Las estrategias de sostenibilidad o sustentabilidad no son necesarias únicamente a nivel gubernamental sino desde todos los niveles, incluidos los empresariales. Foto: Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– La presencia de fenómenos meteorológicos cada vez más devastadores es una realidad. Tragedias como las ocurridas con los huracanes Otis o John en Guerrero, México o la DANA que afectó Valencia al este de España son un ejemplo de los desastres que trae el cambio climático.
Por esta razón, las estrategias de sostenibilidad o sustentabilidad no son necesarias únicamente a nivel gubernamental sino desde todos los niveles, incluidos los empresariales.
La industria de la aviación, una de las más identificadas como contaminantes (un 2% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global) está contrarreloj para aportar medidas que contribuyan a la salud y bienestar de la sociedad, del medio ambiente y el planeta.
Bajo este orden de ideas, Karen Farías, directora de ESG en Aeroméxico (que por sus siglas en inglés significa Ambiente, Social y Gobernanza y es un área que busca esforzarse por elevar los estándares de las empresas socialmente responsables, ambientalmente sostenibles y gestionadas éticamente) destacó que el proyecto de la aerolínea está proyectado hacia 2050 con la ambición de no solamente destacar en su rubro, sino en impulsar a todo el sector de la aviación en el país y Latinoamérica.
Durante la presentación de este proyecto, Farías presentó el modelo de sostenibilidad por el cual se rige actualmente Aeroméxico que se divide en tres ejes: Mundo (descarbonización), Personas (compromisos sociales) y Negocio Extraordinario (buenas prácticas). Además, subrayó que para que un plan de sostenibilidad sea viable y no solo quede como una práctica de greenwashing -es decir, estrategias de mercadotecnia para simular un compromiso con el medio ambiente sin asumir ninguna práctica eficaz- se requiere que todos los puestos directivos asuman compromisos y es lo que ocurre con esta empresa.
Muestra de esto es la inversión de 5 mil millones de dólares que Aeroméxico tomó desde 2021 para renovar la flota y mejorar la tecnología de estos para que cada proceso previo a adquirir los combustibles pero también los previos al despegue sean lo menos contaminantes posibles, informó Christian Pastrana, director de Relaciones Publicas y Comunicacion Corporativa.
¿CÓMO LOGRAR QUE EN 2050 HAYA CERO EMISIONES?
Aunque 2050 suena lejano todavía, Farías explicó que además de la mejora de la flota de aviones de la aerolínea, una de las metas a cumplir en 26 años es que el combustible de todos los aviones sea SAF.
El SAF, que en sus siglas en inglés significa “Combustible de Aviación Sostenible” es un biocombustible que es fabricado a partir de materias primas renovables como aceites usados de origen orgánico, desechos agrícolas, subproductos animales, biomasa, plásticos, neumáticos e hidrógeno.
De esta forma se emite un 75% menos de dióxido de carbono (CO2) y por lo tanto menos emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
El uso de este tipo de biocombustible implica diversos retos como una producción mayor que tampoco contribuyan a la deforestación y que por lo tanto sea más económica.
Por este motivo, Farías destacó que Aeroméxico no puede transitar solo y debe buscarse un beneficio a nivel sector, por lo que las mesas de diálogo con la Secretaría de Energía y la Secretaría de Medio Ambiente y Resursos Naturales también han sido pieza clave para que México acelere los procesos para producir en la región el biocombustible y suministrarlo.
“Estamos frente a desafíos muy importantes pero la economía baja en carbono es una prioridad y estamos poniendo en marcha una hoja de ruta para cumplir con estos compromisos”, finalizó Karen Farías.
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