SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.― Para algunos morenistas la etapa de alardear estrecheces ha terminado. Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se ve impelida a mantener la ficción de la austeridad del gobierno mexicano viajando en vuelos comerciales ―incluso en periplos foráneos―, su correligionario Ricardo Monreal Ávila, líder de Morena en la Cámara de Diputados, presumió la semana pasada sus 25 años como cliente frecuente de aeronaves privadas.
El político zacatecano apenas sí recibió un llamado de atención de la presidenta: “Creo que deberíamos ser ejemplo para la sociedad”.
La reacción ha marcado un contraste con las sanciones que por circunstancias semejantes aplicó el gobierno de Enrique Peña Nieto, que en su momento se reputó como el demonio del dispendio, y el cual, sin embargo, sí aplicó sanciones a funcionarios y compañías que se vieron implicados en el uso de aeronaves oficiales para fines privados, o en la contratación de vuelos particulares.
Por ejemplo, en 2015, David Korenfeld Fedelman, entonces director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), fue despedido del gabinete Peña Nieto tras ser descubierto usando un helicóptero de la institución para fines privados, y la Secretaría de la Función Pública (SFP) le aplicó una cuantiosa multa.
Se presentó otro caso en 2016, cuando el entonces líder del Senado, Emilio Gamboa Patrón, en compañía de otros funcionarios del gobierno federal, usó un helicóptero privado que aterrizó indebidamente en un área protegida, por lo que la compañía que prestó el servicio fue sancionada.
En cambio, funcionarios y dirigentes del régimen morenista han echado mano tanto de aeronaves oficiales como de vuelos particulares sin sanciones: Adán Augusto López, Andrea Chávez, Mario Delgado, Américo Villarreal, Yeidkol Polvensky, entre otros morenistas, han utilizado aviones oficiales para fines particulares, costosas naves privadas, o de propiedad comprometedora. En total, EMEEQUIS identificó a 20 obradoristas “de altos vuelos”.
En marzo de 2015, David Korenfeld pagó caro el haber utilizado una aeronave oficial para trasladar a su familia de Bosque Real, en Huixquilucan, al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un viaje de 36 kilómetros: lo insultaron en redes, compareció ante la Dirección General de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la Secretaría de la Función Pública (SFP), cubrió el costo del viaje mediante depósito en la Tesorería de la Federación y le fue impuesta una multa.
La prensa fue igualmente implacable, y dos de los principales diarios le dedicaron su primera plana para detallar esa y otras irregularidades de Korenfeld, quien finalmente perdió su empleo, pues presentó su renuncia al cargo de director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Provenía del primer círculo del presidente Peña, pues había sido su secretario del Agua en el Estado de México. Pero nada fue suficiente para conjurar el castigo, seguramente definido por el propio presidente Peña, el mandatario con la mayor presión y vigilancia por parte de medios y oposición de la era contemporánea.
Korenfeld renunció el 9 de abril, y liquidó la multa de 638 mil pesos hasta el mes de julio. Luego desapareció.
En octubre de 2017, el senador Emilio Gamboa Patrón y el funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Guillermo Ruiz de Teresa, acompañados del empresario Emilio Díaz Castellanos, aterrizaron en el Parque Nacional Arrecife Alacranes, un área natural protegida de Yucatán.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso una multa de un millón 277 mil 104 pesos por esos hechos. A Díaz Castellanos le correspondió una multa de 851 mil 281 pesos por ser el arrendador del helicóptero, más 175 mil 296 pesos adicionales por su carácter de dueño del yate Maharani, con el que embarcaron hacia la isla Blanca o Pájaros del parque nacional.
Al piloto del helicóptero Bell 412 matrícula XA-EHP se le impuso una sanción por el sobrevuelo sin autorización y aterrizaje en zona no permitida, con una multa de 250 mil 527 pesos.
Gamboa Patrón y Ruiz de Teresa salieron impunes. Personal del gobierno federal filtró en su momento que no había hallado asidero legal para sancionarlos, en especial al senador.
Ya en 2016, Gamboa había sido captado al abordar un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, en el que presuntamente se trasladó a jugar golf.
Ricardo Monreal, miembro de un grupo que llegó al poder en medio de promesas de austeridad, usó el helicóptero privado en compañía de su segundo de a bordo en San Lázaro, el diputado Pedro Haces. Presumió que usa vuelos privados desde que fue gobernador (1998-2004).
―Yo desde que era gobernador y después, de vez en cuando uso vehículos así, de tipo privado. Lo he hecho desde hace muchos años y lo sigo haciendo cuando hay emergencias, urgencias(…) Fue simplemente el uso de un transporte privado en los que lo hago con frecuencia, a lo mejor me van a ver seguido.
La llaneza del político zacatecano difiere de los esfuerzos que durante años hizo esa familia por construir una leyenda pastoril de pobreza llanera. Pero no sorprendió a nadie dentro de los círculos de la clase política.
Lo que sí resultó raro fue el tibio regaño de la presidenta Claudia Sheinbaum, que apenas sí llamó a Monreal a dar un buen ejemplo.
Monreal despegó del Deportivo Venustiano Carranza, en la demarcación del mismo nombre, cerca de la Cámara de Diputados. Que porque traía una urgencia, dijo el zacatecano.
Pero no es el único obradorista que ha cedido al placer de usar aeronaves privadas u oficiales para saltar el tráfico u otras motivaciones personales.
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LAS TENTACIONES DE ADÁN
En mayo de 2019, el entonces gobernador morenista de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, quiso emular con fervor el ejemplo de austeridad de su líder político. Puso en venta el avión Learjet, modelo 28, matrícula XC-VSA, y fabricado en 1978 que pertenecía al gobierno del estado y daba servicio a los mandatarios.
También canceló la renta del hangar de la gubernatura, en el aeropuerto de Villahermosa. Al anunciarlo, dijo: “Será un fuerte ahorro, ya que ahora el gobernador no usa avión privado para su servicio”.
Pero una vez en funciones de secretario de Gobernación, acaso haya experimentado la sensación de que lo requería la investidura, o simplemente fue débil ante los mullidos asientos de esos jets, su rapidez, la gratificante sensación de no hacer filas, el oro burbujeante de la champaña que algunas compañías de charter ofrecen, la evasión de las aglomeraciones y las salas de espera.
El caso es que el 25 de junio de 2022, el exgobernador abordó el Bombardier CL 601, matrícula XA -ICY, de la compañía Servicios Aereos Estrella ―propiedad de Estrella Baz Cisneros, como lo reveló EMEEQUIS con oportunidad―, en el que voló a Morelia, después a Torreón, y finalmente a Villahermosa.
Este medio descubrió que el avión había efectuado, en días previos, vuelos a Houston. donde vive José Ramón López Beltrán, hijo de AMLO.
Pero no fue su caso más conocido. En septiembre de 2023, la periodista Lourdses Mendoza publicó que el ya secretario de Gobernación ordenó al piloto de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana alterar su patrón de vuelo para admirar la luna en compañía de la diputada, entonces de 25 años:
“Un viaje que en jet privado de la Fuerza Aérea Mexicana realizó de Chihuahua a Guadalajara, el 8 de noviembre del año pasado, para promover una reforma constitucional con el gobernador de Jalisco, quien le esperaba en el aeropuerto. El jet llegó más de una hora tarde, pues el entonces secretario de Gobernación había ordenado a los pilotos mantener cierto patrón aéreo para poder ver la luna llena que había ese día, mientras tomaba vino y le leía poemas de amor, de Carlos Pellicer, a la diputada Andrea Chávez, quien a la postre se convertiría, en los hechos, en su jefa de campaña y vocera. Esta historia fue atestiguada por otros cuatro diputados federales que iban en ese vuelo”.
EL AMIGO DE ANDY
Abraham Alipi Mena es amigo de toda la vida de Andrés Manuel López Beltrán, hijo de AMLO, y se ha desempeñado en la burocracia de Pemex al menos desde 2001. Pero fue al arribo del gobierno de López Obrador cuando alcanzó su mayor posición.
En enero de 2019 asumió el puesto de Gerente de Contrataciones para Producción, Comercialización y Confiabilidad, y en mayo siguiente fue nombrado Subdirector de Servicios de la petrolera.
No obstante, de acuerdo con consulta en la Plataforma Nacional de Transparencia, siempre ostentó la posición nominal de “coordinador ejecutivo de la Representación del Grupo Multidisciplinario de Enlace Administrativo Villahermosa” de Pemex.
El caso es que se le reputaba una influencia decisiva en las contrataciones de la empresa. Tanta, que su relación era cultivada con esmero por contratistas de la paraestatal.
El primero de febrero de 2022 fue nombrado director del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas), y al día siguiente se fue a Miami. A las 10 de la mañana con seis minutos del 2 de febrero de 2021, Alipi Mena abordó un Cessna 501 – Citation I SP, con matrícula XB – PGY en el aeropuerto de Cancún y voló a Miami, previa escala en Reynosa, Tamaulipas. Volvió al día siguiente a las 20:46 horas.
El avión formaba parte de la flota de Climer Multiservicios, propiedad de Sergio Alberto Calzada Sala, Jaime Calzada Sala y Enrique Nogueiras Carrera, ligados a Perforaciones Oro Negro, de Gonzalo Gil White, hijo de Francisco Gil Díaz, una empresa que hasta entonces había facturado cientos de millones de pesos a Pemex duante la actual administración, según publicó el periódico Contraréplica.
Pero el presidente exoneró a Alipi Mena. En su presentación del 19 de mayo de 2021, López Obrador se olvidó de su rechazo a los vuelos privados y dijo, al ser cuestionado al respecto: “En ese caso ya se hizo la investigación. Se comprobó de que sí fue, pero que fue invitado, él no pagó el viaje. Y se consideró que no tiene ningún delito”.
EL ‘RIDE’ DE MENCHACA
El 31 de octubre de 2021, el entonces senador y actual gobernador electo de Hidalgo, Julio Menchaca, abordó un jet Hawker 800, con matrícula XA-IZA, de la flota de Servicios Aéreos Soffly, para asistir a la toma de protesta de su correligionario morenista, Rubén Rocha Moya, como Gobernador de Sinaloa.
Cuando la prensa hidalguense cuestionó a Menchaca sobre su vuelo privado, primero reaccionó con desconcierto, primero dijo, sin que viniera a cuento, que él nunca había sido acusado por temas de corrupción, después sugirió que senadores amigos suyos, propietarios de aviones, lo habían invitado, y al cabo de tal rodeo decidió finiquitar el tema con la afirmación de que cada quien paga el transporte que puede:
“Varios senadores tienen un jet porque son empresarios y son empresarios progresistas que apoyaron a AMLO, son personas que tienen un patrimonio formal en el trabajo, formal en su esfuerzo. En el caso de la toma de protesta del gobernador de Sinaloa, coincidió que un grupo de amigos que asistieron, invitados por él, que asistieron, invitados por él a sus toma de protesta, y salieron de Pachuca, y efectivamente, me dieron un raid. No hay que satanizar (…) porque hay taxis aéreos. Alguien podrá tener la disposición presupuestaria de comprarse una Suburban y a alguien le podrá alcanzar para un Volkswagen, y es muy sus recursos, que los utilice en lo que crea conveniente, y hay servicios de taxis aéreos y no es un pecado”.
Y en entrevistas subsecuentes se enfrascó en una discusión casi doctoral sobre las razones por la que no debía satanizarse el uso de aviones privados por parte de funcionarios obradoristas.
Pero cuando Menchaca se hallaba en tales disquisiciones, salió a la luz que él fue quien rentó el avión, para ese y otros viajes. Así lo publicó el 15 de noviembre de ese año el periódico Excélsior:
“Julio Ramón Menchaca Salazar, ha destinado más de 692 mil pesos en el alquiler de una aeronave particular para desplazarse a 5 distintos estados del país, desde su lugar de residencia en Pachuca, Hidalgo cuyo costo por hora de vuelo sobrepasa los 2 mil 800 dólares”.
De acuerdo con los registros de la empresa Servicios Aéreos Soffly, dueña del Jet Hawker 800 matrícula XA IZA en la que ha viajado el senador morenista, sus vuelos han sido de Pachuca a Cuernavaca; Culiacán a Pachuca; Acapulco a Culiacán; Pachuca a Acapulco y Querétaro a Pachuca”.
Lo más inquietante es que el 6 de septiembre, un mes antes del viaje de Menchaca a Culiacán, el mismo avión llevó a Carlos Treviño, exdirector de Pemex, al extranjero, en su huida de la justicia. Un día después, la FGR le imputó asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
LA SEGURIDAD DE YEIDCKOL
Entre el 13 y el 23 de mayo de 2019, la empresa Aerolíneas Ejecutivas puso a disposición de Yeidckol Polevnsky, entonces presidenta nacional de Morena, un avión Beechjet 400 con matrícula XA-ETP, por la módica cantidad de 23 mil dólares.
El motivo del viaje de Polevnsky era asistir a los actos proselitistas de la campaña de diputados locales en Tamaulipas. La aeronave cubrió el itinerario Toluca – Ciudad Victoria – Tampico – Matamoros – Monterrey – Toluca.
Viajaron con Yeidkol: Américo Villarreal; Carlos Suárez, su operador político, y el excandidato a diputado por Apodaca, Nuevo León, Víctor Govea.
Cuando fue cuestionada por el uso de una aeronave, la expresidenta nacional de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación dijo que optó por rentar el avión porque era víctima de amenazas de muerte.
Explicó: “Primero no quise hacer nada. (…) Pero primero dije ‘voy a espantar a mis hijos, voy a espantar a todos, voy a espantar hasta a los votantes’. ‘No’, dije, ‘que me acompañen los compañeros grandes y fuertes porque la situación está complicada’. Y sí, avisé a temas de seguridad, de cuidado, porque está pasando esto”.
TODO POR AMOR
Un atardecer de junio de 2019, Felipe Patjane Martínez, entonces alcalde morenista de Tehuacán, Puebla, llevó de paseo a su novia, Paulina Vargas Sobrado. Pero lo hizo en un helicóptero Bell 206 que rentó para la ocasión: esa noche, en las alturas, le propuso matrimonio y le entregó el anillo de compromiso.
Paulina era directora de Cultura en el ayuntamiento encabezado por Felipe, a quien conoció en la campaña electoral, y se enamoró. Hay numerosos comentarios en las redes sociales virtuales que aseguran que los novios “derramaban miel”, en especial después de que Felipe tomó posesión del cargo.
Él insistía en que se dirigieran a Paulina como “la doctora”: “ese asunto trátalo con la doctora”. Ella le correspondía sugiriéndole algunos nombramientos, dándole opinión sobre determinadas decisiones públicas.
Como era de esperarse, pronto comenzaron los planes de boda, que se programó para noviembre de 2019. Cuando los periodistas preguntaban al alcalde sobre la ostentación de haber rentado un helicóptero para la propuesta, Felipe respondía con otra pregunta, que acompañaba con una expresión que denotaba molestia y desconcierto: “¿Por qué les interesa tanto mi vida privada?”.
En realidad, la misma pareja había compartido en sus redes sociales la fotografía de la propuesta de matrimonio, con el helicóptero detrás de ellos, él rodeándola con su brazos, ella mostrando el dorso de su mano extendida, mostrando el anillo.
Llegó el día. La novia esperaba en el altar. La ceremonia y la fiesta se efectuaría en una hacienda porfiriana de Cuernavaca y, según se filtró en medios locales de Tehuacán, sería amenizada por la cantante Ximena Sariñana. Pero Felipe no llegó.
Supuestamente había sido aprehendido por autoridades judiciales de Puebla cuando se dirigía a su boda, se difundió en redes casi al instante. Tenía órdenes de aprehensión por peculado, usurpación de funciones, abuso de autoridad y ejercicio indebido de la función pública.
Pero su pecado no fueron sus excesos. En octubre, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta reprendió al edil de la segunda ciudad más poblada en el estado de Puebla, por tener en su ayuntamiento a un grupo de panistas y priístas. Por eso sus pecados se tornaron delitos.
Como si no hubiera sufrido bastante, Paulina se enteró de algo atroz: el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, aclaró que en realidad el presidente municipal tehuacanense no se dirigía a Cuernavaca.
Enterado como estaba de que la policía le pisaba los talones, Felipe se hallaba en el Aeropuerto de la Ciudad de México, donde pretendía tomar un vuelo a los Estados Unidos.
Después fueron detenidos el director de Seguridad Pública, la contralora, el tesorero, un regidor y la directora Adjudicaciones y Licitaciones del ayuntamiento. La novia renunció a su cargo y se amparó.
SIN ESTAMPILLAS
El primero de marzo de 2021 tres funcionarios de la Cámara de Diputados, dominada totalmente por Morena en sus órganos de gobierno y de administración, así como las Comisiones Legislativas, tomaron un vuelo privado en el aeropuerto de Toluca.
Los servidores públicos eran Luis Genaro Vásquez Rodríguez, director General de Servicios Legales; y sus subalternos, Olinssener Elihu Pichardo Mora, director de Servicios Legales; y Claudia Violeta Azar Cruz, subdirectora de Apoyo Normativo .
Abordaron un Learjet, de matrícula XA-PBX, y emprendieron el vuelo.
Se dirigían a Tamaulipas, a donde notificarían al gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, sobre el proceso de desafuero iniciado en su contra por la Cámara de Diputados. La aeronave cumplió el recorrido Toluca – Ciudad Victoria, y de regreso.
Para esta visita inopinada, que prescindió de cualquier tipo de servicio de mensajería, por no hablar del correo convencional, no hubo explicación.
ALCALDES CON MILLAS PRIVADAS
Muchos otros obradoristas han sucumbido ante el deseo de ese testimonio de éxito que significa acceder a un vuelo privado.
Está por ejemplo el caso de Luis Enrique Cadena García, alcalde Nopala, Hidalgo, y exsecretario de Organización del comité estatal de Morena en Hidalgo, quien apareció en mayo de 2020 fotografiado en un avión privado. Después difundió la versión de que se había tratado de una “broma”. Pero nadie se rió.
Cadena García se hace llamar “General de la 4T”. Gusta de usar botas de pitón y otras serpientes, cinturones del mismo estilo, según crónicas locas, y sombreros tipo texana.
Otra alcaldesa morenista que también ha usado aviones privados es Geraldine Ponce, presidenta municipal de Tepic, Nayarit. El empresario Fernando Beceril Guerrero le prestó, el pasado mes de mayo, un avión Piper PA-34-220T Seneca III.
Lo usó para asistir a una reunión con el pueblo Wixárika, en la Mesa del Nayar, dentro del mismo municipio de Tepic. Pero tuvo un accidente, del que salió ilesa. Según la alcaldesa, sólo cooperó con el gasto del combustible.
Ese vuelo se caracterizó por carecer de registros de su ruta, como publicó EMEEQUIS.
Otro alcalde morenista que ha sido señalado de usar vuelos privados es el de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, quien, según reportes de prensa, utilizó un jet con matrícula XB-JKU para viajar a Matamoros, dentro de su mismo estado, y Mcallen, Texas, en los Estados Unidos, el 15 y 19 de noviembre de 2021, respectivamente.
Hubo otro presidente municipal morenista que usó vuelos privados, Luis Guillermo Benítez Torres, cuando encabezaba el ayuntamiento de Mazatlán. Según difundió el periódico El Sol de Sinaloa el 15 de octubre de 2021, Benítez Torres salió del puerto en avión privado, por aquellas fechas, antes de que tocara costa el Huracán Pamela.
OTRO CASO
El director del Fideicomiso para la Promoción Turística de Sinaloa (Promotur), Alfonso Reséndiz Memije usó vuelo privado para ir al Tianguis Turístico de Acapulco, presumiblemente financiado por el Grupo Arhe, dedicado a la infraestructura y servicios turísticos.
Fue regañado por el gobernador Rubén Rocha Moya, quien ya debidamente corregido, regresó al funcionario a su puesto.
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