EMEEQUIS.– El Movimiento de Regeneración Nacional y su líder político, Andrés Manuel López Obrador, utilizaron el caso Ayotzinapa como campaña para denunciar la represión del Estado pero, en la actualidad, además de implementar un discurso totalmente opuesto, en el que se pide no culpar a los organismos gubernamentales, existen más señales dentro de ese movimiento que evidencian las contradicciones en el tratamiento de una de las máximas tragedias sociales registradas en el país y casos similares.
En Oaxaca, donde gobierna el morenista Salomón Jara Cruz, elementos de la Policía Estatal detuvieron apenas hace unos días a varios estudiantes del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (Creno), que protestaban para exigir que se les asigne en escuelas primarias para la realización de prácticas de estudiantes, así como la instalación de una mesa de diálogo con autoridades estatales.
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Durante el operativo, los uniformados golpearon a los estudiantes y los subieron a patrullas para trasladarlos a un cuartel y luego ponerlos a disposición del Ministerio Público.
Aunque por años luchó contra esas prácticas, el nuevo encargado de la jefatura de gobierno de Oaxaca, Flavio Sosa Villavicencio, hizo mutis ante la golpiza que recibieron los normalistas.
Represión de normalistas en Oaxaca, el pasado 22 de septiembre. Foto: Cuartoscuro.com.
DE MANIFESTANTE A REPRESOR
Flavio Sosa ha sido visible desde 2006 como parte del movimiento magisterial; es originario de San Bartolo Coyotepec, formado en la Universidad Autónoma de Chapingo.
El también dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), fue preso político en 2008, cuando fue internado en el penal Cuicatlán, luego de que se le fincaran cargos por robo, daños en la propiedad ajena, lesiones, secuestro, sedición e incitación a la violencia.
Cuando fue puesto en libertad, lo primero que declaró fue su regreso a la resistencia civil para seguir exigiendo entonces la renuncia del gobernador priista Ulises Ruiz.
Sosa Villavicencio formará parte del gabinete de Salomón Jara por 70 días, mientras cubre la ausencia de José Antonio Rueda Márquez, quien pidió licencia para dedicarse a la precampaña de Claudia Shienbaum.
Flavio Sosa: eran otros tiempos. Foto: Cuartoscuro.com.
EL PRI PACTÓ CON AMLO CONTROL DEL MAGISTERIO
Entre los acuerdos que el gobernador priísta de Oaxaca Alejandro Murat tenía con el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba controlar los movimientos magisteriales, sobre todo porque en aquella entidad se ubica la poderosa sección 22 de la CNTE.
Murat Hinojosa tenía al frente de las negociaciones con la Coordinadora al titular del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO), Francisco Ángel Villarreal, quien personalmente se comprometió con López Obrador a que, durante la administración del priísta, no se registrarían protestas de maestros en la capital del país. Así se lo cumplió.
En respuesta, López Obrador les autorizó recursos por alrededor de 100 millones de pesos para pagar adeudos que se tenían con los profesores para “saldar la deuda por incidencias administrativas” (ascensos, horas extra y promociones) derivadas de la Reforma Educativa implementada en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En cambio, la nueva administración morenista estatal no tiene un negociador con el magisterio, lo que ha derivado en protestas tanto en aquella entidad como en la Ciudad de México.
Arely Gómez asistió a la investidura de Yasmín Esquivel en la SCJN. Foto: Cuartoscuro.com.
DATOS OCULTOS SOBRE AYOTZINAPA
La administración de Andrés Manuel López Obrador puede tener información sobre lo que ocurrió en Ayotzinapa, pero no ha preguntado, o no ha querido preguntar, a funcionarios actualmente vigentes en la política. No es necesario extraditar a Tomás Zerón desde Israel.
Específicamente, pueden echar mano de los datos que tuvo la entonces procuradora General de la República, Arely Gómez González, actual contralora del Consejo de la Judicatura Federal.
Se sabe que los reportes iniciales que Gómez González presentó al presidente Enrique Peña Nieto sobre la desaparición de los normalistas tenían detalles que no fueron contemplados para formular la llamada “verdad histórica”.
Para salvar entonces a Zerón de Lucio, los informes sobre lo que ocurrió las primeras horas después del levantamiento misteriosamente desaparecieron. Nadie sabe qué ocurrió exactamente con ellos, pero es un hecho que existieron y que tanto Arely Gómez como Enrique Peña Nieto los tuvieron en las manos.
@emeequis
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