CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Desde hace tiempo, Gilberto Guevara Niebla viene advirtiendo sobre el desastre en curso que padece la educación pública. Para quien fue subsecretario de Educación, en la actual administración, lo que hay es una operación que pretende cancelar el pensamiento ilustrado y marginar al método científico.
Una muestra de ello son los nuevos planes de estudio donde se privilegia la “experiencia comunitaria” sobre las matemáticas y las ciencias.
Las palabras del exlíder del Movimiento Estudiantil de 1968, cuando advierte sobre el asunto, son de atenderse, porque es uno de los expertos más refinados en el tema educativo y no de ahora, sino de hace décadas.
Guevara Niebla se distanció de la 4T cuando se dio cuenta de los resortes autoritarios que se estaban aceitando y de los daños que se irían mostrando en políticas públicas y dinámicas de gobierno.
Lo que ocurre en la SEP es grave y puede tener consecuencias lamentables para generaciones de alumnos, sobre todo los que cursan los niveles básicos.
El disparate más reciente, es la pretensión de que los profesores lean a Carlos Marx y a Lenin para guiarse en sus actividades pedagógicas. Los textos elegidos muestras en el extravío, porque ni El Capital y mucho menos en el ¿Qué hacer?, van a encontrar consejos relevantes para las tareas que ahora les ocupan.
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En Un libro sin recetas para la maestra y el maestro, escrito por Marx Arriaga, el encargado de los materiales educativos y los Libros de Texto gratuitos, es en el que se hacen las sugerencias, en las que de paso se incluye a Bakunin.
El objetivo es “enfrentar las dinámicas de opresión y formar a un nuevo mexicano y una nueva mexicanidad afín a la transformación irreversible del país”.
Al margen de las profecías históricas, que por regla general resultan fallidas, los maestros de primaria tendrán que hacer una verdadera arqueología del libro que el filósofo escribió en 1867, para sacar lecciones adecuadas para los niños que tienen que aprender español, ciencias naturales y matemáticas. Con el líder de la Revolución Rusa será todavía un desafío más elevado, por no hablar de los problemas, inclusive conceptuales, que puede entrañar una lectura sobre Bakunin y su anarquismo.
Guevara Niebla señala al respecto: “Los teóricos de la SEP se inspiran en filosofías y visiones antimodernas, no democráticas; no hay un posible contacto entre la educación moderna y la educación que propone la SEP, son totalmente antagónicas, contradictorias la una con la otra”.
Por supuesto que el problema no es evitar lecturas, al contrario, deberían hacerse todas las posibles, el fondo del asunto es el de la determinación ideológica, el intento de establecer que la 4T tiene ya una categoría histórica sólo porque así lo decretaron desde Palacio Nacional.
Todo, por supuesto, es más complejo, y por ello es por lo que las señales de alarma sobre los cambios que se están implementando en la SEP deben de significar respuestas adecuadas de la comunidad educativa y de los padres de familia.
Después de todo, muchas de las barbaridades destructivas impulsadas por quienes gobiernan pueden tener arreglo en los próximos años, en cambio, el engaño y la mala calidad educativa se roban un bien muy preciado que es el del tiempo de los niños. Por eso la formación básica es tan relevante en todo el mundo, y se evita que los aventureros y los demagogos se apoderen de ella.
Esto lo sabía Marx, quien es uno de los pensadores más prodigiosos y profundos de la historia. Nunca habría aceptado la improvisación sobre el rigor, y como no lo hizo, escribió lo que escribió, con todas sus luces y también con sus sombras, algo que ya debería de estar claro a estas alturas.
Y pues sí, cada quién su Marx, porque hay muchos y que implican lecturas diversas. El que ahora recorre los pasillos de la SEP, es el que se aleja de la curiosidad por conocer el mundo y encontrar sentido en ello.
Más bien lo que impera es una visión sectaria del presente, algo que debería estar desterrado de las aulas y más aún de las que se financian con recursos públicos, espacios donde tendrían que imperar las prácticas pedagógicas que eduquen para la democracia y no que veneren un pasado que estalló por los aires.
@jandradej
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