Mina Peñasquito, en Mazapil, Zacatecas. Fotos: Adolfo Vladimir / Cuartoscuro.com.
Por Maricarmen Gutiérrez Romero y Miguel Ángel Teposteco Rodríguez
EMEEQUIS.– En los últimos meses, Morena ha logrado una súper mayoría en el Congreso que prácticamente ha permitido la aprobación de todas las iniciativas formuladas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y que hoy están abanderadas por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Entre ellas, una que pone en peligro la minería a cielo abierto, generando un debate entre la consecuente pérdida de empleos e inversiones versus las repercusiones contra el medio ambiente que genera esta práctica, como lo indican expertos de la UNAM y de la ONU.
La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en agosto pasado el dictamen que plantea reformar los artículos 4 y 27 constitucionales, para prohibir el fracking en la minería, y dar preferencia al consumo personal y doméstico del agua.
“No se otorgarán contratos ni se realizará ningún otro acto administrativo que permita la extracción de hidrocarburos líquidos y gaseosos en yacimientos petroleros no convencionales mediante fracking o fracturamiento hidráulico”, señala la iniciativa.
Sin embargo, morenistas aprobaron una reserva del diputado César Agustín Hernández para que la minería a cielo abierto y el fracking se autorice “en los casos que excepcionalmente determine el Ejecutivo federal… por su carácter estratégico para el desarrollo nacional”.
Este es uno de los dictámenes que más ha causado revuelo porque está relacionado con la prohibición, o más bien regulación, de la minería a cielo abierto, así como de prácticas como el fracking y el uso de transgénicos.
En particular, se busca limitar el impacto de las empresas extranjeras, sobre todo las transnacionales, en el territorio mexicano y sus recursos, además de mitigar los peligros que representan para la salud, los derechos laborales y el medio ambiente.
Sin embargo, hace unas semanas, la Cámara Minera de México (Camimex) estimó que el 60% del valor de la producción minero-metalúrgica nacional proviene de minas a cielo abierto y, de continuar con la reforma, se generaría una contracción económica por 250 mil millones de pesos anuales.
La Camimex advierte que restringir la minería a cielo abierto le restaría competitividad a México en nueve minerales básicos para América del Norte, por lo que nuestro país se convertiría en un importador, restándole competitividad en el T-MEC.
De este dictamen, que en un inicio prohibía la minería a cielo abierto, el fracking y los transgénicos, llama la atención la modificación sufrida durante su revisión en comisiones.
Dicho cambio faculta al Poder Ejecutivo, a través de un comité, para decidir en qué casos estas prácticas podrían ser admisibles bajo el argumento del crecimiento nacional. Es decir, quedaría en manos de la administración encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo decidir si una empresa puede realizar estas prácticas.
Por ello, EMEEQUIS realizó entrevistas a dos diputados de Morena para evaluar su conocimiento sobre estas prácticas, las cuales podrían causar graves daños económicos a la industria minera, y si es decisión del Ejecutivo, también tendrían afectaciones al medio ambiente.
AUNQUE NO HAYA CONTRAPESOS, MORENA DEFIENDE COMITÉ PARA MINERÍA DEL EJECUTIVO
Se abordó primero a la legisladora Vianey García, quien destacó la necesidad de frenar este tipo de práctica, señalando específicamente los pormenores que podría causar al medio ambiente:
“Con el tema del cambio climático, del bienestar climático, se están reforzando nuestras leyes para que se disfrute de los recursos naturales y (se luche) contra el abuso que esto implica (…) bajo la norma y sin contaminar y brindándoles a las personas que viven en espacios cercanos un derecho al medio ambiente limpio y en ese sentido, buscamos siempre el bienestar colectivo”.
“Tiene que ver también con un trabajo previo que se ha realizado en la materia, en el que se han incluido y escuchado todas las voces. Es muy importante mencionar que nosotros no estamos en contra de que se deje de realizar cierta actividad, pero sí consideramos que debe hacerse bajo la norma, sin contaminar, y garantizando a las personas que viven en los espacios cercanos el derecho a un medio ambiente limpio”.
Las declaraciones de la morenista contradicen lo que diversos líderes del sector minero han mencionado sobre la reforma, la cual, argumentan, los tomó de sorpresa. Además de que señalan que, en estados como Sinaloa, de los 47 proyectos mineros que hay, 40 son a cielo abierto.
En cuanto a las críticas sobre que sea únicamente el Poder Ejecutivo quien pueda decidir en qué casos extraordinarios la ley podría ser exceptuada, García defendió el dictamen al señalar:
“El comité o las personas que lo conforman deben tener conocimiento en la materia. Lo que se busca es garantizar que, una vez instaladas estas empresas, no dañen el medio ambiente. No es para beneficiar a un grupo específico o a quien caiga bien. En este sentido, está claro que los parámetros no permitirán la minería a cielo abierto, y quienes ejerzan estas actividades deben apegarse estrictamente a lo establecido en la ley”.
La morenista insiste en que la ley se respetará pese a que en proyectos como el Tren Maya, el cual, pese a los argumentos del gobierno, se causaron graves afectaciones al medio ambiente y muertes de fauna local, como así lo documentó EMEEQUIS.
“No, no se van a realizar actividades fuera de la ley con el pretexto de obtener más recursos. Nosotros siempre hemos defendido que, para tener un medio ambiente limpio, las prácticas que se llevan a cabo deben estar éticas y legalmente alineadas con el respeto a la naturaleza”, agregó.
EL FRACKING NO ES ADMISIBLE EN MÉXICO: JOSÉ CARLOS ACOSTA
EMEEQUIS también preguntó al diputado federal y ex alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta, sobre este dictamen que prohíbe el fracking y la minería a cielo abierto: “Tiene varias connotaciones el asunto, es sobre todo el poder regular también los esquemas a favor de los trabajadores; que puedan tener condiciones donde se obligue a las empresas que hacen este tipo de extracción de minerales a tener ciertas medidas de seguridad que garanticen su forma de cuidar la vida”.
Acosta señala que existen varios problemas en la minería a cielo abierto, como la exposición de gases; además, “genera grandes contaminantes, lo cual tiene que regularse con algún tipo de extractores”.
Argumenta que para llevar a cabo de forma segura la minería de este tipo se tienen que hacer “muchos estudios previos ante la perforación, antes de la explotación y dependiendo de qué tipo de material es el que se va estar trabajo”.
Recuerda que la legislación en contra de la minería a cielo abierto surgió en parte por casos de abusos: “Es muy importante (que esta reforma) sea consensuada con los trabajadores con los sindicatos. Es un robo, pero en pleno, para lo que tiene que ver con la minería, sin pagar un sólo impuesto en nuestro país”.
De forma expresa y aclarando que el Poder Ejecutivo encabezado por Claudia Sheinbaum puede dar luz verde a esta práctica, se le preguntó al legislador si hay alguna situación donde el fracking sea admisible en México.
“Claro, el fracking en el mundo ha tenido grandes consecuencias y trae también a nuestro país un manejo que puede no ser el acuerdo, por dos o tres situaciones muy básicas: la primera, la Cámara, el Congreso, no está lleno de expertos físicos, químicos, biólogos, que tengan la posibilidad de determinar y dictaminar el uso del fracking, entonces tiene que llegar un grupo de expertos nacionales o internacionales que tengan esa experiencia del proceso, industriales en Europa, por ejemplo, el uso del mismo líquido (agua), y nosotros tanta falta nos hace que el agua sea usada en este tipo de proceso que en definitiva es un desperdicio impresionante para la cantidad de producto que se gana, o sea, no puede someterse a la industrialización por la desnaturalización de los recursos con los que se cuenta, no puede haber una explotación”.
Sin embargo, aclaró que para él, el fracking no es para México: “No es una práctica que en nuestro país sea admisible, no es una práctica que nuestro país esté preparado, no tenemos el alcance tecnológico, hoy lo podemos ver en otras partes del mundo, donde no necesariamente, a través de este método, puede industrializarse y puede obtenerse todo lo que se obtiene a través de este proceso, es definitiva otros procesos que se tienen que explorar”.
Estas dos posturas son parte de un consenso en varios sectores de la izquierda política que entienden los peligros medioambientales del fracking. No obstante, Morena y sus aliados están de acuerdo en dar luz verde a Claudia Sheinbaum para autorizar el fracking o la minería a cielo abierto, si es de “carácter estratégico para el desarrollo nacional”.
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