Pese a que pertenecen a partidos distintos, la estrecha relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, se ha convertido en un tema de conversación en círculos políticos del norte del país.
Tanto servidores públicos como empresarios de la región suelen comentar que pocos mandatarios estatales han coincidido con tanta frecuencia como el tabasqueño y la sonorense, quien hace unos días entregó su 4to. Informe de Gobierno a la lideresa del congreso local, María Magdalena Uribe Peña.
La priísta y el morenista se han encontrado en reuniones de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), del gabinete de seguridad e incluso en el Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad en México, justo cuando arreciaba la tormenta desatada por Donald Trump, quien amenazó a nuestro país con elevar aranceles a las importaciones de productos si no frenaba el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
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En aquellos encuentros, nos dicen, llamó la atención la coordialidad entre López Obrador y Pavlovich, quienes además han sostenido reuniones privadas tanto en Palacio Nacional como durante las giras de trabajo que el presidente ha realizado en Sonora, una de ellas ocurrida hace algunos días.
En esa oportunidad, Pavlovich entregó a López Obrador el “Proyecto Sonora”, que consiste en un conjunto de planes para infraestructura, escuelas, vivienda y abasto de agua para los municipios. “Por eso, presidente, me permito hacer aquí una petición muy especial, y como bien decía usted, no es de partidos, porque partido es una parte, es de los gobiernos, de los gobiernos de todos, de los partidos de todos, pero en beneficio de la gente”, dijo la gobernadora. Poco después AMLO anunció protección especial para la alcaldesa de Guaymas, quien se encuentra bajo amenazas.
Una constante de esas reuniones ha sido la expresión mutua de apoyo y reconocimiento a sus respectivas labores gubernamentales. Que si Sonora está entre los cinco estados menos inseguros del país, que si la Sedena se compromete a enviarles más elementos de seguridad antes de diciembre –actualmente hay poco más de mil, pero para fin de año se incrementaría a mil 800–, que si el trabajo en equipo es fundamental en los tiempos de la cuarta transformación…
Aquellos comentarios llaman la atención en los desayunaderos políticos donde se juntan las mujeres y hombres de poder norteño, pero hay un compromiso que anima especialmente las pláticas: el convenio entre la Federación y el estado para subsidiar la energía eléctrica, un asunto que alivia el gasto de las casas habitación, pero sobre todo a las empresas sonorenses, quienes han celebrado que la gobernadora, tras un encuentro en Palacio Nacional, haya logrado ratificar el compromiso expresado por la 4T.
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Los grillos del norte aseguran que hay acciones de la sonorense que le llenan el ojo a AMLO, como la famosa rehabilitación del aeropuerto de Hermosillo, un asunto que está en línea con las ideas del tabasqueño, quien ha asegurado que es más importante modernizar los que existen que construir nuevas y majestuosas plataformas para tomar vuelos.
Otra coincidencia aterriza en ciertas políticas sociales, como los 71 mil créditos educativos en los cuatro años de gobierno o los 52 mil alumnos becados en 2019. Los casi dos mil kilometros de carreteras locales también aparece entre los temas mencionados como asuntos bien vistos por la Federación.
Los empresarios sonorenses también hacen notar que Pavlovich acudió como invitada especial al encuentro que sostuvo AMLO con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en enero de este año. Una fotografía de los tres en el Antiguo Colegio de San Ildefonso da cuenta de la cercanía entre la presidenta de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Conago y el presidente de México.
Ya hay quienes se refieren a Pavlovich como la gobernadora consentida del norte.