CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Xóchitl Gálvez sí cuenta con el apoyo de los tres partidos que la postularán a la Presidencia de la República. La valoración que hacen en sus dirigencias es que cuentan con una aspirante que puede crecer en las preferencias, que es disruptiva y tiene el apoyo de organizaciones de la sociedad civil que han estado activas en la defensa del INE y la democracia.
Un Plan B solo existe en la fantasía, ya que sería absurdo echar por la borda todo lo que se ha conseguido y con una participación ciudadana sin precedentes, ya que es la primera vez que los partidos abrieron la selección de su abanderado principal.
También saben que las posibilidades de éxito radicarán en la acción territorial del PRI, PAN y PRD. Tienen ejemplos recientes sobre aciertos y errores, donde las postulaciones en alianza tuvieron un buen desempeño, pero también documentaron el costo de ir separados.
Un abrevadero de enseñanzas es la elección del 2021, donde inclusive se habría podido arrebatar la mayoría a Morena con la participación de Movimiento Ciudadano y si se hubiera evitado la intromisión de gobernadores que jugaron chueco.
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Nadie obvia los problemas de configuración del equipo que trabajará de modo directo con la coordinadora del Frente Amplio por México (FAM), pero ese es un espacio que determinará la propia Xóchilt Gálvez, tratando, en todo momento, de reducir los márgenes de error.
Por lo pronto, la senadora anunció que se suman a su proyecto, como vocerías, Margarita Zavala y Josefina Vázquez Mota, una suma de experiencia de dos mujeres que, además, fueron candidatas a la Presidencia, la primera de modo efímero como independiente y la segunda en una contienda en la que observó la llegada de Enrique Peña Nieto y la continuidad en el ascenso de López Obrador que, en los hechos, era la antesala de lo que ocurriría con posterioridad.
También participará el senador Emilio Álvarez Icaza, integrante del Frente Cívico y uno de los impulsores centrales del procedimiento que llevó a la designación de Gálvez luego de foros temáticos y encuestas en las que participaron, en la recta final, Santiago Creel, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid.
La idea es contar con políticos probados para enfrentar las andanadas que seguramente surgirán y para colaborar en que no sea la coordinadora del FAM quien tenga que salir al paso de las intrigas, como hasta ahora ha ocurrido.
El vértigo de estos días hace que se olvide que Gálvez lleva en su búsqueda de la Presidencia de la República poco más de cuatro meses, si se toma como parteaguas el 12 de junio, cuando le impidieron la entrada a la conferencia mañanera, a pasar de que contaba con un amparo para ello, donde el juez séptimo de distrito en materia civil de la Ciudad de México ordenaba que se le diera derecho de réplica, algo que en Palacio Nacional incumplieron.
Pero más se estrecha el periodo de actividad, si tomamos en cuenta que apenas el 3 de septiembre la también senadora recibió, en el Ángel de la Independencia, la constancia que la acredita como la coordinadora frentista.
Otro aspecto será el planteamiento general de la próxima campaña, la que comprende nueve gubernaturas, la renovación de la totalidad del poder legislativo y múltiples alcaldías.
Ahí los partidos, por necesidad, tendrán la responsabilidad de lograr candidaturas adecuadas que ayuden al impulso de la presidencial, pero sobre todo que añadan activos a la búsqueda del voto ciudadano.
La integración del poder legislativo es estratégica. En lo que respecta al Senado, los análisis en el Frente Amplio indican que se puede lograr un grupo parlamentario poderoso y que en los hechos signifique ya no sólo contener, sino estar en posibilidades de modificar mucho de lo que no ha funcionado.
La Cámara de Diputados, su integración es del mayor relieve, porque lo que se busca, como prioridad, es obtener la mayoría para detener la aprobación caprichosa del Presupuesto e inclusive las trampas que se suelen montar por medio de cambios a leyes secundarias para en los hechos hacer inoperante la Constitución, como ocurrió con el tema de la militarización de la Guardia Nacional que al final rechazó la Suprema Corte.
Sí, hay mucho que hacer, pero en el FAM están trabajando en ello, porque saben todo lo que está en juego.
@jandradej
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