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EMEEQUIS.– Quienes aconsejan al presidente López Obrador suelen ser muy descuidados, porque no verifican la información que le proporcionan, pero hay momentos en que de plano se pasan. Le fueron con el cuento de que la candidata de Va por Hidalgo, Carolina Viggiano, quería suprimir el programa de apoyo a los adultos mayores, cuando en realidad anda proponiendo que los recursos se utilicen mejor.
Hicieron que López Obrador cayera en una falsedad, provocada por el equipo de Julio Menchaca, quienes parecen chivos en cristalería, y se les hizo fácil editar un video para sacar de contexto las palabras de la candidata del PRI, PAN y PRD. La maniobra fue más que burda.
Lo que sí dijo Viggiano es que 8 mil 500 millones de pesos del programa de los adultos mayores son gastos de operación, cuando en realidad no se justifican y pudieran utilizarse para beneficiar a otros 383 mil viejitos.
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Pero quizá todo responde a que las cosas ya se le complicaron a Morena, donde hay encuestas, como las de Reporte Índigo, que ya marcan un empate técnico entre la coalición de Va por Hidalgo y Morena.
EL DESASTRE DE LA COMISIÓN DE BÚSQUEDA
Uno de los problemas en los que el gobierno del presidente López Obrador no puede escabullirse, ni señalar que antes no se ponía atención en el tema, es el de las mujeres desaparecidas o no localizadas.
Están en esta situación, desde que arrancó la administración de López Obrador a la fecha, 7 mil 911 mujeres, lo que ya es un escándalo, pero se vuelve una profunda preocupación cuando se contrasta con lo ocurrido en el pasado. Durante el gobierno de Felipe Calderón desaparecieron 987 mujeres y con Enrique Peña Nieto la cifra alcanzó las 3 mil 713 mujeres reportadas como desaparecidas o no localizadas.
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Es evidente que las estrategias de prevención del delito no están funcionando, si es que existen y que la Comisión de Búsqueda de Personas que encabeza Karla Quintana no sirve para mucho, y entre otras cosas porque están más ocupados intentando culpar a personajes del pasado, que ocupándose del desastre que tienen en el presente.
LAS PIRUETAS DE EMILIO LOZOYA
En agosto de 2020, Emilio Lozoya, en una ampliación de declaración, les dijo a los fiscales que quien ordenó sobornar a los diputados y senadores del PAN, y de modo particular a Ricardo Anaya, para que aprobaran la Reforma Energética, fue el presidente Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con su testimonio, el entonces titular del Ejecutivo, le habría dicho a Lozoya que Anaya era un aliado natural en la aprobación de las reformas “porque le gustaba mucho la lana”.
La historia es interesante, por supuesto, pero se ve que no sirvió de mucho, porque la FGR decidió acusar a Lozoya por los pagos corruptos que le hicieran desde Odebrecht, con el propósito de obtener contratos de obra pública. Ese dinero se lo embolsó el exdirector de Pemex y hasta ahora no hay datos que sustenten que lo repartió con alguien.
Lo que sí muestra la acusación, es la mecánica que utilizó Lozoya para tratar de escabullirse de sus responsabilidades, implicando a todos aquellos que le significaran posibilidades de pactar un criterio de oportunidad.
EL COMISARIO DELGADO
Mario Delgado, en su papel de comisario, desistió de realizar una consulta para ver si los 223 diputados que votaron contra la Reforma Eléctrica son juzgados por traición a la patria, lo que era un despropósito, para proceder a una barbaridad, denunciarlos ante la FGR.
Sabe que no procederá, pero se está previniendo de los ajustes de cuentas internos y de los reclamos que cada vez son más fuertes desde Palacio Nacional.
Algo es seguro, Delgado si se está ganando un lugar en la historia, pero bastante sombrío.
@emeequis
