EMEEQUIS.– Muchos pronosticaban que los dirigentes reales del PRD desde hace por lo menos 13 años, los llamados “Chuchos”, sólo se quedarían con el cascarón de ese partido, si continuaban con la lógica tribal de pugnas internas.
Y sí. El tiempo les dio la razón a estos agoreros.
Hoy, con niveles de votación que sólo les da para rasguñar el registro como partido político nacional, con una militancia que optó por irse en desbandada hacia Morena, con todos sus referentes históricos fuera del partido y colocados como la última fuerza política del país (de siete), los perredistas van por un “cambio radical”… pero sólo de imagen.
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La fórmula mágica para la nueva transformación del Partido de la Revolución Democrática –nos cuentan a EMEEQUIS fuentes de esa fuerza política- será el cambio del histórico logotipo que los caracterizó desde principios de la década de los noventa del siglo pasado, el sol azteca en negro con fondo amarillo; cambio de nombre, todavía por definir, y un “giro ideológico” hacia la socialdemocracia.
El asunto de fondo es que, nos dicen, todos estos cambios estarán en manos de quienes han llevado al PRD a su virtual desaparición de la escena política del país: “Los Chuchos”, Jesús Ortega Martínez, Jesús Zambrano Grijalva, Guadalupe Acosta Naranjo y ya en menor medida Carlos Navarrete Ruiz.
LA MANO DE CLAUDIO X. GONZÁLEZ
Desde sus lujosas oficinas en la calle Durango, en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, “Los Chuchos” (virtuales dueños de la franquicia del PRD y de la corriente Nueva Izquierda) afinan lo que, al menos para ellos, será la refundación del partido iniciado por figuras como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, José Woldenberg Karakowsky, Andrés Manuel López Obrador y Gilberto Rincón Gallardo.
Y sí. Lo que nos platican es que en el boceto que están armando estos perredistas en la casona de la colonia Roma –no en la sede nacional de Avenida Benjamín Franklin, ni mucho menos en el histórico edificio de Monterrey 50, que originalmente perteneció al Partido Comunista Mexicano (PCM)– lo están haciendo de la mano del artífice de la alianza “Va por México” (PAN-PRI-PRD), el empresario Claudio X. González.
TODO SEA POR LAS PRERROGATIVAS
Más allá de una limpia a fondo de las viejas prácticas que caracterizaron al PRD, y que lo han llevado casi a su extinción –como la creación de diversas corrientes internas buscando, en una guerra sin cuartel, distintas cuotas de poder y fuentes de financiamiento para nutrir a sus clientelas–, nos dicen que los dirigentes perredistas (léase “Los Chuchos”) en realidad van por un cambio cosmético que les asegure su registro como partido político.
Pero, sobre todo, las jugosas prerrogativas que ello conlleva (579 millones 900 mil 953 pesos en 2021, por ejemplo).
Para ello, el bloque que dirige al PRD desde hace ya casi tres lustros no sólo fortalecerá, sino que hará una cuestión vital la política de alianzas con otros partidos políticos, pero casi exclusivamente con el Partido Acción Nacional (PAN), como ha venido ocurriendo desde que “Los Chuchos” asumieron el control de ese instituto político.
Es decir –nos confirman a EMEEQUIS– que la “nueva opción partidista de corte socialdemócrata”, otrora PRD, literalmente asumirá el papel de un “partido rémora” del PAN, papel como el que ha desempeñado el Partido del Trabajo (PT) con Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, o el del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con los últimos cuatro gobiernos federales.
De ese tamaño será la nueva “manita de gato” al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
@emeequis