Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.- A unos meses de terminar el sexenio, el gobierno federal ha dejado sin gastar más de 57 mil millones de pesos destinados a salud en el primer semestre de 2024. Esta cifra no solo es alarmante, sino que refleja nuevamente una falta de compromiso en uno de los temas más sensibles para el bienestar de la población.
En el reciente informe presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se revelaron datos inquietantes sobre cómo se está manejando el presupuesto destinado a la salud en nuestro país.
Este dinero, que representaría un alivio para millones de familias, permanece inerte mientras los hospitales enfrentan carencias y la población sufre las consecuencias.
LOS RECORTES DE SALUD
Uno de los aspectos más graves es que se da en un contexto de desmantelamiento de la Secretaría de Salud (SSA) para priorizar el recién creado IMSS-Bienestar. Esto se refleja en un recorte de casi 29 mil 933 millones de pesos en la SSA, una reducción de 32.6% del monto originalmente aprobado por la Cámara de Diputados.
Los principales programas de la SSA afectados por los recortes son:
- Atención a la salud: -20 mil 130 millones de pesos (-41.1%)
- Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud: -2 mil 554 mdp (-97.1%)
- Programa de vacunación: -8 mil 931 millones de pesos (-63.7%)
- Salud materna, sexual y reproductiva: -700 millones de pesos (-25.4%)
- Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes: -164 millones (-18.6%)
Las implicaciones de estos recortes se extienden aún más cuando examinamos el caso del ISSSTE, donde se han detectado recortes en varios programas. Las provisiones para el Programa de Fortalecimiento del ISSSTE se han reducido en su totalidad, con un recorte de 2.2 millones de pesos, lo que equivale al 100% de su presupuesto.
Además, el Suministro de Claves de Medicamentos, esencial para garantizar que los derechohabientes del ISSSTE reciban los medicamentos que necesitan, ha visto una disminución de 361 millones de pesos, lo que representa un 2.5% de recorte.
Por otro lado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual seguirá encabezado por Zoé Robledo en el sexenio de Claudia Sheinbaum, también ha sido objeto de recortes que no pueden pasar desapercibidos.
El presupuesto destinado a la Prevención y Control de Enfermedades ha sido reducido en 816 millones de pesos, una disminución del 9.5%. Asimismo, los Programas de Adquisiciones, importantes para mantener el funcionamiento operativo del IMSS, han sufrido un recorte de 252 millones de pesos, lo que equivale al 3.2% de su presupuesto.
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Además, se ha reportado un recorte del 25.6% en el ramo “Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios”, proveniente del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA). Estos recursos, que se transfieren desde la federación a los estados para apoyar sus sistemas de salud, han sido drásticamente reducidos.
Esta decisión estaría vinculada directamente a la operación del IMSS-Bienestar, que ahora recibirá recursos públicos de los estados con los que tiene convenio. Es decir, en lugar de ayudar a los estados a fortalecer sus sistemas de salud, se está centralizando el control y operación de los recursos en un solo organismo nacional.
Respecto a IMSS – Bienestar, recibe un incremento de 68 mil 548 millones de pesos. Cabe mencionar que el programa La Clínica es Nuestra, con el que se busca entregar recursos públicos a comités para la mejora de centros de salud, aparece oficialmente en el presupuesto 2024. Cuenta con un monto de 6 mil 532 millones de pesos.
LOS SUBEJERCICIOS
El problema no se detiene con los recortes, sino que se agrava con los subejercicios. El gasto de salud en general, contemplando a diversas dependencias y ramos, presenta un subejercicio de 57 mil 587 millones de pesos. Este fenómeno afecta principalmente al IMSS-Bienestar, al ISSSTE y al propio IMSS.
Por ejemplo, el IMSS-Bienestar presenta un subejercicio de poco más de 9 mil millones de pesos. Prácticamente todos los programas a su cargo presentan presupuesto sin ejercer:
- Atención a la salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral: – 5 mil 071 millones de pesos (-12.3%)
- Atención a la salud de personas sin seguridad social : -2 mil 820 millones de pesos (-10.7%)
- Atención a la salud en Centros y Hospitales Regionales de Alta Especialidad: – 672 millones de pesos (-18.5%)
En el caso del ISSSTE, encabezado por Bertha Alcalde Luján, se detectó un subejercicio de 15 mil 207 millones de pesos, lo que equivale a prácticamente una tercera parte de su presupuesto sin ejercer (-32.4%). Los principales programas afectados incluyen el Programa de Adquisiciones, con un subejercicio de 1 mil 787 millones de pesos (-92%), y los Proyectos de Infraestructura Social, que han dejado de gastar 2 mil 671 millones de pesos (-54.9%).
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también enfrenta un subejercicio preocupante de 32 mil 575 millones de pesos. Los programas más afectados incluyen la Atención a la Salud, que no ha ejercido 14 mil 179 millones de pesos (-8.9%), la Prevención y Control de Enfermedades, con un subejercicio de 843 millones de pesos (-22.9%), y las Actividades de Apoyo Administrativo, que han dejado de utilizar 10 mil 526 millones de pesos (-22.4%).
Finalmente, la Secretaría de Salud (SSA) no está exenta de esta problemática. Los programas de Salud Materna, Sexual y Reproductiva han dejado de gastar 132 millones de pesos (-36.9%), y los Proyectos de Infraestructura Social de Salud han presentado un subejercicio de 78 millones de pesos (-31.1%).
Es increíble la falta de rendición de cuentas, desde el Dr. Jorge Carlos Alcocer, Secretario de Salud, Zoé Robledo, titular del IMSS, Alejandro Calderón Alipi, el titular del OPD-IMSS-Bienestar, hasta Bertha Alcalde Luján, titular del ISSSTE. Todos ellos tienen la responsabilidad de garantizar que los recursos destinados a la salud se utilicen de manera efectiva para beneficiar a los mexicanos.
Sin embargo, lo que más sorprende es la apatía mostrada por el Congreso, especialmente por las Comisiones de Salud, actualmente lideradas por el diputado Emmanuel Reyes y la senadora Margarita Valdez Martínez. Salvo casos honrosos como el del diputado Éctor Jaime, el silencio de los legisladores ante estos hallazgos y las múltiples quejas del sector es ensordecedor.
La situación actual del sistema de salud es un llamado de atención sobre cómo se están haciendo las cosas y el papel que juegan nuestros legisladores. Más que solo crear y cambiar leyes, se espera que estén ahí por nosotros, levantando la voz y buscando cómo solucionar los problemas reales que enfrentamos. Sin embargo vemos que están más en sintonía con el Presidente, quien dice que estamos a punto de ser Dinamarca, que con la gente que los puso ahí.
Y no parece que esta situación cambie en el siguiente sexenio.
@Juan_OrtizMX