EMEEQUIS.– La salida del excanciller Marcelo Ebrard de Morena dejaría en ese partido un boquete cuya relevancia no está sólo en el tamaño, sino principalmente en la naturaleza expansiva, sobre todo durante la etapa de nominación de candidaturas.
El líder visible de la tribu marcelista en la Cámara de Diputados, Emmanuel Reyes Carmona, estimó una migración de unos 480 cuadros políticos morenistas en todo el país, además medio centenar de diputados federales, a quienes se sumaría una decena de senadores, todos los cuales, dijo, “no tendrían problema en acompañar” a Ebrard en su nueva aventura, que según se perfila el escenario, la nominación presidencial de Movimiento Ciudadanos (MC).
Reyes Carmona sugirió que han excluido de las nominaciones a la estructura marcelista, pues se han negado a “aceptar las propuestas de estos cuadros políticos que representan a un sector muy importante al interior de Morena”.
Pero la verdadera amenaza no está tanto en el tamaño del boquete que la migración marcelista podría hacerle a Morena, como en la naturaleza expansiva que dejaría, como prefiguró el legislador Reyes: “A partir del 10 de noviembre podrían resultar otras cosas, porque van a quedar dolidos en el camino, los que no resultaron favorecidos por las encuestas”.
Y la apuesta principal sería la alcaldesa con licencia de Iztapalapa, Clara Brugada, aspirante a la nominación morenista a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, donde la estructura oficial parece alineada con el exjefe de la Policía capitalina, Omar García Harfuch.
Reyes Carmona salió a exponer el tamaño del hueco que dejaría Ebrard ayer, dos días antes del pronunciamiento del artífice de la Línea 12 del Metro capitalino, sobre su permanencia o salida del grupo oficialista, que sería este viernes 3, según él mismo prometió.
MIGRANTES MARCELISTAS
El diputado Manuel Reyes señaló, en una entrevista con el diario Milenio, que 46 diputados federales, entre los que se cuentan cuatro del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), “se mantienen firmes” en el movimiento del excanciller (“El camino de México”), el cual cuenta con 800 afiliados en el país, de los cuales 60% (480) son militantes de Morena y el restante 40%, es decir, unos 320, son cuadros ciudadanos.
En diciembre de 2022, el entonces aún secretario de Relaciones Exteriores anunció que hasta entonces había conformado una estructura de 300 representantes, cada uno en igual número de distritos electorales, y el resto estaría conformado por el staff ampliado que acompaña a Ebrard desde sus paso por la Jefatura de Gobierno capitalina y hasta la cancillería.
En el Senado, el pasado 12 de octubre se presentaron como miembros del “bloque” marcelista los senadores José Ramón Enríquez, Primo Dothé, Alejandro Rojas Díaz Durán, Rafael Espino, Bertha Caraveo, Gricelda Valencia, pero presumieron que son más. Desde luego, en el grupo se encuentra también la senadora Malú Micher, excoordinadora de campaña interna de Ebrard, que el pasado 25 de octubre renunció a Morena en plena sesión.
“Si Morena toma una definición distinta, nosotros no tendríamos nada que hacer en Morena. La última palabra la tiene Morena, la Comisión de Honestidad y Justicia […] Tendrán que aceptar las propuestas de Marcelo, y ello implica también el reconocimiento de lo que se hizo mal en el proceso interno de Morena”, dijo el líder de la tribu marcelista en San Lázaro.
Todo lo anterior, como un emplazamiento a la dirigencia morenista, pues la permanencia de la estructura marcelista está condicionada a “que Morena y la Comisión de Honor y Justicia rectifique y tome en cuenta las consideraciones y propuestas de Ebrard, a fin de avanzar en unidad hacia 2024; de lo contrario, tendrían que recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)”.
Emmanuel Reyes Carmona dejó entrever la decisión.
OPERACIÓN CICATRIZ INESPERADA
Y es que la operación cicatriz desplegada por el equipo de la aspirante presidencial morenista Claudia Sheinbaum y del presidente de Morena, Mario Delgado parece haber aterrizado de una manera muy distinta a la que esperaban los marcelistas.
El grupo oficial no sólo ha negado postulaciones a la estructura del excanciller, como sugirió Manuel Reyes Carmona, sino que además desplegó operaciones para desactivar la red marcelista.
Nada menos, a principios de octubre, la aspirante presidencia morenista, Claudia Sheinbaum, se reunió con una treintena de diputados federales morenistas en San Lázaro y se tomó la foto con ellos, con lo que rompió la red.
La mayoría de dichos legisladores fueron operarios o incluso coordinadores marcelistas en diversos estados, el proceso interno de Morena que ganó Sheinbaum Pardo.
Por ejemplo, Miguel Prado de los Santos en Coahuila, Teresita Vargas Meraz y Daniel Murguía en Chihuahua, Gabriela Martínez Espinoza en Sonora, y Julieta Vences Valencia en Baja California.
La reunión se tomó como un desprendimiento del grupo marcelista, pero, sorpresivamente, la reacción consistió en que una veintena de diputados federales, liderados por la excomunicadora de TV Azteca, Selena Ávila, se sumaron al grupo marcelista.
Somo sea, la hora cero se acerca, y Ebrard tendría de competencia dentro de MC al gobernador de Nuevo León Samuel García, quien se registraría el 12 de noviembre.
@emeequis
Powered by Froala Editor