EMEEQUIS.- Un espanto. Las autoridades tuvieron desde el 17 de mayo, el tiempo suficiente para hacer el trabajo de inteligencia y prevención que evitara el asesinato de José Alfredo Cabrera, candidato del PRI, PAN y PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez.
Momentos antes de subir al estrado, para pronunciar su mensaje de cierre de campaña, un sicario le disparó, por la espalda, dos tiros a la cabeza. Los escoltas del candidato mataron en el lugar al asesino.
Falló el esquema de seguridad en el que también participaron elementos de la Guardia Nacional, los que no pudieron evitar el ataque.
Se suele decir que las sentencias de muerte que emite el crimen organizado, por los más diversos motivos, son inevitables, pero no es así y, sobre todo, no tiene que ser así.
En efecto, 12 días antes del ataque, se encontró, en la batea de una camioneta el cuerpo desmembrado de Aníbal Zúñiga, aspirante a regidor en la planilla de Cabrera.
Era evidente que grupos del crimen organizado estaban ya actuando para definir, por la violencia, el futuro político de esa región guerrerense.
¿Se analizó el problema? ¿Se estableció el nivel de riesgo en que se encontraba la ahora víctima? ¿Se dispuso de un esquema de seguridad para los actos de campaña?
Sospecho que no se trabajó en esos aspectos, porque lo que priva es la improvisación y la displicencia.
En Coyuca de Benítez las cosas no irían sino a empeorar, pero como priva en las autoridades una suerte de pensamiento mágico, optaron por la rutina: no hacer nada o casi nada, y, para colmo, mal.
Es más, ni siquiera en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tienen claro cuántas muertes violentas relacionadas con la elección son las que hay que sumar en el país.
La secretaria Rosa Icela Rodríguez afirmó que son 22 los fallecimientos que hay que lamentar, pero las organizaciones de la sociedad civil ya cuentan a 32.
En Guerrero ya son siete los homicidios relacionados con las campañas y la disputa por el poder, mientras en Chiapas son cinco. Le siguen Michoacán y Jalisco, con tres casos cada uno.
Pero la gravedad del problema se muestra en el ambiente de zozobra en el que se tuvieron que desarrollar las campañas en tierra, donde ninguna formación partidista estuvo segura, ya que los atacantes no distinguen de colores políticos, amenazan y matan por intereses concretos.
Señales de alerta las había. Los partidos de oposición hasta presentaron un mapa de riesgos, sección por sección, a lo largo de las cinco circunscripciones electorales y lo entregaron a los consejeros del INE.
Hay múltiples estudios de consultoras en seguridad que vienen advirtiendo de los riesgos de una acción criminal cada vez más violenta.
El 28 de mayo, Integralia presentó su reporte previo a los comicios y ahí se señala que el aumento de la violencia política respecto al 2021 es de 150 % y que, de mantenerse el promedio diario de ataques, que es de 2.8, se podrá culminar, tristemente, con 760 víctimas de diversas situaciones, las que en ocasiones culminan con el asesinato.
En Guerrero los ciudadanos están hartos ante un horizonte sombrío. El presidente estatal del PRI, Alejandro Bravo, lo expresó con claridad: “estamos cansados de sacar posicionamientos y posicionamientos cada vez que un compañero o compañera de cualquier partido sufre una desgracia o un atentado.”
La misión de observación de la OEA emitió un mensaje de condolencias y de preocupación. Señalaron en X que ellos “confían en que la participación y la movilización ciudadana vencerá al temor y la violencia el próximo domingo. El voto de las y los mexicanos importa.”
Horas antes de este mensaje, los observadores se reunieron con integrantes del gabinete de Seguridad, entre ellos las secretarias de Gobernación y Seguridad Ciudadana y los jefes de las Fuerzas Armadas. Es probable que las autoridades mexicanas les hayan presentado a los visitantes un escenario que solo existe en la realidad paralela de los otros datos, los que suelen ser desmentidos con la brutalidad criminal que se ha hecho cotidiana.
El daño ya está hecho, pero aún faltan las votaciones y es ahí donde los criminales también pueden incidir, como en Sinaloa y Michoacán, por señalar los estados donde su operación resultó más descarada.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Llegó la hora para el INE. Es importante que, más allá de las diferencias, el consejo muestre su larga tradición profesional y democrática.
@jandradej