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EMEEQUIS. Es un café discreto, en una esquina de la Roma Norte, en avenida Yucatán 10-B. El lugar está lleno de cráneos falsos. Y cerca de la puerta, un tzompantli. Según el gobierno de la Ciudad de México, este lugar, llamado “Bizarro”, es uno de los puntos de encuentro de neonazis.
Al entrar, por la mañana, todas las mesas están vacías. Atiende un mesero de tez morena. El local tiene una barra al fondo y en los anaqueles en las paredes, hay flores de cempasúchil entre colores terracota.
Uno de los meseros dice que no ha visto nada extraño, que las ventas son las mismas, que todo está tranquilo. Pero recuerda que oyó a sus jefes “platicar algo al respecto” sobre el asunto de las reuniones fascistas, pero no se acuerda bien.
El bar Bizarro, frecuentado por neonazis cabezas rapadas. (Especial)
Los locatarios de puestos cercanos, incluyendo Lupita (seudónimo), tienen en su memoria la imagen de una noche donde hombres rapados, blancos, entraron al Bizarro. Los policías cercanos y las personas que pasan por ahí recuerdan algunas noches de fiesta: música de banda, rock.
El secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, dijo el 15 de noviembre que estos grupos fascistas “siempre han actuado de manera subterránea, pero ahora llama la atención el activismo que han tomado en los últimos meses”.
Sobre Bizarro, dijo que “ahí celebraban conciertos o algún tipo de actividades y reuniones. Tenían y han tenido una filial en Coyoacán”.
El 1 de julio, el usuario de Twitter Anthony Goatman ya advertía en un tuit un fenómeno curioso en la colonia Roma: “Parece que el desmadre del Café Bizarro está más denso de lo que se esperaba y la basura neo nazi están saliendo de su cloaca”.
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Este café donde también se pueden ver carteles de David Bowie tiene la “suerte” de no haber cerrado. Pese a estar identificados como un lugar de reunión para este tipo de grupos, sus mesas siguen sobre la calle y sus empleados preparan papas a la francesa, sin contratiempo.
Sin embargo, el Salón Pentathlón no tuvo tanta suerte. El lugar fue sede de un concierto neonazi el pasado 29 de octubre, según una investigación difundida por El País. Fue clausurado por el gobierno de la Ciudad de México, pero no por dar espacio a grupos con ideologías racistas, sino por no contar con los permisos adecuados para la realización de eventos de fiestas en sus instalaciones.
El salón es parte del Internado Sección “B” Doctor Gustavo Baz Prada. En sus enormes muros exteriores tiene una manta que pregunta “¿Eres estudiante de provincia y no tienes dónde vivir?” Luego, promete que si perteneces a una institución educativa “tenemos un lugar para ti”. Su escudo tiene un águila bicéfala que resguarda dos rifles. La pancarta también tiene el logo de la UNAM, la UAM y el Instituto Politécnico Nacional.
Una vecina de una vecindad aledaña, Alicia (seudónimo), dice que solo ha escuchado fiestas, pero nada extraño en los alrededores; igual Brenda, otra vecina, que solo recuerda algunas noches de música fuerte en el lugar, pero nada más. El internado tiene en su entrada principal los sellos que Martí Batres presumió en redes sociales el 10 de noviembre:
“El Salón Pentathlón, en la colonia Santa María la Ribera, donde en días pasados se celebró un concierto fascista y nazi fue cerrado la tarde de ayer por autoridades del @inveacdmx”.
El salón Pentathlón fue clausurado por las autoridades. (Twitter)
El salón donde ocurrió el concierto, al que no se puede acceder por los sellos de clausura, luce papel picado de colores de Día de Muertos. En el estacionamiento, un águila real que mira al cielo celebra 79 años del internado.
En el patio del lugar hay una placa que reza: “No murmuraré jamás ni permitiré que alguien lo haga en detrimento de mi grupo”. “Patria, honor y fuerza”.
GRUPOS NEONAZIS EN MÉXICO “NO SON NADA NUEVO”
El maestro en Comunicación y docente en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Carlos Alberto Carrizáles, que investiga grupos de ultraderecha, explica que el surgimiento de este tipo de grupos en CDMX no es un fenómeno nuevo, por lo que propone mejor “posicionarlo en ciertas tradiciones ideológicas conservadoras que, en algunos períodos más o menos, han permeado las posiciones políticas y sociales en México”.
Destaca que ya hubo grupos en el país que “coincidieron con posturas del nazismo o del fascismo (pureza racial, nacionalismo exacerbado, políticas autoritarias, antisemitismo) y que adaptaron sus premisas al entorno particular de la región, imbricándolas muchas veces con cuestiones religiosas: Los Camisas Doradas, la Unión Sinarquista, Liga Nacional para la Defensa Religiosa, el Yunque, por mencionar algunos. Muchos de ellos eran también anticomunistas”.
Carrizales detalla que estos grupos son problemáticos porque “impulsan discursos de odio hacia poblaciones vulnerables, precarizadas, disidentes o estigmatizadas, lo que puede derivar en una convivencia social agresiva y muy resistente hacia los cambios que intentan impulsar los movimientos sociales emancipatorios”.
Por su lado, Alonso Hernández, historiador y titular de la organización Archivos y Memorias Diversas (que rescata la memoria LGBTTTIQA+), reafirma que “los grupos neonazis son antiderechos, fomentan el odio, la división y deshumanizan al otro, y nos señalan la descomposición social que se vive”.
Héctor Alejandro Quintanar, politólogo de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, apunta que estos grupos, como los del concierto de la CDMX, “son marginales, estos grupos que se presentan nazis como tales”, sin embargo, aclara que esto “no les resta gravedad”.
“Porque sin importar su tamaño pueden cometer atropellos y cosas muy terribles, porque su pulsión es enteramente antidemocrática, enteramente antihumanista, entéramente violenta, enteramente intolerante”.
EN REDES SOCIALES, SE COMPARTEN VIDEOS INÉDITOS DEL CONCIERTO
La cuenta de Twitter Caduti di Lavapiedi, que comparte contenido antisemita y racista, compartió dos videos inéditos del concierto nazi en la Ciudad de México. Uno de la banda Irreductibles y otro del estelar de esa noche, Batallón de Castigo.
En ellos, se ven las cabezas rapadas estirando la mano hacia las bandas. En ellos se escucha un coro de decenas de fanáticos que levantaban sus celulares para grabar, para repetir la línea “esto no tiene futuro”.
En México, el mundo de los neonazis existe en Twitter, Facebook y YouTube, a plena vista, plenamente identificados como skinheads, sin que ningún tipo de ciberpolicía intervenga. Estos usuarios comparten enlaces y memes donde comparten odio contra la comunidad judía, las poblaciones de la diversidad sexual, las mujeres y personas racializadas.
La usuaria Lucia (@Ardillazua) comparte una foto de “Royal Aces Convicted”, una de las bandas participantes del concierto en el Salón Pentathlón. También comparte otra foto: ella, junto a cuatro hombres, posan para la foto bajo un ilustrativo texto: “Familia skinhead san Luis potosí”.
La página “Que hacer en hermosillo.com” posteó también un cartel de la banda neonazi Suncity Skins, que en 2014 anunció presentación en el estacionamiento que está detrás del IMFOCULTA Nogales.
Estas y otras cuentas, tienen un modus operandi similar, ya que comparten enlaces de música fascista, así como contenido anti feminista, anti comunista y de teorías conspirativas sobre temas de política y hasta de la existencia del COVID-19.
En YouTube, en el canal del usuario Alonso Flores, se colgó hace 8 años la canción “Tu Realidad” del grupo SunCity Skins.
En la letra se llama a “ser valiente” y a “evitar la realidad”. Se pide brindar “por los amigos que ya no están” y se advierte que hay personas “que critican tu forma de pensar”. Debajo, los fans se hacen presentes con los comentarios. Celebran la banda, y se identifican con su propio lenguaje. “Noreste skins oi! ??”, “Letras chingonas, música bien verga!!! Oí!”
De nazis a nazis, de mexicanos a mexicanos, no tienen empacho en celebrar el contenido en una plataforma que permite, como tantos otros espacios, la proliferación de grupos nacionalsocialistas, nostálgicos de Hitler, idealizadores del Tercer Reich alemán.
@Ciudadelblues
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