Unión endeble entre el PT y Morena. Foto: Especial.
EMEEQUIS.– Aunque a nivel nacional conforman, junto con el Verde Ecologista de México (PVEM), la coalición Sigamos Haciendo Historia, en los estados se mantiene una confrontación entre el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuyos miembros se han acusado de corrupción y de buscar sacar beneficio de la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia.
Detrás de las dirigencias partidistas en las entidades hay grupos políticos con un longevo historial que recorre varios partidos, principalmente el otrora dominante Revolucionario Institucional (PRI).
Esta lucha por el poder en “las izquierdas” ya dejó agresiones, como el caso de Jojutla, Morelos, donde la candidata morenista a la gubernatura, Margarita González Saravia, salió corriendo y protegida por seguridad el pasado 4 de mayo, ante golpes y empujones entre militantes.
El zafarrancho público tuvo como preámbulo el portazo de militantes petistas a un evento en el poblado de Tlatenchi que los miembros de Morena denominaban suyo. Además, ocurrió en el contexto de una pugna entre los partidos, que aunque en Morelos también van coaligados para la gubernatura, no así en diputaciones locales y alcaldías.
Una de las disputas es la de Bertiel Miranda Rosas, quien buscaba la candidatura morenista en Jojutla y al no obtenerla se sumó al PT, que lo postuló, contra Alan Martínez, alcalde interino y candidato guinda.
Martínez y Miranda, también exdirector de Agricultura del municipio, eran parte del grupo morenista en el poder, que en Jojutla llevó a la alcaldía a Juan Ángel Flores.
En Hidalgo el escenario es similar, pero la confrontación alcanza al gobernador morenista Julio Menchaca Salazar y a una agrupación política que se unió al morenismo previo a la elección presidencial de 2018: la Sosa Nostra o Grupo Universidad –se le conoce así por el control que ejerce sobre la Autónoma del Estado de Hidalgo desde hace 42 años–, a cargo de los hermanos Gerardo –con un proceso en curso por presunta delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita– y Óscar Damián Sosa Castelán.
A la par de su militancia en Morena, el Grupo Universidad se hizo del control del PT. Al ser relegados en el proceso interno mediante el cual se asignaron candidaturas a legisladores federales y locales en el partido mayoritario, el clan acaparó las candidaturas petistas a estos cargos y también a presidencias municipales.
Igualmente, acusó amaño en Morena, venta de postulaciones y al gobernador Menchaca Salazar de usar a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) para la persecución de adversarios que, asegura, le aventajan.
El PRI local, a cargo del grupo político de la diputada federal y aspirante al Senado Carolina Viggiano Austria, apoyó la denuncia de los Sosa Castelán, los reconoció como víctimas de una pugna y sumó acusaciones contra el mandatario actual, también exmilitante priista.
La organización al mando de Gerardo Sosa, a quien la Fiscalía General de la República (FGR) imputa el desvío de 58.2 millones de pesos mediante un esquema en el que, afirma, utilizó a la Autónoma del Estado para triangular dinero mediante una empresa fantasma, Contabilidad del Siglo XXI, para que éste llegara a cuentas del jefe político, sus hijas y personeros, surgió en el PRI como un grupo de choque, empleado por el entonces gobernador Jorge Rojo Lugo contras sus rivales al interior del propio priismo.
Damián Sosa Castelán, candidato al Senado por el PT, ha buscado la protección federal ante órdenes de aprehensión desde que su hermano fue detenido el 31 de agosto de 2020. Con amparo actualmente, sostuvo que el gobierno morenista lo persigue, junto a otros aspirantes incorporados al obradorismo en la coyuntura de la caída del PRI a nivel nacional.
En total, el dirigente de este partido en Hidalgo, Javier Vázquez Calixto, dijo que 30 aspirantes petistas cuentan con amparos, y aseguró que el alcalde con licencia de Progreso, Armando Mera Olguín, detenido el 23 de abril por presunto uso de atribuciones agravado de 5 millones de pesos, según la imputación que le hicieron, es un ejemplo del uso político de la procuraduría, pues afirma que Mera, candidato a diputado local por el distrito de Mixquiahuala, es el mejor posicionado.
El edil llegó al cargo por Morena y fue de los personajes que se alió al Grupo Universidad tras la distribución de candidaturas en el partido oficial.
Tanto en Hidalgo como en Morelos, estos partidos pelean las posiciones en lo local y durante la contienda han emitido acusaciones mutuas para desacreditarse. Ambos bandos aseguran que su contraparte usurpa el nombre de Sheinbaum y el del presidente Andrés Manuel López Obrador para conseguir beneficios.
También en Sinaloa hay división entre los partidos que, aseguran, personifican la transformación: el gobernador Rubén Rocha Moya descartó al PT como parte del “plan c” al que llama la candidata a la Presidencia.
El marco es la pugna entre el mandatario y el depuesto alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro. El exmorenista, que había sido el primer edil reelecto, entró en una confrontación política con el mandatario y fue separado de su cargo por un Congreso de mayoría morenista. Además de los juicios políticos en su contra, le imputaron dos cargos penales por presunta corrupción y abuso de autoridad.
Ferreiro, que fue postulado al Senado por el PT, llamó a los sinaloenses a no votar por Morena. Su argumento es que quienes aspiran a los cargos buscan enraizarse en el poder, además de acusar que actuaron indebidamente para deponerlos de los cargos como alcaldes a él y a Luis Guillermo Benítez Torres, “el Químico”, de Mazatlán.
En junio del año anterior, el “Químico” fue vinculado a proceso por “desempeño irregular de la función pública”, según la causa penal 574/2023. El Partido del Trabajo lo postuló como candidato a diputado local por el distrito 22.
La división no es exclusiva de estas entidades: en Nuevo León y Tlaxcala también viven confrontaciones entre los dos partidos de la coalición oficial. La raíz, como en los estados mencionados anteriormente, la distribución de posiciones en el contexto de la actual elección.
@axelchl