¿Qué encuestadoras tomó en cuenta Xóchitl? Análisis de Julián Andrade.
CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– A las encuestas les fue bien respecto a la predicción de ganador de la contienda electoral. La mayoría estableció que Claudia Sheinbaum sería la triunfadora, aunque los rangos de su victoria fueron diversos, porque se subestimó el voto por Morena, debido a modelos y ajustes que se hicieron ante la referencia del 2021. Es decir, existieron imprecisiones, pero no errores.
En ese rango estuvieron MetricsMX, Consulta Mitofsky, De las Heras Demotecnia, TR Research, Mendoza Balco y Asociados, Reforma, Enkoll, Indemerc, entre otras.
Hay dos casos que se cuecen aparte y que importan no sólo por su nivel de desacierto en un caso y de error en el otro, porque causaron, en alguna medida, la ilusión óptica de la que habla Jesús Zambrano, el líder del PRD, la que hizo creer que Fuerza y Corazón por México resultaría más competitiva.
Me refiero a México Elige, que hace las encuestas en Facebook, y a Massive Caller, que las realiza telefónicas por medio de un robot y con un rechazo de 95%.
Para mayo, México Elige estimó una elección cerrada, pronosticando un 47% para Claudia Sheinbaum y un 42.8 % para Xóchilt Gálvez. Massive Caller mostraba que la senadora con licencia alcanzaría un 44.6% y que la exjefa de Gobierno se quedaría en 42.5 %.
Los resultados del PREP del INE señalan que un 59.3% sufragó por Sheinbaum y un 27.9% lo hizo por Gálvez.
Los expertos señalan que las mediciones en Facebook son poco confiables y las realizadas por robot en llamadas telefónicas ni siquiera deben ser tomadas en cuenta, aunque a veces lleguen a atinar a los resultados que es muy distinto de pronosticarlos.
Ambas incumplen principios básicos del muestreo probabilístico y no son representativas de la población.
Me recuerda aquella anécdota, quizá ficticia, del boxeador que al sonar la campana y en la esquina recuperándose, le pregunta a su entrenador sobre cómo va el combate y este le responde, “en la radio vas bien, porque el locutor es mi amigo, pero en la televisión sí te están dando una paliza”.
Recapitulando, como señala Vicente Licona de Indemerc, que difundió en sus estudios que desde diciembre no existieron ajustes de importancia en las estimaciones de preferencia del voto. La aspirante de Morena siempre estuvo a la cabeza y sin mayores sobresaltos.
Lo interesante es que en la narrativa de la campaña de Gálvez parecía que existían otros datos, los que provenían de México Elige y de Massive Caller.
Lo interesante sería dilucidar si su utilización correspondió a una estrategia de propaganda, lo que es razonable, o se lo creyeron y eso sí permite intuir porqué ocurrió lo que ocurrió.
Es decir, en el entorno de la candidata, donde hay personalidades de gran talento, seguramente estaban leyendo lo que decían las encuestas que se realizan bajo la metodología adecuada y tenían que saber que todo era cuesta arriba; el misterio es que no se hicieron, o no resultaron notorios, ajustes en la propia campaña.
Si le creyeron a México Elige el error es de consideración, inclusive política, porque los resultados en las urnas están poniendo en riesgo al orden constitucional mismo.
Insisto, las encuestas son una herramienta de gran utilidad y revelan tendencias que permiten anticiparse a los peores escenarios.
Para nada creo que los resultados en cuanto al ganador habrían variado mucho, pero sí existía la posibilidad de no llegar a la catástrofe que está significando, para la oposición, el triunfo arrollador de Morena y sus aliados.
Es más, no sería extraño que el anuncio adelantado que hizo Gálvez respecto a su supuesto triunfo haya estado basado en las confusiones que provenían de información de baja calidad.
Licona, al reflexionar sobre el contexto, en charla con La Crónica de Hoy, señala que quizá ya era difícil mostrarle la realidad a Gálvez, “si una parte del equipo de campaña prefería empujar a la candidata hacia la creencia de que se acercaba cada vez más a la morenista.”
Ojalá algún día expliquen cuáles fueron los insumos con los que se contaron para plantear la estrategia, porque resulta evidente que no funcionaron.
Y esto no demerita a Gálvez, al contrario, fue una gran candidata que dio, y sigue dando la pelea de modo meritorio, e inclusive regresó al Senado con ese propósito, pero sería absurdo seguir bajo las distorsiones de lo que fue una ilusión que, aunque parezca paradójico, pudo crearse desde Facebook.
@jandradej