EMEEQUIS.– A la par que autoridades estatales negaban la presencia de cárteles, un grupo, Los Hades –ya con la categoría de cártel por el gabinete de seguridad federal debido a su capacidad de fuego y control territorial–, se hizo del dominio del robo de hidrocarburo en Querétaro, justo en límites con Hidalgo, donde se ubican San Juan del Río, Pedro Escobedo, Amealco de Bonfil y Tequisquiapan.
Esta organización, que inició con la venta de cristal a los traileros en las cachimbas –pequeñas chozas construidas con trozos de madera y pedazos de cartón de cajas de desecho–, encontró en la perforación de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) el giro que la catapultó, lo cual fue posible por la protección política con la que contó, principalmente, en Hidalgo, según documentos filtrados por Guacamaya Leaks, archivos de inteligencia militar y fuentes de seguridad consultadas por Emeequis como parte del seguimiento al delito de extracción ilícita de combustibles durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La disputa territorial llegó con el ingreso del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que, al igual que en el estado vecino de Hidalgo, pelea por el dominio de las válvulas con agrupaciones locales; entre éstas, algunas ligadas a cárteles nacionales. Sin embargo, su presencia es negada en ambas entidades.
Asimismo, los dos gobiernos delegan la responsabilidad de la violencia a una confronta fuera de sus fronteras entre organizaciones dedicadas a la sustracción de hidrocarburos y afirman ser “tiraderos de cadáveres”.
Ángel Rangel, secretario de Seguridad en San Juan del Río, dio a conocer el macabro hallazgo.
Como en el hallazgo de nueve cuerpos junto a un ducto de Pemex en San Juan del Río, el 9 de enero, con una cartulina que hacía alusión a la supuesta disputa territorial, el gobernador Mauricio Kuri González sostuvo que las personas abatidas son hidalguenses y sugirió que el móvil era la disputa por el huachicol en la entidad vecina, así también el gobierno de Julio Menchaca Salazar ha afirmado que muertos hallados con signos de tortura en su territorio son parte de una guerra que se libra en Querétaro, de la que, insisten, únicamente les dejan los cuerpos.
En sus discursos, Los Hades no están en sus fronteras, pero en los hechos y en documentos de inteligencia a los que se ha tenido acceso, son, junto con CJNG, los responsables de homicidios, quema de vehículos y torturas por el control de las plazas.
LA PUGNA
En el gobierno de Omar Fayad Meneses (septiembre de 2016 a septiembre de 2022), Los Hades o Cártel de Palmillas fueron declarados la principal amenaza criminal en su estado. Sin embargo, la administración que lo sucedió asegura que ya no están presentes ahí, sino que su operación se centra en Querétaro.
“Anteriormente estaban en la región de Huichapan, pero no los hemos ubicado ahí como tal (…) recordemos que a principio de gobierno hubo cinco ejecutados (en territorio estatal, en la zona limítrofe) que –aseguró– trajeron (los cuerpos) del estado de Querétaro. Los apoyamos en su investigación, pero fue (usada la entidad) como basurero, prácticamente. No tenemos identificado que estén (aquí) permanentemente”, afirmó recientemente en entrevista el secretario de Seguridad Salvador Cruz Neri.
Además, negó la presencia en Hidalgo de la organización de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, así como de La Familia Michoacana, pese a que narcomantas colocadas sobre cadáveres han hecho referencia a ambos grupos ya durante el actual gobierno, como ocurrió también en el anterior. El mando policial, en cambio, vio una posible suplantación de las firmas, principalmente del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Al interior del gabinete igualmente hubo discursos contrarios: la postura de Cruz Neri se contrapone a las declaraciones de Santiago Nieto Castillo, exencargado del Despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), quien a su llegada al cargo en septiembre de 2022 reconoció la presencia del CJNG, además de referir, en ese momento, la incursión de Santa Rosa de Lima. Posteriormente, el gabinete de seguridad unificó la negación ante los cuestionamientos por el asentamiento de cárteles.
Tanto el Jalisco Nueva Generación como Los Hades convergen en las dos entidades y disputan un territorio que va desde Tula, sede de la refinería Miguel Hidalgo, se extiende a Tepeji, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan y Tezontepec de Aldama, municipios de la región del Valle del Mezquital, así como la zona limítrofe con Querétaro, donde están Huichapan, Tecozautla y Zimapán. De ese lado, desde Cadereyta de Montes hasta Amealco de Bonfil, y se amplía su presencia al Estado de México, confirmaron fuentes de seguridad consultadas.
De la presencia de organizaciones criminales en Querétaro también dan cuenta informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Entre los documentos elaborados por inteligencia militar se encuentra “Estudio de las actividades de la Delincuencia Organizada en el Estado de Querétaro”, el cual cita, además de Los Hades y el CJNG, al Cártel Santa Rosa de Lima, que disputan el control del narcomenudeo y el huachicol en San Juan del Río, El Marqués, Santiago de Querétaro, Ezequiel Montes, Tequisquiapan, Corregidora y Amealco, y un intento de asentamiento por parte de Los Caballeros Templarios.
En diciembre de 2022, EMEEQUIS publicó “Cambio en el poder, cambio en el crimen: grupos se reacomodan en Hidalgo”, en el cual, tras ataques a policías, incendios de comercios y asesinatos, alertaba de las disputas por las plazas, que incluía la frontera con Querétaro y sus municipios a partir de San Juan del Río: “Lo que ahora vemos es que en territorios en los que había un grupo dominante, o acuerdos entre organizaciones para distribuir las zonas de operación, se empiezan a generar más disputas”, expuso entonces un anterior mando de seguridad que pidió no ser identificado.
Para este elemento antes parte del equipo de combate al crimen organizado, los acontecimientos violentos podían reflejar distintos escenarios, desde el término de acuerdos de facto, no sólo entre grupos de la delincuencia, sino también del poder –que, especifica, no necesariamente tienen que ser político, sino también corporaciones de seguridad que pudieran protegerlos y con las que llegan a tener rupturas–, hasta el ingreso de nuevos grupos o el fortalecimiento de otros.
El año previo a que culminara el gobierno de Fayad, Los Hades tuvieron una fisura. Sus últimos mandos se enfrentaron por el liderazgo. Se trata de Orlando Medina Velázquez, “El Fénix”, y Salvador Reséndiz Hernández, “El Rex”. Este último fue detenido el 13 de octubre de 2021. A partir de entonces su organización, que acuñó su nombre, “Los Rex”, es liderada por su hermano Monserrat Reséndiz, y se enfrenta a Los Fénix, que es la célula principal de Los Hades.
Por esta escisión, el gabinete de seguridad federal –al que aportan información los estados, el Ejército, la Guardia Nacional y la Marina– los llamaron Los Hades Segunda Generación, al considerar que la primera, que fue la que se posicionó desde Hidalgo y Querétaro, había concluido con la desaparición de quien fue su primer mando visible, Pedro Fabián del Toro Patricio, quien simpatizaba con el CJNG. No obstante, su origen data desde que Biliulfo Garfias Arreóla, “El Tito”, asesinado en abril de 2019, abrió las primeras rutas de trasiego de hidrocarburos y logró los pactos políticos iniciales con los que creció el grupo que entonces se conocía como “Los Titos”, posteriormente como Cártel de Palmillas o Los Hades.
Bodega de huachicol asegurada por las autoridades en 2021 en Ecatepec. Foto: Cuartoscuro.com.
La categoría de cártel se la dieron a nivel federal en 2021, la cual, dice una fuente de inteligencia consultada, se basa en su capacidad armamentística, su posicionamiento territorial, generación de recursos a través de giros delictivos específicos que pueden incluir el tráfico o comercio de drogas, y al ser una eventual amenaza para el gobierno.
Tras la última restructuración, “El Rex” se asoció con Los Germanos, grupo formado por exmiembros del Cártel del Golfo y de Los Zetas, y se enfrentan con el CJNG. Esta pugna trasciende el territorio hidalguense y llega a la entidad gobernada por Mauricio Kuri González, donde cinco municipios concentran la extracción de combustible a través de tomas clandestinas: Corregidora, Humilpan, Pedro Escobedo, Querétaro y San Juan del Río. Con base en el recuento de Seguridad Física de Pemex, hasta octubre de 2023, en esos municipios detectaron, respectivamente, 41, cuatro, 146, dos y 141 ductos perforados mediante los cuales los huachicoleros extrajeron combustibles.
SIGUE EL PROBLEMA
Así como su antecesor, el gobierno actual niega la presencia de cárteles en el territorio hidalguense. Asegura que la disputa en el centro del estado se debe a la rivalidad entre Los Solas, un grupo local, y una serie de organizaciones que se sumaron para enfrentarlos.
“Esos personajes se empiezan a unir para hacerle frente a Los Solas, y es como está toda la confrontación. Uno de los rivales es “El doctor” (cuya operación se sitúa en un punto de extracción de hidrocarburo, la localidad de Bomintzha, Tula), otro fue un líder que recientemente mataron, “El ingeniero”; entonces, es un grupo que está uniendo a todos los demás para enfrentar a Los Solas”, declaró el secretario de Seguridad Salvador Cruz Neri.
Igualmente, el gobernador Julio Menchaca expuso que la violencia en la región de Tula se debe a la disputa territorial entre grupos. Lo anterior, tras una serie de asesinatos violentos y hallazgos de mensajes en los cuerpos que hacen alusión a la presunta rivalidad delincuencial.
“Se hace todo el esfuerzo para revertir estas secuencias y entramado de complicidades de este robo millonarios; no es tan fácil”, dijo el mandatario, quien aseguró que su administración está en combate con los responsables del delito en el que el gobierno federal centra su política seguridad y en el que Hidalgo lidera la estadística desde 2018.
GUERRA DE DICHOS
Políticos de ambas entidades entraron en una confrontación de dichos en torno a la responsabilidad por los últimos hechos violentos: el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LX Legislatura del Estado de Querétaro, Guillermo Vega Guerrero, manifestó que a su entidad “le perjudica mucho la vecindad que tiene con dos estados sin ley”, refiriéndose a Hidalgo y Querétaro.
Su homólogo en el Congreso de Hidalgo, Osiris Leines Medécigo consideró sin sustento, irresponsables y a la ligera las declaraciones de Vega, y sumó: Querétaro “debe su desarrollo en gran parte a los recursos naturales que durante décadas ha extraído del Estado de Hidalgo, como son diversos minerales, o el agua que abastece a la ciudad de Querétaro, y de la electricidad que hoy en día se genera en Zimapán, Hidalgo, y se consume en San Juan del Río, por lo que deberá repensar si de verdad dicha vecindad le resulta perjudicial a Querétaro”.
Mientras su sucede el intercambio de posicionamientos, las disputas continúan: en Atitalaquia hombres con armas largas se enfrentaron con la policía municipal, un mensaje que hacía alusión a cobro de derecho de piso fue hallado en Ixmiquilpan; en diferentes hechos, tres cuerpos hallados en la región de Tula con signos de violencia, mientras que en San Juan del Río fue asegurado en tractocamión con un remolque tipo cisterna abastecido con huachicol.
@axelchl
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