Willy Ochoa, candidato a Senador por la coalición Fuerza y Corazón por México, ha recibido amenazas en Chiapas. Foto: Damián Sánchez / Cuartoscuro.com.
POR JUAN ORTIZ / LUPA LEGISLATIVA
EMEEQUIS.– La violencia electoral en México ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 30 candidatos asesinados durante el último proceso electoral. Este fenómeno no solo amenaza la seguridad de los aspirantes a cargos públicos, sino que también pone en peligro la vida democrática en ciertas zonas del país.
La violencia, concentrada en ciertos estados y municipios, exige una respuesta urgente y focalizada para salvaguardar tanto la seguridad de los candidatos como el derecho de los ciudadanos a elecciones libres y justas.
LA MAGNITUD DEL PROBLEMA
Según el último reporte de Laboratorio Electoral, 33 candidatos y candidatas registrados fueron asesinados entre junio de 2023 y mayo de 2024. Integralia Consultores documenta 34 asesinatos en el mismo periodo.
Además, Laboratorio Electoral registra 238 casos de agresiones, incluyendo 60 atentados, 15 secuestros y 92 amenazas. Por otro lado, Integralia documenta 701 víctimas de diferentes delitos relacionados con la violencia política, incluyendo al menos 225 asesinatos.
LA DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Este fenómeno se presenta de manera más aguda en ciertos estados y municipios, revelando un panorama complejo y preocupante.
Según un mapa de riesgo electoral para 2024 presentado por los partidos PAN, PRI y PRD, de las 70,751 secciones electorales del país, el 28.86% presenta focos rojos (19.98%) y naranjas (8.90%). Estados como Quintana Roo, Tabasco, Guerrero y Zacatecas muestran alarmantes porcentajes de secciones electorales en riesgo, superando el 70%.
De acuerdo con registros periodísticos, se han dado importantes casos de renuncias por parte de candidatas y candidatos en estados que padece violencia:
- Guerrero: De los 85 candidatos para alcaldes de un partido local, 20 se dieron de baja debido a amenazas e intimidaciones.
- Chiapas: Más de 500 renuncias de candidatos, la mayoría mujeres, se han registrado.
- Zacatecas: 200 candidatas han renunciado a sus cargos, y el INE investiga posibles casos de violencia política.
- Michoacán: Cerca de 200 candidatos se han retirado de la contienda.
Esta distribución desigual de la violencia electoral resalta la necesidad de un enfoque local en la estrategia de mitigación.
IMPACTO EN CANDIDATOS Y PROCESO ELECTORAL
De acuerdo con El Colegio de México, la violencia electoral tiene dos caras. Por un lado, están los ataques de grupos armados que buscan cooptar a los políticos, y por otro, la violencia interna de los partidos, donde las campañas se libran a balazos para definir candidaturas.
Lo que es aun más grave, es que los actos violentos no siempre se dirigen a los candidatos, sino a su círculo cercano, afectando tanto a familiares como a colaboradores políticos y empresariales.
De acuerdo con cifras del Gobierno Federal, en estas elecciones más de 500 candidatas y candidatos han solicitado protección de fuerzas federales. Esto implica una afectación en la equidad de la contienda, pues los candidatos deben perder tiempo valioso para tramitar la solicitud de protección especial.
La organización Data Cívica reporta que, por cada ataque violento, la participación electoral en los municipios afectados disminuye en un 3%. Este impacto va más allá de los liderazgos políticos, afectando directamente la capacidad de los ciudadanos para ejercer su derecho al voto libremente.
VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO
La violencia política de género es otra dimensión crítica del problema. Desde septiembre de 2023, el INE ha recibido más de 150 quejas por violencia política contra mujeres. De estas, 98 se presentaron en lo que va de 2024, con casi una queja diaria en los meses de marzo y abril.
Este aumento indica que la violencia se intensifica a medida que avanzan las campañas electorales, destacando la vulnerabilidad particular de las mujeres en la política.
La violencia electoral en México es un problema serio que no puede ser minimizado con comparaciones estadísticas. La vida de los candidatos en varias regiones del país está en juego. Es esencial que la federación asuma su responsabilidad y colabore estrechamente con estados y municipios para garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto sin temor.
El objetivo de las autoridades debería ser que el 2 de junio sea una auténtica fiesta democrática para todas y todos. Votar no debe ser un lujo ni, mucho menos, un riesgo para la integridad personal. La violencia electoral debe ser abordada con la seriedad que merece.
@Juan_OrtizMX