige una mayoría constitucional son sobre el quórum, no sobre el número total de integrantes del órgano legislativo.
La única ―difícil― alternativa para AMLO y sus partidos era conseguir que entre faltas y abstenciones de diputados opositores, sumen los 56 votos de diferencia.
La cifra promedio de asistencia al pleno, en la legislatura pasada, fue de 86.9%, es decir, de 434 diputados por sesión, según estimaciones de la consultora Buró Parlamentario.
Con esto, la meta para la coalición gobernante cambia, pues la cifra de la mayoría calificada sería de 290 votos.
El bloque opositor, en tanto, cuenta con los votos de 113 diputados del PAN, 70 del PRI ―descontando al diputado Aysa― y 14 del PRD, un total de 198 votos.
¿PATRAÑAS?
No obstante, los cabilderos 4T prometen sorpresas y se muestran muy confiados en su cuadrilla. Y es que, como se sabe, en el sector oficial odian a los cabilderos y lobbystas… Salvo a los propios.
Para los tricolores solamente se trata de alardes. Niegan que con la adquisición del diputado Carlos Miguel Aysa, los obradoristas hayan logrado romper el cerco de la disciplina parlamentaria de los diputados tricolores.
Por lo pronto, la tensión no ha bajado en las correas de transmisión parlamentarias. Los cabilderos oficiales siguen en su empeño y tienen hasta el domingo.