¿Peligro latente? Fotos: Especial.
EMEEQUIS.― Para el escritor Marcelo Fabián Monges, “creer que Putin no es capaz de lanzar una bomba atómica en Ucrania es un gran error”. Y es que esa es la actitud que el escritor encuentra en la administración Biden y en su apuesta para extender su presencia en la Casa Blanca, Kamala Harris.
Entrevistado por EMEEQUIS en ocasión de la publicación de su tercer título sobre el tema, “El peligro de una tercera guerra mundial. Errores y alertas en la guerra de Ucrania”, Monges advierte:
“Creo que la administración Biden está usando a Zelensky para tratar de destruir a Putin, para derrocar al gobierno de Rusia, y eso es un gran error, porque Putin no es un cachorrito. Pelear de esa forma contra Putin es como pelear con un oso o con un león, o con un puma: es un tipo de animal que si uno va y lo encierra y lo acorrala, te va a atacar; y creo que tanto Zelenski como Kamala y Biden están subestimándolo. Creer que Putin no es capaz de lanzar una bomba atómica en Ucrania es un gran error.”
El autor también encontró en el desarrollo de la obra señalada, errores estratégicos del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, los cuales, a sus juicio, podrían derivar en un conflicto de alcance global y poner a la humanidad en riesgo de una guerra nuclear:
“El riesgo, sobre todo, está dado porque Zelenski sabe que no puede ganar la guerra, los ucranianos saben que no tienen cómo ganarla, no tienen soldados, entonces están haciendo un esfuerzo enorme para provocar a Putin, para que sobrerreaccione, y que tenga que intervenir la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). De esa forma están tratando de que otros vayan a pelear la guerra que ellos no pueden ganar. Pero el problema de eso, y que significaría una tercera guerra mundial. Porque si entra la OTAN, el conflicto obviamente, y se extiende, participarían mucho más actores político – militares. Del lado ruso, Putin tiene un acuerdo de defensa mutua con Corea del Norte, otro, aunque tal vez no escrito, pero sí en la práctica, con Irán, lo mismo con China, y seguramente abriría otro frente, entonces sí sería una guerra mundial”.
Apenas dos meses después de la invasión rusa, el autor publicó “Putin, la invasión a Ucrania”, probablemente el primer libro sobre el tema. En julio pasado apareció la secuela, : “Ucrania entre la esperanza y el infierno”. Y ahora completa la trilogía con un volumen que se adentra en los resultados del desgaste de las dos fuerzas en conflicto, el punto muerto de las negociaciones y los errores estratégicos en que han incurrido.
“El peligro de una tercera guerra mundial. Errores y alertas en la guerra de Ucrania” se presentará el próximo sábado a través del canal de YouTube RID-TV a las 19:00 horas, con la participación del autor y de la escritora Marlene Pasini.
¿EN SERIO UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL?
―Desde los 50s y sobre todo después de la crisis de los misiles de 1962, hemos tenido muchos capítulos en los que la tercera guerra mundial ha estado “a punto de ocurrir”. ¿Cuál es la diferencia en esta ocasión? ¿Los temperamentos, el tipo de armas, la configuración internacional? ¿Qué es lo que hoy nos dice que en efecto es un peligro mucho mayor que en otras ocasiones?
―Yo creo que hay algunos elementos que se conjugan, y a través de la propaganda, relativizan el peligro y eso lo vuelve más grande ―repone Marcelo Monges―. Hay un montón de analistas y de propagandistas que funcionan como matraqueros de Zelenski y que tratan de hacer creer en redes sociales que el peligro de una guerra nuclear no existe. En el libro hablo de la falacia de McNamara, que era un método que tenía el secretario de Defensa de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, basado sobre todo en lo que era cuantificable, para evaluar cómo iban en la guerra Vietnam. Vietnam tenía un enorme número de muertos, entonces según McNamara a ellos le iba muy bien en la guerra, e iban a ganar, y usó ese método hasta que casi al final de la guerra se enteró que no tenían cómo ganar porque eso no evaluaba otro montón de elementos que no eran cuantificables, como la motivación de los vietnamitas, la capacidad de resistencia y muchos elementos de ese tipo. En este caso no sólo están aplicando la falacia de McNamara para analizar cómo va la guerra de Ucrania, sino que además, por ejemplo, Zelensky también prescinde de cosa absolutamente cuantificables como es la cantidad de bombas atómicas que tiene Putin. En el relato de Zelenski en ningún lado habla de del peligro nuclear, ni de la bomba atómica que tiene Putin, y lo hace exprofeso, lo hace con toda intención para aquí los aliados, su socios, como les llama, en las autoricen atacar con todo lo que tengan, con los F 22 con los misiles de largo alcance, incluido el Kremlin,
Pero advierte: “Creer que no va a conseguir ninguna reacción de Putin, para mí es un error que va en contra la supervivencia de Zelenski, de Ucrania y de la humanidad”.
MAL NEGOCIO
Según Monges, el líder ucraniano no ha sido indemne al desgaste, lo que ha implicado actitudes y reacciones erráticas:
“Yo creo que perdió el piso. Por ejemplo, cuando empezó la guerra, Putin subestimó a Zelenski, creyó que iba a salir corriendo, que iba a huir, y no lo hizo, sino que se puso a defender a Ucrania de una manera muy firme, muy sólida, muy el estilo de un héroe. Pero ahora, creo que llegó un punto en donde Zelenski está subestimando a Putin, y cree que puede cruzar todas las líneas rojas de Putin. De hecho, el gobierno de Zelesnky sostiene que las líneas rojas de Putin no existen, hay diputados ucranianos que lo dicen abiertamente de esa forma, y han convencido en parte a muchos funcionarios del gobierno de Biden, y a muchos líderes de occidente, de que eso es así, y entonces están pidiendo permiso de una manera desesperada para atacar con armas de largo alcance a al Kremlin, y eso puede provocar que Putin le termine metiendo un bombazo nuclear o Ucrania, cosa que Zelensky no tiene en cuenta o no le importa, porque él espera entonces que si hay una reacción así, intervenga la OTAN”.
El resultado, dice el autor, es que las posibilidades de negociación se anulan: “Zelensky tiene desde el principio de la de la guerra, cuando han existido mesas de negociaciones, una posición que es la misma que ha sostenido también con frente a los intentos de mediación del papa Francisco, que es una posición muy cerrada y absurda, porque eso no va a suceder, que plantea que Ucrania va negociar cuando se retiren todas las tropas rusas de su territorio, y eso es como decir, bueno, vamos a negociar cuando Rusia se rinda. Entonces Rusia le está respondiendo, Putin le está respondiendo, que bueno, ellos van a negociar cuando Ucrania ceda cuatro regiones que ellos se han adjudicado por decreto. Entonces, en la práctica, están en un punto muerto las posibilidades de negociación”.
Considera por ello que la propuesta del candidato presidencial republicano en los Estados Unidos, Donald Trump, tiene mayor coherencia que el de su opositora: forzar la negociación.
Monges recuerda que Trump se ha planteado: “Bueno, si llego al gobierno le voy a quitar la ayuda a Ucrania, lo voy a obligar a negociar, y cada uno se queda con los territorios que tiene y se acabó el conflicto”.
Eso, dice, “de alguna forma eso coincide con la propuesta de Brasil, de (Ignacio ) Lula, y de China, que ellos hablan de congelar el frente de combate y que así se queden los territorios.Pero en realidad, Zelenski y los ucranianos no quieren aceptar eso de ninguna manera, ni a palos. Pero si uno lo mira desde afuera, yo creo que a Zelenski el árbol le está tapando el bosque, que perdió la dimensión de cómo se ve el conflicto desde afuera. Creo que ahora lo mueve una visión de venganza que, por otro lado, puede ser comprensible. O sea, los rusos han ido y les han violado a las mujeres, les bombardean a los civiles, los hospitales, las escuelas, hay crímenes de guerra. Pero en la visión de Zelenski, que no quiere ceder el 20% del territorio que tienen ocupado los rusos, haciendo un esfuerzo para que entre la OTAN, eso podría…
Digamos, para la humanidad, una tercera guerra mundial tendría un precio enorme porque podría ser una guerra nuclear, y podría significar el fin de la humanidad. Y eso a cambio del 20% del territorio de Ucrania, es un muy mal negocio para la humanidad.
Marcelo Monges considera, en cambo, que el saldo de la administración de Joe Biden frente al conflicto de Rusia y Ucrania es negativo: “Creo que Kamala está perdida en muchas cosas, en el tema de Israel y en el tema de Ucrania, está completamente perdida. Respecto de Ucrania, ellos parece que se convirtieron en la comparsa de Zelensky, y hacen prácticamente todo lo que les pida, sin tener la visión de que el conflicto se puede ampliar y de que pueden terminar en una guerra nuclear”.
¿HÉROE O SUPERVIVIENTE?
Marcelo Fabián Monges recuerda que el secretario general de la OTAN saliente, Jens Stontelberg, recordó que esa situación ya sucedió en un momento a Finlandia: “al final del día tuvo que ceder el 20% de su territorio y eso le permitió conservar la integridad como país, y eso podría suceder en este caso perfectamente”.
Sin embargo, el escritor encuentra ahora riesgosa resistencia: “Porque yo creo que Zelenski ve que en la historia, en vez de quedar como héroe, quedaría como el que perdió el 20% del territorio de Ucrania. Pero también podría verse como el que salvó a Ucrania a pesar de que perdieron el 20% del territorio, porque cuando empezó la invasión, pues Putin iba por todo Ucrania, no iba por el 20%,. De hecho, invadió hasta Kiev, y el ejército ucraniano echó a los rusos hasta un 20% del territorio que siguen ocupando”.
Remite a su libro, en el que se abordan errores militares de las naciones en conflicto. Comenta al respecto: “El hecho de que Zelenski no convocó al principio de la guerra a 500,000 soldados o a 1000,000 de soldados como, bueno, yo le escribí a su cuenta de Twitter en inglés que hiciera eso. Pero después de 2 años de guerra, su jefe del estado mayor, el jefe del ejército, le exigía a Zelenski que convocará a 500,000 soldados y tampoco lo hizo. Es más, envió a ese general como embajador en Gran Bretaña. Pero resultó nefasto, porque Ucrania no tiene soldados. En el frente del este, en la región de Donetsk, Ucrania está perdiendo ciudades y justamente porque tiene deserciones masivas y la diferencia entre haber convocado antes de la tarde y reclutar soldados ahora es enorme, porque ahora nadie quiere ir a la guerra, de ninguno de los dos lados, pero del lado ucraniano porque saben que el frente de combate es una ‘picadora de carne’, como le llaman, y al principio de la guerra los ciudadanos ucranianos sí hacían fila para anotarse, para ir a la guerra, y ahora pues los arrastran y los llevan a la fuerza”.
Lo peor de todo es que las condiciones a que ha llegado el conflicto han propiciado, además, situaciones de corrupción, denuncia escritor:
“Hay gente que paga y comisionados del ejército que cobran para no reclutar a gente que no quiere ir. Hay armamento que le han enviado a Ucrania en el mercado negro. Han aparecido en España armas de las que occidente envía a Ucrania, con las que han matado a policías de la Guardia Civil. Se ha comprobado que esas armas se las envió la OTAN. Hay casos de corrupción en donde intervino el secretario particular de Zelensky y tuvo que renunciar. Hay comisionados que estaban encargados de reclutamiento de soldados y han aparecido con autos de alta gama de último modelo y con un montón de bienes que no podrían justificar. O sea, está claro que por la guerra de Ucrania hay mucha gente que se está enriqueciendo, que la guerra es un gran negocio para muchos, para muchos en Ucrania y para algunos a Rusia y para muchas empresas armamentística en Estados Unidos”.
Refiere que el senador Kennedy, que se acaba de unir a la campaña de Trump, ha dado a conocer las empresas de Estados Unidos están haciendo un enorme negocio con la guerra de Ucrania, y en Rusia, Putin también destituyó a algunos generales, de primer nivel, por corrupción.
@estedavid