Lejos de estar resuelta la situación, hay elementos que permiten plantear que el resultado de la elección será cerrado. Análisis de Julián Andrade.
EMEEQUIS.– En cinco semanas será la elección. Para el lunes 3 de junio el país estará ponderado y discutiendo el resultado.
Estamos ante la posibilidad de un cambio de régimen, por el impacto que tendrían las reformas propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en materia electoral y respecto al Poder Judicial.
Pero al mismo tiempo nos encontramos en la factibilidad de que Morena no cuente con la fuerza suficiente para culminar el plan de Palacio Nacional.
De ahí que sea tan relevante lo que ocurra en la conformación del Poder Legislativo, incluso para quien resulte vencedora de la contienda, ya sea Xóchitl Gálvez o Claudia Sheinbaum.
Lejos de estar resuelta la situación, hay elementos que permiten plantear que el resultado será cerrado.
La serie de reformas que está por aprobar el partido mayoritario y sus aliados en las cámaras legislativas, dan pistas de que algo está ocurriendo en los análisis y cálculos sobre el resultado de los comicios.
Tienen una prisa que no encaja en el discurso de la ventaja de dos dígitos que pregonan, un día sí y el otro también. Las evidencias sobre esta situación son diversas.
Primero, una reforma para “garantizar” una pensión de 16 mil pesos a quien se jubile, aunque mientan anunciando que será la del último salario recibido.
Una medida totalmente electorera, porque no habrá bolsa financiera que lo resista. Tan es así, que quieren utilizar unos 40 mil millones de pesos de cuentas inactivas en las Afores de mayores de 70 años. Caravana con sombrero ajeno, ya que no son recursos del gobierno, sino de los propios trabajadores y de sus beneficiarios.
La jugada ya no salió como esperaban, porque la posibilidad del traslado de esos recursos ha generado toda clase de sospechas y más aún el sostener que las Pensiones del Bienestar se fondearán con las ganancias del Tren Maya y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, algo que no ocurrirá ni en el largo plazo.
Y en ese mismo tenor hay que añadir los cambios a la Ley de Amparo, que tiene como fin impedir que se apliquen suspensiones con efectos generales para permitir un fraude a la Constitución, que es el que se observará en la aplicación de disposiciones reglamentarias, como intentaron, en su momento, en lo que respecta al tema eléctrico y al Plan B para debilitar al INE.
En Morena sabían que lo aprobado era contrario al texto constitucional, pero creyeron que podían esquivarlo, pero se toparon con jueces valientes, que otorgaron suspensiones, y eso es lo que ya no quieren que se repita.
El daño mayor, sin embargo, estará en que los sectores más vulnerables no contarán con posibilidades de beneficiarse de la protección de la justicia en cuestiones que les afectan en modo directo.
Algo similar puede observarse en la Ley de Amnistía, que pretende dotar al presidente de la República de la facultad de otorgar inmunidad total a delincuentes que tengan información para esclarecer los casos de alto impacto.
Esto puede ser aprovechado por toda clase de bandidos, incluidos del involucrados en hechos de sangre, narcotráfico, secuestro y asesinato, ya que no hay límites en la discrecionalidad que se otrorgará.
Es una medida que se aparta del espíritu que tuvo la amnistía de 1978, ya que en aquella oportunidad se aplicó a presos de carácter político, ligados a los grupos guerrilleros, pero que no estuvieran en procesos de delitos contra la vida.
José López Portillo la utilizó como una medida de resarcimiento a quienes habían sido torturados y sometidos a juicios contrarios al debido proceso y para abonar a la construcción de un ambiente que hiciera posible la reforma política.
Ahora es un misterio lo que se pretende y de ahí las dudas legítimas que produce.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Margarita González Saravia, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, ya visitó la mayoría de los municipios de Morelos. Sabe que uno de los problemas más graves que aquejan al estado que quiere gobernar es el de la inseguridad, y en el primer debate entre candidatos hizo propuestas relevantes al respecto. Es interesante que tome distancia del gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien tiene una de las peores calificaciones en ese tema.
Otro aspecto del que sabe mucho es el turismo, y el plan que contempla es bien visto por los empresarios.
González, junto a Lucy Meza y Jessica Ortega disputan, además, la medalla de convertirse en la primera mandataria morelense.
@jandradej