EMEEQUIS.– El primer golpe del coronavirus para el hotel donde trabajaba Alberto, en Playa del Carmen, fue la cancelación de un grupo de turistas canadienses. La pérdida ascendió a un millón de dólares. Después de eso vinieron más cancelaciones y, finalmente, el cierre del lugar.
El joven de 32 años platica a EMEEQUIS que tuvo que renunciar y regresar a la Ciudad de México, tras la medida de la cadena de hoteles española. Recuerda que el gerente les comentó: “La decisión vino desde allá, porque les era muy costoso mantener algo que no está generando”.
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Esta historia no es poco frecuente por estos días, pues muchos hoteles y moteles en México han tenido que cerrar o reducir sus operaciones. Con la orden que dio ayer la Secretaría de Salud del cierre de playas de todo el país y que ha sido acatada por varios gobernadores del país, tras el decreto de emergencia sanitaria, se prevé un gran cierre de unidades.
Panorama de las playas de Cancún. Foto: Cuartoscuro.com
Pero esto no sólo está impactando a los hoteles de playa, también en las ciudades, como bien lo refleja uno de los puntos más importantes de reuniones empresariales en México, Polanco, en donde calles como Campos Elíseos y Andrés Bello, que albergan los principales hoteles, ya cerraron o están por hacerlo.
A la par, los gobiernos estatales han comenzado a anunciar el cierre de playas en Guerrero (entre ellas Acapulco e Ixtapa Zihuatanejo), Jalisco (Puerto Vallarta y otras), Sinaloa (Mazatlán y demás)… lo que contribuye a acentuar un drama que está dejando oleadas de desempleo. Se prevé que otras entidades hagan lo propio.
CIERRES POR CENTENARES
De acuerdo con los datos de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) y la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANHC) van más de mil establecimientos, tanto en playa como en ciudad, cerrados o que están por hacerlo.
La AMHM, que representa a pequeños y medianos hoteles y moteles, hasta la fecha registra el cierre de 645 establecimientos afiliados y se prevé que se sumen otros 182. Son cifras que irán actualizando conforme todos los agremiados del país vayan reportando, indicó la Asociación ante la consulta de EMEEQUIS.
Mientras que la ANCH, que pertenece al Consejo Nacional Empresarial Turístico y aglomera a grandes cadenas hoteleras como Posadas, Marriott, Barceló, City Express, Grupo Presidente, entre otros, reporta un cierre de 262 unidades.
EL CONTRASTE
Antes de la pandemia, 2019 fue un año de claroscuros para el turismo mexicano, en la parte de llegada de turismo internacional se tuvo un crecimiento, pero en el turismo nacional el resultado fue negativo.
De acuerdo con cifras de la cuenta de viajeros del Banco de México, en 2019 entraron al país 45 millones de turistas extranjeros, que gastaron más de 22 mil millones de dólares.
Pero en el turismo local el Inegi reporta una reducción del gasto interno de 1.3% de enero a septiembre en su comparación anual, según las últimas cifras disponibles. De los tres trimestres que abarca este periodo, en el primero y el tercero hubo una caída de 1.5% y 2.8%, respectivamente, sólo en el segundo hay un ligero aumento de 0.4%.
El año pasado el turismo en general mantuvo un desempeño positivo, salvado por los visitantes extranjeros.
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Datos de la Secretaría de Turismo (Sectur) apuntan que, en 2019, a escala nacional, se tuvo una ocupación hotelera de playa de 65.9%, una caída de 0.6%, respecto a 2018. Mientras que en las ciudades fue 55.3%, es un 0.7% menos en el periodo que se compara.
La disminución se explica por el menor gasto de los turistas nacionales, puesto que estos representan alrededor de un 65% de la ocupación, además, muchos hoteleros han mencionado que han perdido una parte del mercado con la llegada de otras opciones de alojamiento como Airbnb, la plataforma en la que ciudadanos ofrecen su casa o departamento en renta.
APAGAN LAS LUCES
El turismo de negocios es clave para el país, tanto de empresarios nacionales como internacionales, tal como lo publicó EMEEQUIS hace unos días, este tipo de turismo representa un ingreso de alrededor de 12 mil millones de dólares al año.
En Polanco, un corredor que se integra por cuatro grandes hoteles, se ha paralizado. En Campos Elíseos y Andrés Bello se ubican el Marriott, el Presidente Intercontinental, el W, el Hyatt Regency. Todos ellos se caracterizan por ser de las principales sedes de hospedaje y reuniones de altos ejecutivos y funcionarios.
No se diga el Marriott, que aloja al Club de Industriales, que se describe como uno de lo espacios de negocios privados con más prestigio en la Ciudad de México. Quienes han ido ahí saben que hay reglas de etiqueta, para los hombres es más estricta, de traje y corbata, si no, no entras.
Esta zona se ha apagado, no se ve la cantidad acostumbrada de hombres trajeados a punto de entrar a una reunión o saliendo de ella. Lugar altamente concurrido por las principales cúpulas empresariales como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Este medio digital realizó llamadas para saber si la poca actividad se debía ya a un cierre de los hoteles. En el Presidente Intercontinental se nos dijo que este viernes es su último día; estará cerrado hasta el 31 de mayo. La misma respuesta se obtuvo del Hyatt Regency: “hay suspensión hasta el 31 del próximo mes”.
Y, bueno, no se diga del Hotel W y del Marriott donde sólo contesta la grabadora y cuando llega el momento de pedir que seas atendido por una persona, suena y suena sin que nadie responda.
Incluso en las reservaciones que se pueden hacer en diversas plataformas como Booking, en el Marriott marca que no hay disponibilidad de habitaciones.
En la capital también escasean visitantes.
Y LOS DE LA PLAYA, TAMBIÉN
En el hotel donde trabajaba Alberto desde hace tres años como mayordomo, las proyecciones de ocupación por la temporada de Spring Breakers y la Semana Santa pasaron de 100% al cierre total del hotel, eran los datos que les daban en las juntas de la mañana hasta hace algunas semanas.
Cuando dejó Playa del Carmen, estaba prácticamente como pueblo fantasma. “Primero cerró un hotel que despidió 200 empleados y luego se empezaron a cerrar otros, hasta que llegó el nuestro… ya no había gente en las calles, sólo los de los locales, turistas no había, salvo uno que otro nacional”.
Pero, por ejemplo, la AMHM dice que ahorita en algunos lugares de playa la ocupación es de entre 2 y 6%, un descenso “dramático” como el caso de Islas Mujeres, Cancún y Acapulco.
Jorge, otro joven que trabaja en un hotel de Los Cabos, Baja California, también puede dar cuenta de esto. Platica que a partir del COVID-19 la ocupación disminuyó en todos los centros, “unos cerraron y otros siguen operando para atender a los huéspedes que quedan”.
En el suyo, él sigue laborando, es chef, pero sólo para atender a los dueños residentes del hotel, a una gran parte de sus compañeros los mandaron a descansar con goce de sueldo.
No obstante que el impacto más visible se está dando en los destinos de playa, la AMHM confirma que, además de Cancún, que es de los que más cierres registra, en el ámbito urbano está la Ciudad de México como la más afectada.
PYMES, SIEMPRE LAS MÁS AFECTADAS
La AMHM apunta a EMEEQUIS que, si bien las grandes cadenas tienen un gran número de habitaciones, de las 24 mil unidades que se estima hay en el país, sólo poco más de 1.5% pertenecen a estas.
Mientras que 80% entran a la categoría de microempresas, 15% en pequeñas y 3% a medianas.
En la categoría de micro y pequeñas entran muchos moteles que ahora tienen poca demanda. Aunque la oferta sigue disponible en varias unidades del país, según se puede ver en algunos sitios especializados de reservas, incluso hay algunos afortunados que en su anuncio ponen que sólo queda una habitación o ya no hay disponibilidad.
En México, el turismo en su totalidad aporta 8.7% del Producto Interno Bruto. Los hoteles representan casi un 30% del PIB turístico y son 200 mil empleos los que aporta. “De ese tamaño es la industria… y por lo mismo no es sencillo calcular el tamaño del impacto”.
“Lamento la crítica situación por la que atraviesa mi querido sector, causada por la pandemia. Principalmente por lo que vive hoy el sector hotelero, al cual tuve el honor y distinción de representar como Presidente Nacional de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHN) 2000-2004”, publicó ayer en su cuenta de Twitter el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués.
LOS ANUNCIOS DE LAS GRANDES
La semana pasada, Grupo Posadas, que aglutina varias marcas, algunas de estas son: Fiesta INN, Fiesta Americana, Hoteles One, emitió un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en el cual señalaba que por la crisis de COVID-19 comenzaría a implementar algunas medidas tales como: ofrecer servicios limitados, deshabilitar pisos e incluso el cierre temporal de operaciones al público de hoteles completos.
El grupo que preside Pablo Azcárraga prevé que para marzo, abril y mayo la ocupación ronde 16%, por lo que estima una suspensión gradual de operaciones de 106 hoteles. El grupo cuenta con 187 hoteles que en conjunto suman 30 mil 265 cuartos.
Como consecuencia de la incertidumbre por el coronavirus, Posadas retiró sus perspectivas sobre su condición financiera, de negocio y resultados de operaciones para 2020. El año pasado obtuvo ingresos por 9 mil 73 millones de pesos, un crecimiento de 8.9% respecto a 2018.
En igual sintonía, el Grupo Hotelero Santa Fe, fundado por Carlos Gerardo Ancira Elizondo, hermano de Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos de México, ahora detenido en España por su presunta relación con el caso Pemex-Odebrecht, indicó también a la BMV la afectación en su portafolio por la pandemia.
El grupo, que opera bajo la marca nacional Krystal, y en internacionales como Hilton, Hyatt, Marriott, Accor y AM Resorts, detalló que a partir de marzo vieron una disminución importante de sus ocupaciones, de manera más pronunciada en sus hoteles urbanos, por lo que una de las acciones que está considerando es el cierre temporal “ya sea parcial o total de algunas propiedades, de ser necesario”.
La situación en Acapulco. Foto: Cuartoscuro.com
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Grupo Hotelero Santa Fe cuenta con un portafolio de 25 propiedades en el país. En 2019 registró ingresos por 2 mil 237 millones de pesos, 8.4% más que en 2018.
Aun con un 2019 que no era nada previsor para estas cadenas que cotizan en la BMV, tuvieron resultados positivos, aunque por debajo de sus expectativas, reconocen. Y es que también hubo el problema del sargazo, que afectó a varias playas mexicanas, además de un bajo dinamismo de la economía, con un nulo crecimiento.
SOLICITUD DE APOYOS
La AMHM indicó que se ha dirigido un plan de apoyo específico con la intervención de la Sectur a siete instituciones federales para sortear la crisis que enfrentan por 90% de las cancelaciones que se prevén en establecimientos de todo el país.
“(Lo implementado por el COVID-19) podría originar que empresarios del sector enfrenten problemas de liquidez para la devolución de anticipos y el pago de nóminas, viéndose en la necesidad de reducir su planta laboral”.
Al SAT le requieren aplazar la declaración anual 90 días, acelerar la devolución de impuestos en particular los correspondiente al IVA y suspensión temporal del pago de ISR. Y una vez superada esta crisis, proponen no cobrar impuesto sobre hospedaje a congresos internacionales y nacionales.
Al IMSS y al Infonavit le piden que el plazo para cubrir las cuotas obrero-patronales con ambos institutos se amplíe a 90 días, eliminando multas y recargos. A la Secretaría del Trabajo se solicita apoyo para firmar convenios con sindicatos y trabajadores con el fin de reducir temporalmente las jornadas laborales y/o pactar paros técnicos.
A la Profeco le piden que, derivado de las cancelaciones de reservaciones a turistas, le den los hoteleros un mayor plazo para devolución de anticipos, evitando multas. Y a la CFE la reducción o subsidios de tarifas eléctricas por lo que resta del año.
LOS QUE YA SUFREN
A muchos trabajadores del sector turístico que tenían un puesto “estable”, el COVID-19 se los derrumbó. A algunos les toca vivirlo no en una situación tan compleja.
Alberto, el joven que trabajaba en Playa del Carmen, dice que no sabe qué hará si esto se extiende más “cuando se me vaya acabando el dinero ahí va a estar el problema”. Él tuvo que renunciar, pero el dueño del hotel le comentó que hay la posibilidad de que reanuden en junio.
Ahora se ve en una situación complicada, ya que a su papá lo descansaron con lo de ley, un salario mínimo por 30 días, “es prácticamente nada”, cuenta con voz poco optimista.
Gaby es otro rostro de la compleja situación, a ella le pidieron “días solidarios” en un hotel en Veracruz, donde se desempeñaba como recepcionista. Nos platica que ahora no tiene dependiente, pero “viene uno en camino, tengo 3 semanas de embarazo aproximadamente”.
“Gente que no muera por el COVID lo hará por la escasez de medios para conseguir comida, en el hotel donde yo trabajo, desgraciadamente tuvieron que despedir a más de la mitad de los empleados, fue una situación muy dura ver la larga fila afuera de las oficinas de Recursos Humanos, todos tristes, porque ya sabían lo que pasaría, muchos con los ojos llenos de lágrimas”.
Por su parte, Jorge quien trabaja en el hotel de Los Cabos que ya cerró, pero sigue brindando servicio a los dueños, apunta que en el caso de sus compañeros que ya mandaron a descansar sí les dieron su sueldo completo, pero hay algunos que sí le preocupan.
“La mayoría de los meseros vive de las propinas y su sueldo es el mínimo. Sí se siente la baja, en Los Cabos todos dependen del turismo, taxistas, comerciantes y actividades ya no hay”.
Aspecto de Cancún hace unos días. Foto: Cuartoscuro.com
¿OTRO USO?
En otros países han encontrado un uso útil de hoteles y moteles, varios han acondicionado estos establecimientos para la recepción de contagiados de COVID-19.
En China, ocuparon hoteles para albergar a personas infectadas; en Israel, se adecuaron algunos en Jerusalén y Tel Aviv para hospitalizar a decenas de personas. En Argentina hicieron lo propio para la recepción de enfermos no graves.
A principio de marzo, el condado de King, en Seattle, anunció su intención de comprar un motel y poner pacientes en cuarentena, resaltando las características de este tipo de lugares, que son: superficies duras, fáciles de limpiar y, lo más importante, que cuentan con habitaciones independientes.
En México, el primero que ha planteado esta opción es el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel Enrique de la O, quien ha dicho que se considera utilizar hoteles y moteles para el aislamiento de las personas con COVID-19.
“Hoteles y moteles que no van a tener mucha afluencia de huéspedes y podemos en un momento dado (usarlos) para poder aislar a los infectados y que en sus viviendas no tengan las condiciones adecuadas para que se puedan aislar”.
@ptcervantes