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Música para el pueblo. Fotos y videos: Especial.
EMEEQUIS.– Las orquestas comunitarias de Iztapalapa se presentan como un ejemplo de cómo la educación artística puede transformar vidas y fortalecer el tejido social, no solo a nivel local, sino con la esperanza de influir en un contexto más amplio.
Este esfuerzo culminó en el concierto “140 Orquestas Comunitarias” celebrado en la Macroplaza de Iztapalapa, donde más de 2 mil personas se reunieron para disfrutar de un evento que contó con la participación de cerca de 800 alumnos de la Escuela de Música Meyehualco y del programa de Orquestas Comunitarias.
El papel de las orquestas comunitarias en el mundo ha sido ampliamente reconocido por su capacidad para unir a las personas a través de la música. Estas orquestas ofrecen una plataforma inclusiva donde músicos de todas las edades y antecedentes pueden reunirse y crear algo más grande que ellos mismos. La National Endowment for the Arts destaca que las orquestas comunitarias inspiran y unen a sus miembros, promoviendo una cultura de colaboración y crecimiento personal.
En Estados Unidos, las orquestas comunitarias son esenciales para el ecosistema musical. Con más de 1,200 orquestas en funcionamiento, estas organizaciones realizan aproximadamente 28,000 eventos anuales, atrayendo a 25 millones de asistentes y contribuyendo significativamente a la economía.
Estos ensambles no solo ofrecen conciertos accesibles y de bajo costo, sino que también juegan un papel crucial en la educación musical y en la integración cultural.
El concierto de Iztapalapa incluyó un variado repertorio que abarcó desde “Palladio” de Karl Jenkins y “Jubilate Deo” de M. Praetorius, hasta “Bonita” de Luis Alcaraz y el “Himno a la Alegría” de L. V. Beethoven. Este evento no solo celebró el talento local, sino que también subrayó el papel crucial de la música en la construcción de una comunidad más cohesionada y en paz.
Lizzy Cisneros, directora de orquestas, destacó la importancia de la educación musical gratuita en Iztapalapa. “En muchos países, acceder a la educación musical es muy costoso. Aquí en Iztapalapa es gratuito. ¡Felicidades a todos!” comentó, resaltando la accesibilidad y el impacto positivo del programa.
El evento también presentó piezas populares como “Mis Sentimientos” y “Nunca es Suficiente” de Los Ángeles Azules, “Siyahamba” (Trad. Zulú), y el “Vals N°2” de D. Shostakovich. Esta selección no solo mostró la versatilidad de los músicos, sino también la riqueza cultural que se cultiva en Iztapalapa.
Durante la inauguración, el alcalde de Iztapalapa, Raúl Basulto Luviano, mencionó la importancia de la iniciativa y el papel fundamental de los profesores de música en los distintos espacios de las Utopías. “No podíamos concluir nuestra administración sin conocer los frutos de estas 140 orquestas que hoy nos acompañan,” señaló.
Basulto también expresó su deseo de que las orquestas de Iztapalapa se presenten en otras alcaldías de la Ciudad de México. “Vamos a tocarle la puerta al jefe de Gobierno, Martí Batres, para ver si nos permite hacer un concierto en el Zócalo capitalino para todas las personas de la Ciudad de México,” indicó, reflejando el deseo de compartir el trabajo realizado en Iztapalapa con un público más amplio.
Las orquestas comunitarias son un recurso vital para las pequeñas comunidades, promoviendo la diversidad cultural y ofreciendo un espacio para el desarrollo artístico y personal. La música no solo entretiene, sino que también educa, conecta y enriquece a las comunidades en las que se desarrolla.
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