¿Sirvieron de algo las medidas cautelares contra el presidente? Análisis de Julián Andrade.
CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Terminaron las campañas. Fueron 90 días de vértigo en muchos sentidos.
Tres meses de proselitismo, pero varios más si añadimos los mecanismos de Morena y del Frente Amplio por México para designar a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
La cancha no ha sido pareja, el presidente López Obrador no dejó de intervenir en favor de su candidata e inclusive en las vísperas del periodo de veda, este miércoles, celebró la disminución de la pobreza laboral, de acuerdo con el Coneval. Los datos muestran que se pasó del 37.7 al 35.8%.
Es buena noticia, en efecto, pero el gobierno y sus funcionarios tienen prohibido hablar de logros durante el periodo de las campañas.
Así es el modelo de comunicación política, que, conviene insistir, se elaboró en base a las exigencias del PRD, donde militaba el ahora titular del Ejecutivo, luego de las elecciones de 2006.
El presidente López Obrador pudo esperar unos días para hacer el comentario, o dejar la celebración del asunto a su candidata.
Pero este solo es un ejemplo menor y quizá hasta discutible. El problema se centra en las 50 medidas cautelares advirtiendo que se está violando la legalidad.
Por desgracia, estas advertencias son como llamados a misa, y no le quitan el sueño a nadie en Palacio Nacional y mucho menos en Morena.
A estas alturas habrá que aceptar que la autoridad electoral no tiene las herramientas necesarias contra un presidente de la República que insiste en inmiscuirse en las campañas.
Esto es una realidad que merecería una reflexión para cambios en la legislación en el futuro, si es que la coyuntura lo permite.
El titular del Ejecutivo sabe que no pasará nada relevante. En el INE y luego en el Tribunal Electoral le ordenarán a su equipo, si acaso, que se borre la referencia de la conferencia que, de todas maneras, ya ocurrió.
Es como tapar un pozo con niño ahogado, a sabiendas de que al siguiente día ocurrirá algo semejante.
Y no se trata de un asunto de coartar la libertad de expresión, sino de que quienes tienen el poder se sujeten a los límites que están estipulados en la Constitución.
Quizá el modelo de comunicación política ya no es funcional, pero se le debe respetar mientras subsista.
Otra variable es la utilización de los programas sociales, como zanahoria y garrote para una población a la que se le insiste que un triunfo de la oposición implicaría la cancelación de los beneficios.
Esta vez no habrá medallas de buen comportamiento, como las que el propio López Obrador le colocó a su antecesor, Enrique Peña Nieto al sostener que “no se metió en las elecciones”.
Un asunto engañoso, porque, en efecto, no hizo nada incorrecto en lo que respecta al propio López Obrador, pero lo que sí se urdió, consistió en desatar una campaña de persecución, desde la PGR, contra el aspirante del PAN, Ricardo Anaya, quien pasó más tiempo en estrategias de defensa legal que de marketing electoral.
¿Cuánto ayudó Peña Nieto a López Obrador? Es difícil saberlo, pero alcanzó para que el exmandatario no sea denostado ni perseguido.
El pasado no se puede cambiar, pero no hay que escatimar en los análisis sobre el significado que esto tuvo en los resultados de la elección de 2018 y, sobre todo, en la conformación de las legislaturas.
En esa misma lógica se tendrá que ponderar lo que ya ocurrió antes del voto, los efectos que esto pudiera eventualmente tener, pero sobre todo lo que habrá que hacer para que no se repita.
La calidad democrática de una contienda se mide en su conjunto.
Más allá del resultado en las urnas, se antoja difícil que, respecto a la calificación de la contienda y su validez, el Tribunal Electoral no ponga en blanco y negro el daño que causaron a la equidad las arengas matutinas del presidente López Obrador.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Observadores electorales, acreditados ante el INE, darán a conocer, este jueves, hallazgos previos a las votaciones del domingo. Han recabado denuncias sobre la compra y coacción del voto, intimidación y otras prácticas instrumentadas desde esferas de gobierno que “transgreden lo que debería ser un proceso transparente y ponen en riesgo el respeto a la decisión de los ciudadanos en las urnas”.
Agrupados en México Vigila, hay que estar atentos a los que te tengan que decir.
@jandradej