EMEEQUIS.- La fotografía es infame, una vaca está de rodillas sobre el asfalto de la calle, y parece que intenta levantarse.
A los pocos metros está la mano que sostiene la vara. Es un instante de desesperación y dolor como tantos otros, frente a un camión que transporta animales para consumo humano.
El transporte de esa vaca es parte del itinerario de un rastro clandestino en la alcaldía Iztapalapa. Por eso la suerte parece echada y la muerte la colisión que se aproxima, aunque no sepamos cuándo. Es como esperar un disparo en la oscuridad.
En teorías, los rastros ilegales no deberían existir en la capital. Así lo marca la reforma aprobada en febrero de 2023 a la Ley de Protección a los Animales de la CDMX, donde se establece que se castigará con entre 2 y 4 años de cárcel a quien realice este tipo de prácticas. Además, el Artículo 19 obliga al “El trato digno y respetuoso a los animales en los centros de control animal, rastros, establecimientos comerciales, y en los procesos de crianza, manejo, exhibición, animaloterapias y entrenamiento”.
También se establece en el Artículo 45 BIS que “No deberá trasladarse o movilizarse ningún animal arrastrado, suspendido de sus extremidades, dentro de costales ni cajuelas de vehículos”.
Aún existen rastros en la capital donde se mata a pollos, vacas, cerdos y caballos. Se cuentan a cuentagotas y según los reportes, se concentran en la alcaldía Iztapalapa. Por ejemplo, hay uno a unos minutos del metro Santa Martha, en una casa con un portón verde donde “desde hace años” se matan pollos para consumo humano.
Rastro donde matan aves de corral. Fuente: Miguel Ángel Teposteco Rodríguez.
Los propietarios, que empiezan a trabajar tarde en la noche, no son amistosos, según cuentan los vecinos en entrevista para EMEEQUIS. Este pequeño matadero, que mantiene la higiene y el olor de los pollos casi imperceptible, perpetúa la práctica. Sin embargo, es inaccesible.
En otra parte de Iztapalapa también se denunció un rastro, pero en las inmediaciones de la colonia Santa Bárbara. 2o. Andador Toltecas. Al acercarse, se puede ver un puesto de carne de caballo que emana un olor a sangre. El trabajador que atiende es tímido y no permite demasiado la interacción. Sin embargo, admite que ahí se prepara carne de caballo, pero asegura que no se mata a ningún animal.
Es una zona repleta de fábricas con altos muros en los que desentona la industria de la carne. Al preguntar a los vecinos, dicen que el rastro se cerró hace años, aunque hay denuncias en redes sociales que datan de apenas 2019, cuando la usuaria @oscarhumb le pidió a la activista animalista Lety Varela que atendiera el caso.
El mismo trabajador dice que lo que sí sabe es que la carne, clandestina, viene de San Vicente Chicoloapan. Eso está en el Estado de México. Ahí, la existencia de rastros es más laxa. Por ejemplo, está el de Los Reyes La Paz, que es famoso por despedir un olor que llega hasta la línea morada del metro, y hasta sus usuarios.
Existen otros rastros denunciados en la CDMX. En 2019, la usuaria @KarenPerez_17_ señaló la existencia de un rastro, otra vez en Iztapalapa, en el barrio de Miguel Hidalgo. Para presentar pruebas, subió fotos de vacas ensangrentadas en el piso y encerradas en corrales. Y aunque la dirección que dio parece incorrecta, proporcionó toda la información posible, incluyendo a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX.
EMEEQUIS preguntó a las autoridades de la PAOT sobre este caso. Alfredo Uribe, titular de la Coordinación de Participación Ciudadana y Difusión, respondió jocosamente:
“Los mataderos son responsabilidad de la Secretaría de Salud” y “porque en principio eso es mucho más que maltrato, ja”.
También contactó a la Secretaría de Salud, a cargo de Oliva López, pero aún no se recibe respuesta.
Otras denuncia importante ocurrió en Canutillo, en Álvaro Obregón, donde la usuaria @ortegapatym explicó que hay un “rastro clandestino, matan puercos y la sangre la tiran a la coladera vía pública, vísceras son depositadas en costado de Barranca, olor insoportable, fauna nociva”.
De bajo perfil, estos centros de muerte actúan como una pieza más de la negligencia gubernamental hacia el maltrato animal, que permanece durante el gobierno de MartÍ Batres Guadarrama, y que se mantuvo durante el mandato de la aspirante a la presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo.
DICEN QUE NO EXISTEN RASTROS CLANDESTINOS, PERO AHÍ ESTÁN
José Luis Carranza, conocido como el Abogado Animalista en redes sociales, ha protestado ante el gobierno de la CDMX por este tipo de rastros:
“Son todos clandestinos, tú puedes preguntar a las autoridades federales (al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) o a locales (Alcaldías) que te informen sobre la ubicación de rastros legalmente autorizados en la CDMX y te dirán que no existen”.
Señala que aún hay este tipo de lugares: “Rastros ilegales en la CDMX, como el de la publicación de Iztapalapa, que funcionan por corrupción de las propias autoridades, entiéndase la policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y las autoridades de la Alcaldía”.
EMEEQUIS intentó contactar al gobierno de la alcaldía Iztapalapa, a cargo de la morenista Clara Brugada, para que informara sobre los rastros en la demarcación. Aún se espera la respuesta.
El Abogado Animalista recalca que “en dichos lugares (rastros) no se respeta la Nom. 033 que habla del sacrificio de animales, causando mucho dolor y sufrimiento a los animales, lo cual es un delito, delito de maltrato animal en la que DMX, esto sucede principalmente en Alcaldía como Iztapalapa, Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac y Tlalpan”.
REGISTRO DE MALTRATO ANIMAL DE ANIMALES DE CORRAL
A través de transparencia, EMEEQUIS pudo acceder a las carpetas de investigación de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX (PAOT). En estos expedientes también se registran casos de maltrato a animales de corral y traspatio.
Entre el 13 de abril de 2022 y el 13 de abril de 2023, se hicieron 19 denuncias por maltrato animal de este tipo de especies (vacas, toros, gallos, gallinas, cerdos). Algunas de las historias tienen que ver con animales que se encuentran sin comida ni agua; otras hablan de vecinos que dicen haber presenciado golpes o a los animales en entornos insalubres o aislados.
Al asistir a estos domicilios, la PAOT registra, en la mayoría de los casos, a animales saludables. Aunque destaca el caso de maltrato que sufrían cinco perros y diversas gallinas, gallos y gatos en Palmatitla, en la Gustavo A. Madero.
La denuncia especificaba que los animales “se encuentran en una azotea a la intemperie, sin alimento, ni agua, aunado a que cuenta con lesiones por la caída de dicho lugar, así como el maltrato de diversas gallinas, gallos y gatos a las cuales no se les brinda alimento”.
Según el expediente PAOT-2022-4315-SPA-3164, se pudo recuperar a los perros, pero los agresores dijeron que los gatos no eran suyos y que las aves eran de una familiar. En el expediente se lee que “las aves de corral manifestó (la agresora) que éstas son de su suegra, quien en los próximos días las reubicará al Estado de México por recomendación de los oficiales de Brigada de Vigilancia Animal”.
Entre abril de 2022 y abril de 2023, la PAOT recibió 3 mil 487 carpetas de investigación por maltrato animal en toda la CDMX. De estas, mil 674 aún se encuentran en investigación y mil 642 están concluidas. Los rastros y el maltrato a animales de corral son sólo un porcentaje del universo de crueldad e impunidad contra seres sintientes en la CDMX, que continúa sin importar los gobiernos de izquierda en la “ciudad libre y de derechos”.
@Ciudadelblues
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