SOBRE EL AUTOR
Piden sea reconocido Transfeminicidio . (Cuartoscuro)
EMEEQUIS.- La familia de Vanessa supo que ella había muerto a través de las noticias por televisión. El 21 de febrero de 2024, Vanessa fue asesinada por Alexis “N”, quien era su vecino y de quien había recibido amenazas previamente y tenía antecedentes de violencia contra otros condóminos de la zona.
“En el oriente de la Ciudad de México fue encontrado el cadáver de una mujer trans, el cuerpo tenía golpes en el rostro y heridas de arma blanca”, fue el anuncio con el que la familia supo que la mujer trans de 33 años había sido asesinada. Al identificar que las imágenes se trataban del lugar donde ella vivía, confirmaron que era Vanessa.
El cuerpo fue abandonado en las canchas de fútbol que se encuentran fuera del parque Cuitláhuac en la alcaldía Iztapalapa. Vanessa vivía a pocos metros del lugar donde fue encontrado su cuerpo. Compartía con algunas amigas una vivienda de lámina y por falta de oportunidades laborales, ejercía el trabajo sexual.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México inició una carpeta de investigación por el delito de feminicidio, en respeto a la identidad de género de la víctima, sin embargo la investigación se mantuvo detenida y el agresor se encontraba prófugo en Acapulco, Guerrero.
Tras una movilización de la comunidad trans para exigir justicia por Vanessa y otras siete mujeres trans que han sido asesinadas en la Ciudad de México, fue que las autoridades lograron detener al agresor y el proceso judicial se mantiene vigente. Sin embargo, la familia ha sufrido discriminación hacia la identidad de género de Vanessa.
El abogado defensor del agresor busca cambiar el término jurídico pues afirma que “su cliente había peleado con un hombre”, como cuenta Consuelo, madre de Vanessa en entrevista con EMEEQUIS. Afirma que han sido revictimizadas por las autoridades al alentar el proceso judicial.
“No porque él llegue a la cárcel me la va a regresar. El día que fui a la audiencia tenía ganas de gritarle ‘no sabes el daño que me hiciste arrancándome a mi hija de mi vida’ porque se llevó una parte muy grande de mí”, cuenta la señora Consuelo.
Recuerda que Vanessa desde que tenía 14 años le comunicó a la familia que su género era femenino. Comenzó con cambios en su ropa y continuó con los de su aspecto físico. Su madre y hermanos respetaron su decisión y la alentaron en el proceso, sin embargo, esta no es una constante para otras personas trans que se encuentran con obstáculos de rechazo y discrimación.
“Mucha gente dice que es un pecado, pero el verdadero pecado es el que nosotros hacemos con ellas rechazándolas, humillándolas. Para ellas ya es suficiente vivir todo el tiempo, desde que nacen, luchando con un cuerpo que no quieren, luchando con lo que sienten. Muchas de ellas se quitan la vida, pero nosotros como sociedad las orillamos a eso”, cuenta.
FACTORES DE VULNERABILIDAD
Tan sólo en lo que va de 2024, en la Ciudad de México han sido asesinadas más de siete mujeres trans. Samantha Fonseca, Debaly Vilchis, Debany y Alondra son los nombres de las víctimas, mientras que otras tres se encuentran en calidad de desconocidas, sin que sus cuerpos hayan sido reclamados.
Sin embargo, de acuerdo con activistas, sólo tres de estos casos han sido investigados como asesinatos en razón de género, el resto como homicidios, sin contemplar la vulnerabilidad y riesgo al que se encuentran las mujeres trans.
Entre las historias de las mujeres trans asesinadas, se identifican factores de desigualdad, violencia. En su mayoría las mujeres se encontraban viviendo en condiciones de precariedad o en situación de calle; además de que la falta de oportunidad las impulsa a ejercer el trabajo sexual, donde las dinámicas de violencia se aumentan contra ellas.
“La población trans, sobre todo las mujeres, se encuentran sumamente rezagadas. Se encuentran en condiciones muy inferiores al resto de la sociedad y de la diversidad sexual”, afirma Victoria Sámano, activista y directora de Lleca, un refugio para personas de la comunidad LGBTTTIQ+.
Afirma que son las carencias y factores de vulnerabilidad tienen una relación directa con el aumento de transfeminicidios, ya que son “los contextos que están llevando las mujeres trans les han llevado hacia eso”, referente a la falta de oportunidades para una vida digna y libre de discriminación.
LA FALTA DE CIFRAS OFICIALES
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBTI+ en México contabiliza que en el país se han registrado 30 transfeminicidios durante el primer semestre de 2024.
La Ciudad de México, con diez casos, es la entidad con más casos reportados, seguido de Jalisco con 4. Posteriormente se encuentran Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz.
La mayor parte de los casos fueron perpetrados con armas de fuego, sin embargo también los cuerpos de las víctimas tienen rastros de golpes y heridas punzocortantes, de acuerdo con la organización de la sociedad civil. En los casos más violentos, las víctimas han sido calcinadas o decapitadas.
Los cadáveres fueron encontrados en su mayoría en la casa de la víctima o en la calle y zonas públicas, como carreteras, terracería o lotes baldíos. Mientras que el trabajo sexual, el estilismo y la defensa de derechos humanos eran las principales ocupaciones de las víctimas.
De todos los casos que ha registrado el Observatorio de Crímenes de Odio durante 2024, en al menos sólo dos casos hay un agresor detenido.
Después de Brasil, México ocupa el segundo lugar con más transfeminicidios, ya que de 2008 a 2023 se han registrado 701 asesinatos contra la población trans, de acuerdo con el más reciente informe de la organización internacional Transgender Europe.
Sin embargo, no existen cifras oficiales para conocer la magnitud de la violencia, las causales y los factores de vulnerabilidad a los que se enfrentaron las víctimas.
NOMBRAR Y PREVENIR TRANSFEMINICIDIOS
La invisibilización de las violencias y asesinatos contra las personas trans empieza con la incapacidad de nombrarlos, ya que no existe una tipificación de los transfeminicidios en las leyes, como los asesinados cometidos en razón de odio por género.
Sólo es el estado de Nayarit, es el único en tipificarse dentro de su Código Penal. Desde marzo, fue aprobada la modificación al artículo 361 Bis, que establece que los asesinatos contra personas trans deberán investigarse a motivación de odio por su identidad de género, además de que los agresores podrían obtener una pena máxima de hasta 60 años de prisión por cometer un transfeminicidio.
Sin embargo, a nivel nacional no hay aún un reconocimiento a estos crímenes. En la Ciudad de México fue presentada la Ley Paola Buenrostro se busca la tipificación y el reconocimiento de crímenes mortales contra la población trans bajo el término de transfeminicidios.
La ley fue impulsada por la activista Kenya Cuevas, directora de la organización Casa de las Muñecas Tiresias y recibe ese nombre en memoria de Paola Buenrostro, una mujer trans, trabajadora sexual, que fue asesinada a balazos en 2016 en la Ciudad de México.
El Congreso Capitalino tiene hasta agosto para discutir y en su caso aprobar, la Ley Paola Buenrostro para reconocer los crímenes por razón de género, ya que es el último plazo para hacerlo previo a finalizar la actual legislatura.
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Para Gloria Careaga, coordinadora general de Fundación Arcoíris, “nombrar los transfeminicidios implica dar visibilidad al fenómeno y el problema social. La muerte de grupos de personas afecta a toda la población”, afirma en entrevista.
Asegura que registrar cada uno de los casos y confrontar al gobierno con las cifras que tengan, es la manera en que se puede saber la magnitud del problema que existe en México existe contra las personas trans.
Mientras que para Victoria Sámano, no catalogarlos como transfeminicidios, es una “intención política” por invisibilizar las cifras. “Para la Fiscalía al hablar de feminicidio y que los números aumenten más, también se busca catalogar las muertes de cierta forma, para que no arrojen muchos más números para que en sus informes no arroje una alta tasa”, explica.
Afirma que a manera de prevención de la violencia contra las poblaciones trans, no basta sólo con el reconocimiento de la identidad de género, “nos falta el acceso a la salud, vivienda, trabajo, educación. Por eso es que hablamos de la necesidad de una Ley Integral Trans, porque incluye todos estos temas necesarios”, comenta Victoria.
@GlorieaPE_
