CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Las encuestas en Morena son una especie de asamblea. Como no confían entre ellos, los que realizan los estudios de opinión tienen que ser acompañados por representantes de los aspirantes a la candidatura presidencial.
Debe ser inquietante que un grupo de siete personas atestigüe que la papeleta que se coloque en la urna sea la adecuada, que no exista truco alguno.
Es más, las quejas no han dejado de manifestarse. Quizá tengan razón en hacerlo, sobre todo si algunas de las empresas demoscópicas son como las que utilizan de modo permanente para hacer propaganda y que luego se estrellan y fuerte contra la realidad.
En el futuro seguramente existirán estudios que indiquen qué tan adecuado y certero es semejante procedimiento si lo que se pretendía era obtener mediciones certeras.
Pronto sabremos lo que opinan Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Manuel Velasco y Ricardo Monreal.
No se requiere ser experto en las artes de la adivinación para saber que la elegida será Sheinbaum. La mayoría de las encuestas así lo indican, pero además es la que prefiere Andrés Manuel López Obrador, lo que en este caso tiene un peso específico más que abultado.
TE RECOMENDAMOS: LUEGO DE QUEJAS, MARIO DELGADO AFIRMA QUE ESTE LUNES SE COMPLETARÁ LEVANTAMIENTO DE ENCUESTAS
Los contendientes, con excepción de Ebrard, aceptarán sin mayor problema el resultado, porque su futuro depende de no generar problemas.
En el esquema que ideó el presidente López Obrador, cada uno obtendrá una posición en el próximo sexenio. El segundo lugar coordinará a los senadores, el tercer puesto a los diputados, el cuarto encontrará acomodo en el gabinete y el quinto no se sabe si alcanzará algún tipo de consolación.
Falta que ganen en 2024, así que los únicos que estarán al garete serán los dos últimos de la tabla, pero seguro encontrarán cómo protegerlos.
Para Ebrard será difícil lo que viene, porque a la derrota se sumará que Sheinbaum se convertirá en su jefa, porque a ella se le entregará “el bastón de mando” del movimiento de la 4T.
En teoría, el primer mandatario ya no se meterá en la política y se ocupará del Tren Maya, de su refinería y de que se utilice el aeropuerto Felipe Ángeles, aunque sea a costa de destruir el Benito Juárez.
Esto también es ambiguo, porque el presidente López Obrador no permitirá que alguien le haga sombra. Inclusive si tiene la mejor de las intenciones al respecto, estas se van a topar con la realidad, porque lo único que une a Morena y que mantiene en la raya al PT y al Partido Verde es él.
En política los voluntarismos no siempre funcionan, es más en general suelen desatar problemas más graves que los que se intenta remediar.
Es evidente que el mando no puede ser transferido de esa forma, pero ya se sabe que al titular del Ejecutivo nadie le lleva la contraria, ni él mismo.
Es probable que los pleitos internos se agraven y solo el pegamento que proviene de la ilusión del futuro hará que no se rompan anticipadamente.
Sheinbaum puede ser favorecida por la encuesta, pero otra cosa es el liderazgo, ya que este se gana y no es nada sencillo obtenerlo, menos en un cuadrante donde hasta ahora solo ha imperado una voz.
Menudo sapo tendrá que comer el excanciller si quiere seguir figurando en un proyecto donde el espacio se le irá limitando día con día.
Hay muchos agravios como para que se olviden y basta con el tratamiento que le han dado al desastre de la Línea 12 del Metro como para intuir que las cosas no mejorarán.
Pero tampoco hay indicios de que Ebrard piense en salirse de Morena y dejar claro el nivel de su inconformidad. Lo máximo que hace es fintar.
Lo que sí es incierto, es lo puede ocurrir con los comités de apoyo que conformó en todo el país. ¿Qué harán? ¿Se sumarán a la elegida cuando en realidad no comulgan con ella? Quizá este misterio se despeje hasta la elección del 2024 y en una de esas les dan un susto a los planes de la 4T y más en un esquema de votación cerrada. Ebrard sí puede entrar en una estrategia de brazos caídos.
Será toda una experiencia observarlo en la ceremonia del bastón de mando, o atestiguar que no acudirá a ella. Sí, días de guardar.
@jandradej
Powered by Froala Editor