¿Cómo perder una bandera de 50 metros? Don Jesús nos cuenta. Fotos y videos: Maricarmen Gutiérrez.
EMEEQUIS.– Hay banderas de todos tamaños en la marcha. La de Jesús García destaca porque no es pequeña ni grande. Es monumental. Mide alrededor de 50 metros de largo y pesa 80 kilos, nos cuenta sudoroso en medio de su odisea de transportarla, perderla y encontrarla.
¿Cómo perder algo tan grande? ¿Cómo encontrarla en medio de la marea rosa del Zócalo?
En la convocatoria se invitó a asistir con banderas. Jesús menciona vino en calidad de manifestante, estaba encargado de una de ellas. Afirma que las personas la comenzaron a extender y pasar sobre sus cabezas hasta que, de repente, perdió el control y la bandera desapareció.
Entre las personas se mueve preguntando hacia donde fue la bandera “ya va hasta atrás”, le dicen. Mientras intenta movilizarse entre la gente, uno de los presentadores menciona “nunca más nuestra bandera secuestrada” a lo que don Jesús menciona, sin perder el humor ante la adversidad: “pero sí robada”.
Mientras caminamos, menciona que la bandera mide cerca de 52 metros y le costó 12 mil pesos. La compró junto con un grupo de amigos. Aunque, por ahora, él es el único que la está rastreando.
En camino, hay letreros que mencionan “mis hijos pagarán las consecuencias del Tren Maya”, “el INE es de todos”, “si no va a votar no estorbe”.
Hay mínimo tres banderas monumentales en la plancha del Zócalo, don Jesús revisa dos de ellas, pero ninguna es la de él.
Por fin, la bandera aparece cerca de Palacio Nacional y Templo Mayor. En esos momentos Xóchitl y Taboada se están comprometiendo a mejorar el país en caso de ganar.
Todavía no es momento de echar porras. Don Jesús intenta recoger la bandera, pero no puede, la gente sigue jalando y va hacia atrás. Y don Jesús va tras ella, como niño héroe, pero versión maduro.
Casi llegando al otro extremo de Palacio Nacional logra mantener el control sobre el lábaro y le pide a más personas (portan gorras del PAN) que le ayuden a recoger el trozo gigante de tela que encierra tanto simbolismo.
Desorganizados y todo pero logran recogerla sin que roce el piso.
Y don Jesús pide que se la echen sobre la espalda. Como un Pípila posmoderno comienza a movilizarse entre el gentío, hasta que llega frente a la zona donde están los maestros de la CNTE, que llevan varios días en plantón. Pide que le permitan pasar, pero no le dejan, le dicen que debe rodear.
“¿Así, tú solo?”, le preguntan, y él responde qué sí.
Con la bandera enredada en la espalda comienza a cruzar media plancha del Zócalo de nuevo. Si no se rindió antes, no lo hará ahora. Casi llegando al asta bandera, encuentra a doña Edith, quien vino a la marcha y después irá por su mandado, por lo que trae su carrito.
Jesús le pide prestado el carrito, le explica que es para llevar la bandera. Doña Edith, sin pensarlo, se lo presta. Acomodar la bandera es un lío, está demasiado grande y termina por desbordarse en cada lado. Así que don Jesús decide enredarse parte de la bandera en el brazo.
De nueva cuenta comienza a meterse entre las personas para llegar a 16 de abril. Atrás de él se coloca doña Edith, ella menciona que fue a la marcha porque cree en la democracia y siente que el país está secuestrado. Va lo más cerca que puede de don Jesús, pidiendo permiso: “dejen pasar, traemos una bandera”.
Cada que la bandera se cae un poco ella corre y la levanta. Pasar entre tanta gente es difícil, pero cuando ven que traen la bandera les ceden el paso. Por fin, al llegar a la boca de la calle 16 de abril, doña Edith toma el carrito y lo carga por atrás. Así van lo dos con la bandera. “Vaya que pesa”, menciona Edith. El calor está bastante fuerte y el peso de la bandera se refleja en los gestos de don Jesús y doña Edith. Ella pide descansar un poco.
Mientras Xóchitl Gálvez, quien va para presidenta, y Santiago Taboada, quien aspira a convertirse en el jefe de Gobierno, terminan sus discursos, Jesús decide esperar a sus amigos “en la sombrita” y regresa su carrito a doña Edith. así culmina su aventura con la bandera gigante que un día se perdió y se volvió a encontrar.
@MarRome259