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Hubo protestas y homenaje simbólico de la comunidad de surfistas en Ensenada. Foto: Omar Martínez / Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– Dos días después del hallazgo de tres cuerpos en un pozo al sur de Ensenada, la Fiscalía notificó que, tras la llegada de los familiares de los jóvenes surfistas de Estados Unidos y Australia, Jack Carter Rhoad y Jake y Callum Robinson, se pudo confirmar la identidad de los cuerpos.
“Nos informa la Fiscalía General del Estado de Baja California que las familias de los ciudadanos extranjeros no localizados confirmaron la identidad de los cuerpos rescatados al sur de Ensenada”, declaró la gobernadora alrededor de las 20:00 horas y pidió esclarecer los hechos mediante la intervención de los tres niveles de gobierno.
Mientras tanto, medios internacionales daban amplia cobertura del suceso, en medio del pesar por la pérdida de los tres deportistas. Callum Robinson era miembro del equipo nacional de Lacrosse de Australia. Su hermano Jake era médico y tenía un trabajo asegurado al regresar de Ensenada. Mientras que Jack Carter llegó a jugar futbol profesional en Guatemala.
LA EVIDENCIA Y TEORÍAS DE LA FISCALÍA
La fiscal Elena Andrade Ramírez dio una conferencia la mañana del domingo en la que notificó los nuevos detalles del caso, destacando un “tiro de gracia” que localizaron en los tres cuerpos.
De igual forma, en la zona fueron ubicadas las varillas, una casa de campaña quemada, botellas de plástico, casquillos de arma de fuego y manchas de sangre como parte de la evidencia de la ruta de los surfistas, por lo que la fiscal señaló que existía la evidencia suficiente para asegurar que hubo agresiones con violencia.
La camioneta blanca Chevrolet Colorado tipo pick up en la que viajaban Jake, Callum y Jack, por otra parte, reportaron que estaba abandonada y calcinada en un punto más lejano al lugar donde acampaban y donde hallaron los cuerpos.
Por ello, la Fiscalía de Baja California señaló que la principal hipótesis apunta a un supuesto robo de vehículo y de pertenencias.
Tras la identificación de tres personas que podrían haber participado en los hechos, la investigación llevaría a una hipótesis principal como el robo de vehículo, explicó la Fiscalía de Baja California.
“Estimamos que estas personas se fueron a acampar a ese lugar, hay evidencia formal de eso. Pasan los agresores a bordo de un vehículo blanco. Al tener a la vista el vehículo tipo pick up marca Colorado, color blanco también y propiedad de las víctimas, se acercan con el ánimo de apoderarse del vehículo para extraer las llantas u otras piezas”, dijo la fiscal.
Posteriormente, las autoridades de Baja California, suponen que tras la resistencia de los australianos y el estadounidense al robo, los agresores sacaron un arma de fuego y los asesinaron y trasladaron sus cuerpos a otro lugar para “deshacerse” de ellos.
“Al ver que se les salía de control, lo que originalmente fue un robo, tratan de deshacerse de los cadáveres arrojándolos a este pozo (…) No fue un ataque en su calidad de turistas; fue con el ánimo de robar un vehículo”, aseveró la fiscal estatal.
FAMILIA LLEGA A ENSENADA
Luego de seis días de angustia, en que los jóvenes no llegaran a su hospedaje en Rosarito y se notificara la desaparición, familiares de los surfistas australianos arribaron a Baja California a reconocer los cuerpos de los hermanos.
De acuerdo con la prensa australiana, Jake Robinson, médico de 30 años, viajó a Estados Unidos desde Australia para encontrarse con su hermano Callum, de 33 años, que reside en California, para asistir al festival de música de Coachella y posteriormente surfear en las costas de Baja California. Al viaje los acompañó Jack Carter, de 30 años y nacionalidad estadounidense.
Medios como People y Sky News hacen énfasis en que los tres fueron baleados por ladrones y sus cuerpos arrojados al fondo de un barranco. Ahí mismo se hallaron los restos de otra persona, pero sin relación a este hecho, comentan los medios.
Otros medios también compartieron reseñas personales de las víctimas. BBC News publicó quie Callum Robinson, de 33 años y el mayor del trío, era miembro del equipo nacional de Lacrosse de Australia y residía en San Diego. Padecía diabetes.
Su novia Emily Horwath escribió en redes: “Mi corazón está roto en un millón de pedazos. No tengo palabras”.
Jake Robinson, de 30 años, salió de Australia dos semanas antes del crimen. Era un ávido viajero que documentaba sus paseos. Junto con su hermano Callum fueron al festival de música Coachella en California antes de cruzar la frontera de México.
Después de esta experiencia en Ensenada, Jake planeaba entrar a trabajar a un hospital de Victoria, a 65 kilómetros de Melbourne.
Jack Carter Rhoad, de 30 años y amigo de Callum, vivía en San Diego y era empleado de una compañía de servicios tecnológicos desde diciembre de 2019. En 2014-15 jugó futbol de manera profesional en Guatemala con el equipo Deportivo Mixco.
AUSTRALIA MANTIENE ALERTA DE VIAJE
El caso ha sido ampliamente difundido en Australia por lo que, tras darse a conocer el homicidio de los hermanos Robinson y el estadounidense Carter, el gobierno australiano mantuvo la alerta que emitieron para los viajeros.
De acuerdo con la alerta emitida desde el pasado 5 de abril, las autoridades de dicho país advirtieron que en México hay amenaza de delitos violentos, por lo que invitaron a reconsiderar sus visitas, sobre todo en los estados de Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas.
“El secuestro y la extorsión son riesgos graves”, alertaron, por lo que recomendó no llamar la atención sobre dinero, y usar cajeros automáticos sólo de día y en espacios públicos, así como no viajar de noche.
LA PROTESTA DE LA COMUNIDAD DE SURFISTAS
Luego de los hechos, la comunidad surfista en Rosarito y Ensenada se reunió durante el domingo en la playa de San Miguel, a la entrada del municipio para realizar una protesta y despedida a Jake, Callum y Jack.
Los surfistas ingresaron al mar con arreglos florales y una vez que estuvieron mar adentro, se tomaron de las manos para hacer un círculo y arrojar las ofrendas florales, mientras salpican el agua por varios momentos.
El ritual, explicaron los surfistas, se realiza en todo el mundo cada que un miembro de la comunidad pierde la vida, no necesariamente de manera violenta, es una forma de recordarlos, honrarlos y despedirlos.
Además del ritual, algunas personas escribieron en sus tablas consignas exigiendo mayor seguridad en las playas.
“Alto a la violencia”, gritaron durante la manifestación previa.
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