EMEEQUIS.– México sigue muy lejos de ofrecer un sistema de salud como Dinamarca. En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas” –en Ciudad de México– los trastornos post pandémicos de COVID-19, influenza y otros microorganismos emergentes, se atienden con instrumental y equipo viejo, algunos adquiridos en los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Carlos Salinas de Gortari, es decir, en los años 60 y 90 del siglo pasado, con más de 50 años en funcionamiento.
De acuerdo a documentos oficiales del INER a los que EMEEQUIS tuvo acceso, hay en operación equipos viejos y obsoletos que no han sido sustituidos en décadas y que todavía son empleados para diagnóstico y tratamiento de pacientes.
El director médico del INER, Justino Regalado Pineda, advirtió en un oficio los riesgos por trabajar con estos equipos viejos y obsoletos.
“(…) como está previsto por las estimaciones de durabilidad tecnológica, hemos llegado a una situación crítica, la vulnerabilidad para poder seguir otorgando la atención especializada que buscan nuestros enfermos, nosotros mismos como profesionales de la salud estamos en riesgo de cometer errores por trabajar con equipos en desgaste, equipos que se han convertido en obsoletos para la pandemia, deficiencia o ausencia de equipos de alta tecnología. Es por esto que e de la manera más sentida le informamos que de no contar con un reemplazo y nuevos equipos biomédicos estaremos en un elevado riesgo de incrementar la morbilidad en todas sus áreas y desgraciadamente de mortalidad y que significan un decaimiento en el prestigio que hemos logrado tanto a nivel nacional como en el extranjero”, asegura.
LOS EQUIPOS VIEJOS
En el área de Almacén de Farmacia hay dos refrigeradores de la red de frío que hace años dejaron de ser funcionales, y que además no son adecuados para la conservación de los medicamentos, lo que pone en riesgo la salud y la vida de los pacientes.
“Los inventarios son 940023 y 940054, el primero del 1968 y el otro es de 1984. Ninguno es apto para medicamento. Además se debe tener un control adecuado de la red de frío por lo que es importante contar con este equipo en el lugar necesario. Muchos pacientes con necesidad de insumos durante la atención de Covid 19 grave y en estado quirúrgica requieren del suministro de los productos que son almacenados en este equipo”, reconoce el INER.
Hay una situación similar sucede con el congelador del laboratorio, el cual ya es viejo, lo que también pone en riesgo las muestras almacenadas. Muchos pacientes con necesidad de transfusiones sanguíneas durante la atención de COVID-19 grave y en estado quirúrgico requieren del suministro de los productos sanguíneos que son almacenados en este equipo.
“Actualmente el servicio cuenta con un congelador de -30 ° con antigüedad de alrededor de 15 años, frecuentemente requiere reparaciones y cuando este está fuera de servicio existe el riesgo presente de perder controles, calibradores y muestras que ya no son recuperados y que implican un costo al instituto reponerlos, además que en el mismo congelador por norma no deben compartir reactivos con muestras, lo cual sucede actualmente”, revela.
El director médico del INER, Justino Regalado Pineda, advirtió en un oficio los riesgos por trabajar con estos equipos viejos y obsoletos.
La situación se repite en el Banco de Sangre, uno de los congeladores tiene con más de 20 años de uso, actualmente se encuentra en reparaciones constantes y su funcionamiento es deficiente.
La unidad dental es utilizada para prestar la atención de tratamiento a los pacientes con patología dental, se adquirió en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari. Los equipos son tan antigüos que ya no hay piezas originales para arreglarlos por lo que su mantenimiento correctivo es con piezas que no son las correctas.
“Los equipos actuales están muy deteriorados, han estado en el servicio por más de 35 años. Por lo cual sus partes mecánicas ya no logran la posición requerida para un tratamiento adecuado, además que es riesgoso ya que mientras se está manipulando a un paciente los soportes puede llegar a fallar generando que el paciente pierda la posición de trabajo para el médico tratante con el riesgo de que este lo pueda dañar”, expone.
Los dos equipos de pletismógrafo con difusión de monóxido de carbono para pruebas de mecánica respiratoria para establecer la capacidad pulmonar total y la fuerza de la musculatura de la respiración, ya son obsoletos.
“Los equipos actuales que tenemos con inventario 390032 y 390056, son equipos con 31 y 17 años de adquisición respectivamente y que han caído en obsolescencia. Por lo que es imperante ya cambiarlos, y con equipos más actuales poder incluso pasar los resultados de cada paciente a un expediente electrónico que además permita analizar, no manualmente, si no de manera digital el análisis de los estudios”, indica.
Hay procesos que todavía se hacen a la antigüita, que la tecnología no ha llegado como el seguimiento al equipo de esterilización del instrumental.
“En todo proceso de esterilización es indispensable identificar correctamente el material que se esteriliza, el método que se utiliza, así como el registro adecuado de los pasos que se realizan, documentarlo por escrito en la bitácora de CEYE y en la hoja de cirugía segura del expediente del paciente. Actualmente esto se realiza manualmente utilizando cintas adhesivas y papel lo cual no siempre es compatible con los métodos de esterilización y además aumenta el riesgo de errores humanos y fallas en el proceso”, señala el Instituto.
El equipo de espirometría portátil actualmente tiene más de 15 años de uso activo, “el cual debido a la periodicidad de uso requiere reparaciones constantes, lo cual resulta en retraso y reprogramación de pruebas, adicional el equipo presenta calibraciones constantes lo que ocasiona que los resultados puedan no ser confiables”.
Parte de las justificaciones para adquirir nuevos equipos.
REANIMACIÓN POCO CONFIABLE
Hay un desfibrilador externo utilizado durante la reanimación cardiopulmonar y en caso de arritmias desfibrilables, que ya no es confiable y que se requiere actualizar.
“El desfibrilador con el que cuenta el servicio tiene una antigüedad de alrededor de 20 años. Durante la pandemia incrementaron la cantidad de pacientes graves y que requirieron de reanimación cardiopulmonar, por lo que es necesario contar con equipo que funcione óptimamente. La atención cardiológica de pacientes con COVID 19 grave durante su hospitalización o traslado es indispensable para la seguridad en la atención”, revelan los documentos.
La integridad del personal de salud está en riesgo. El Servicio de Anatomía Patológica del INER realiza autopsias de personas que fallecieron por enfermedades respiratorias infecciosas entre las que se encuentran bacterias, hongos, virus y micobacterias altamente infecciosas, y la resección pulmonar se generan aerosoles potencialmente infecciosos lo cual pone en riesgo a los trabajadores del INER.
Por lo que se requiere un equipo respirador purificador de aire motorizado para proteger a los trabajadores contra el aire contaminado, “es un equipo de protección personal especializado que genera una barrera entre los aerosoles generados en la autopsia y los trabajadores, el equipo incluye una escafandra de cara completa con filtración de alta eficiencia (HEPA) y un motor que genera presión positiva alrededor de la cara lo que impide el paso de aerosoles infecciosos”.
También se está solicitando un monitor neural quirúrgico para control de los pacientes intubados y prevenir lesiones, “este equipo se requiere para el monitoreo de las cirugías de cabeza y cuello, previene la lesión de las ramas nerviosas de los órganos a operar, es un elemento indispensable para la preservación de las funciones musculares y endocrinas, entre otros. Monitor de 8 canales. El no contar con este tipo de monitores, predisponen a que se lesionen con mayor facilidad diferentes ramas neurales durante los procedimientos quirúrgicos de cabeza y cuello”.
Personal del INER enumeró 429 instrumentales y equipos que requieren sustituirse o adquirir para ofrecer un servicio de calidad y calidez a los pacientes pero no se ha autorizado el presupuesto para adquirirlos.
A ocho meses para cumplirse el plazo que el presidente Andrés Manuel López Obrador estableció para garantizar un sistema de salud como en los países nórdicos, hay instituciones que trabajan con instrumental y equipo viejo, arriesgando la salud de la gente que pretende proteger el primer mandatario.
@Alatriste_III
Powered by Froala Editor