CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– La instrucción ya fue dada. El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, se dedicará a fustigar y a presionar a diputados locales de los estados del país en los que Morena y sus aliados no tienen mayoría.
El objetivo es doblar al PAN y a Movimiento Ciudadano, para que se establezca el mensaje de que en las entidades del país se respalda la prolongación de la utilización de la Armada Permanente en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
Inclusive se “exhibirá” a los diputados que voten en contra, para que “el pueblo esté enterado”.
Se utiliza una trampa narrativa, al señalar que quien está en contra de la disposición no quiere al Ejército, cuando en modo alguno es así. Pero ya se sabe, en las guerras y en la política, el inmediato daño colateral es el de la verdad.
Si bien la reforma ya alcanzó los 17 congresos que requería para validarse constitucionalmente, faltan estados muy relevantes como Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Aguascalientes, Yucatán Guanajuato, Chihuahua, Coahuila y Durango.
El presidente López Obrador es experto en aprovechar las coyunturas y en esta le puede propinar un buen golpe a las dirigencias nacionales de los partidos opositores y a sus grupos parlamentarios.
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El trofeo que quiere alzar el presidente López Obrador es uno que diga que “ni en sus estados les hacen caso”.
Ahora bien, la oposición está en posibilidad de demostrar que cuenta con la entereza suficiente para no caer en el chantaje y mucho menos para creerse el cuento de que votar en contra significaría dejar a la ciudadanía desprotegida.
Para nada es así, porque el gobierno federal, aunque sea renuente a aceptarlo, tiene responsabilidades y una de ella es combatir los delitos de delincuencia organizada. Las Fuerzas Armadas, por lo demás, son institucionales y tampoco entrarían a un juego tan peligroso como sería dejar al garete a poblaciones enteras. Brindar seguridad a la ciudadanía es una obligación de cada uno de los niveles de gobierno y no una cortesía.
Quitando a Miguel Riquelme de Coahuila y a Esteban Villegas de Durango, porque seguramente acatarán las instrucciones de Alejandro Moreno, el líder del PRI, para respaldar la reforma, y donde el duranguense está “maravillado” con el secretario de Gobernación, sería interesante observar cómo actúan otros mandatarios en lo que respecta a la influencia y mando que tienen sobre las bancadas legislativas de sus partidos.
Los malos modos de López Hernández son los que pueden animarlos a actuar en el sentido de sus convicciones y las de sus partidos en la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Los ataques cotidianos han ido minando las posibilidades de entablar relaciones provechosas y sin dobleces.
Tres casos son centrales en la historia que está por escribirse. Diego Sinhue Rodríguez, Enrique Alfaro y Samuel García. El guanajuatense, el jalisciense, y el regiomontano son atacados un día sí y otro también por el titular de la política interna o por el presidente de la República.
Saben que la reforma no ayuda en nada en la consolidación de policías civiles y además padecen altos índices delictivos en sus entidades, cifras que tienen que ver, también, con la estrategia fallida de la 4T en el ámbito de la seguridad.
Es en ese aspecto, donde liderazgos como los del queretano Mauricio Kuri, también pueden enviar un mensaje de importancia y al que se podrían sumar Maru Campos desde Chihuahua y María Teresa Jiménez en Aguascalientes. El yucateco Mauricio Vila ha mostrado que no quiere problemas ni confrontaciones y seguramente actuará en consecuencia.
Si Movimiento Ciudadano y el PAN votan en conjunto, pueden establecer una narrativa que políticamente sería potente. No pueden revertir lo ya decidido, pero sí están en posibilidad de dejar constancia de que ellos actuaron de otra forma, lo que sin duda puede abonarles en el futuro.
Además, sería un aliciente en un momento delicado, ya que empiezan las presiones relacionadas con la Reforma Electoral, donde, hay que decirlo con claridad, sí está en la balanza todo el sistema que se construyó a lo largo de décadas. Es un momento en que tomar o no tomar decisiones tendrá consecuencias irremediables.
Días interesantes los que están por venir.
@jandradej
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