Imagen de enero de 2024 con restos de una embarcación sobre el malecón de Acapulco. Foto: Carlos Carbajal / Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– Nadie las vio, recibió, ni escuchó. O al menos, no abundan los testimonios de quienes las hayan captado antes de la última, a las 10:30 de la noche en que el huracán golpeó el puerto.
El caso es que la Secretaría de Marina (Semar) asegura que emitió 43 alertas por la amenaza de Otis entre las 10 de la mañana del lunes 23 y las 10 y media de la noche del martes 24 de octubre de 2023, a través de la la Dirección General Adjunta de Capitanías de Puerto (DIGACAP) y de la Capitanía del Puerto de Acapulco.
De acuerdo información obtenida por EMEEQUIS a través de los instrumentos de transparencia, dichas alertas consistieron en 7 avisos por radiofrecuencia, a través del Canal 16 de VHF; 7 avisos de ciclón tropical; 11 pronósticos de trayectoria; 2 síntesis meteorológicas, 3 tomas satelitales; 1 aviso de tormenta, 1 aviso para extremar precauciones, 1 aviso por cierre de puerto a embarcaciones menores, 1 por aviso de huracán categoría 1; y 9 avisos náuticos con las características de evolución del metéoro, de tormenta tropical a categoría cuatro.
Sin embargo, sobrevivientes de la comunidad marítima acapulqueña, muchos de los cuales perdieron familiares, reiteran que no recibieron alerta alguna.
― Nosotros no sabíamos nada. ¡Si nos hubieran dado un comunicado…! Porque tenemos radio de comunicación de la Capitanía de Puerto de la Armada de México, o Protección Civil… ―lamentó el capitán de la embarcación Rosemary, Inocente Herrera Carrillo, en un testimonio recogido por el compañero reportero de EMEEQUIS, Áxel Chávez.
Diferentes medios han reproducido otros testimonios de tripulaciones que rechazan haber recibido las alertas que dice haber enviado la Semar. Y aunque la Armada de México reporta 9 avisos náuticos, lo cierto es que el apartado destinado al registro y difusión de los mismos en el sitio web de esa institución, correspondientes a octubre de 2023, se encuentra vacío.
LUNES 23, PATEANDO EL BOTE
El martes 23 de octubre de 2023, víspera de la fecha en que el huracán Otis impactó en el puerto de Acapulco, la Semar asegura haber emitido 14 de los 43 avisos que habría de dirigir “a la comunidad marítima” en esa y la jornada siguiente.
Cabe aclarar que sólo los avisos náuticos habrían sido emitidos por la DIGACAP, en tanto que el resto de la información preventiva habría sido difundida por la Capitanía de Puertos de Acapulco.
La primera alerta registrada tiene hora de emisión de las 6 de la mañana, con aviso de tormenta tropical. En el mismo horario, la Capitanía de Puerto lanzó su primer pronóstico de trayectoria relacionado con Otis, con igual horario de ejecución. Para las 7:15 compartió la síntesis meteorológica del día, que se enlista entre los avisos.
A las 08:05 de la mañana, la Semar anota la primera alerta a la comunidad marítima a través del canal 16 de la radiofrecuencia VHF sobre la amenaza de Otis, todavía en calidad de tormenta tropical.
Dos horas más tarde, la DIGACAP asienta el primer aviso náutico, con número de identificación 418. Prácticamente en el mismo horario, a las 10:03 de la mañana, la Capitanía de Puerto emite el oficio No. 36 para notificar a las ramas institucionales implicadas los detalles sobre la tormenta.
A las 2 de la tarde, Semar apunta un segundo aviso por radiofrecuencia; y a las 2:25 el nuevo pronóstico de trayectoria de Otis, y el primer aviso de la condición de “ciclón tropical” a la que había escalado.
Después pasan dos horas y media sin que haya movimientos en la frecuencia de VHF, ni se expiden oficios, ni se apuran alertas. Es hasta las 5 de la tarde con cinco minutos cuando se emite un nuevo aviso de ciclón tropical y un segundo pronóstico de trayectoria.
Dos horas más tarde, a las 7 de la noche, Semar registra un tercer aviso por radiofrecuencia a la comunidad marítima. Poco más de media hora después, a las 7:37 de la noche, emite un nuevo aviso de ciclón tropical y comparte, según la afirmación de la dependencia, un nuevo pronóstico de trayectoria de OTIS.
Durante las siguientes seis horas y media, el radio receptor de la Marina Armada de México ni siquiera carraspea para referirse al huracán en crecimiento. Cesa el flujo de tinta en las impresoras, pues no se envían oficios relacionados con ese tema. La bahía duerme en la paz que le procura la ignorancia sobre su indefensión ante los acontecimientos que ya bullen en el torrente que se aproxima.
MARTES 24, SIN PRISA PERO CON PAUSAS
A la 1:37 de la madrugada se espabila un momento el teclado en la Capitanía del Puerto de Acapulco. Se emite el nuevo pronóstico de trayectoria de OTIS y otro aviso de “ciclón tropical”. La bahía vuelve a la duermevela.
Pero a las cinco de la mañana con 12 minutos comienza, de acuerdo con los registro de Semar, el segmento de tiempo con mayor número de alertas a la comunidad portuaria, que se prolongará hasta las cuatro y media de la tarde, aunque no sin sus pausas de una hora u hora y media.
Comienza con la difusión de otro aviso de ciclón tropical y su pronóstico de trayectoria. A las 5:45, la capitanía dice haber compartido la síntesis meteorológica.
Casi hora y media más tarde, se da nuevo aviso de ciclón tropical y pronóstico de trayectoria. Casi a las 8 y media de la mañana se echa mano de nuevo del Canal 16 de la radiofrecuencia VHF ―que no se usaba desde las siete de la noche anterior―, para dar un nuevo aviso sobre la proximidad del meteoro, al que aún se refiere la alerta institucional como tormenta. Incluso a las 9:54 de la mañana, cuando se notifica el cierre del puerto a embarcaciones menores,sigue en esa clasificación.
Entre las 10 y las 11 de la mañana se emite el aviso náutico 419 sobre Otis; el apercibimiento de su conversión en ciclón ―ahora sí―, y la actualización de su pronóstico de trayectoria.
Pero es al mediodía cuando ya se conoce el potencial destructivo de la amenaza. A las 12:27, según Semar, la Capitanía de Puerto emite el oficio N° 3233/23 para “extremar precauciones” ante Otis, que ya tiene categoría de huracán categoría 1, y difunde la síntesis de la toma satelital.
Entre la una y las cuatro de la tarde se emiten los avisos náuticos 420 y 421; otro aviso de la Capitanía de Puerto sobre la categoría 1 del huracán y el pronóstico de trayectoria. También apunta Semar un nuevo aviso por la radiofrecuencia a todas la embarcaciones.
Para entonces, Otis ya alcanza categoría 3. Así lo comunica la Capitanía a la comunidad marítima, de acuerdo con su afirmación, a las 4 de la tarde con 37 minutos, a través de un aviso náutico, junto con el respectivo pronóstico de trayectoria.
Por dos horas y 23 minutos en esos momentos críticos, de nuevo hay silencio por parte de las autoridades de Semar. Según información difundida posteriormente por sobrevivientes, en ese instante había unas 500 embarcaciones con pasajeros bogando en la bahía o navegando la costa frontal al puerto de Acapulco.
Hay registro de tres avisos náuticos más, entre las siete y las ocho de la noche, el último de ellos alertando ya sobre la categoría 4 a la que ha escalado Otis; y uno más con el pronóstico de trayectoria actualizado.
A las 8 de la noche en punto Semar reporta otro aviso a la comunidad marítima por el Canal 16 de VHF. El viento sopla con fuerza, pero Acapulco mantiene su ritmo: aún hay turistas en la playa, a pesar de los absurdos avisos con megáfono por parte del personal de protección civil que de última hora parece haber asumido con celo su responsabilidad.
Las libretas de los hoteles siguen registrando huéspedes, hay compras en las tiendas y despachan con normalidad las barras de los bares y restaurantes, según el alud de crónicas posteriores. Mucha gente se prepara para salir como cada noche, unos a divertirse, otros a ganarse la vida.
A las 10 de la noche, según sus apuntes, la Armada emite el aviso náutico 423, y unos minutos más tarde difunde la “toma satelital” del “huracán OTIS, Cat-4”.
A las 10:30 de la noche se da el último aviso por el Canal 16 de radiofrecuencia VHF a una comunidad marítima cuyos experimentados miembros parecen no haberse dado por aludidos en su mayoría, extrañamente ajenos, perdidos, muchos de ellos para siempre, en el espectro magnético de la radiofrecuencia.
@estedavid