Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.– Como cada 31 de enero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informa de los ingresos y gastos federales realizados el año anterior. En general, este 2022 estuvo marcado por ingresos extraordinarios, un amplió déficit y grandes modificaciones al presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados.
Sobre este último punto, el gobierno federal realizó ajustes, entre ampliaciones y reducciones, por un monto de más de 436 mil millones de pesos. Para dimensionar esa cantidad, es equivalente a:
– 1.1 veces el presupuesto de la Secretaría de Educación
– 2.3 veces el presupuesto de la Secretaría de Salud
– 23 veces el presupuesto del INE
Gran parte de esas modificaciones presupuestales tienen dos beneficiarios. Son las Secretarías de Energía y Turismo. Ambas están encargadas de las principales obras del sexenio: La Refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
Elaboración propia con datos de Transparencia Presupuestaria
Otros ganadores son la Secretaría de la Defensa Nacional, encargada de formar la Guardia Nacional, así como proyectos prioritarios como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto de Tulum. Además del Instituto Mexicano del Seguro Social, que está a cargo de implementar IMSS Bienestar.
Esto es a grandes rasgos una visión general de dichos cambios. Porque, a lo largo del año, cada dependencia también realiza modificaciones internas, sin mayor explicación. Si bien es necesaria cierta flexibilidad en el presupuesto, lo cierto es que tiene amplia discrecionalidad.
Un caso es la Secretaría de Salud.
A esa dependencia le fue aprobado un presupuesto de casi 194 mil millones de pesos. Pero en 12 meses realizó muchas modificaciones, además de generar subejercicios. En total fueron 9 mil 872 millones de pesos que no fueron gastados. Es alrededor del 5%. Puede resultar poco, pero en una inspección más minuciosa podemos encontrar recortes y subejercicios del:
- 75% en el programa de vacunación.
- 30% en el programa de salud materna, sexual y reproductiva
- 74% al Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia
- 41% a la compra de medicamentos y productos farmacéuticos
Elaboración propia con datos de Transparencia Presupuestaria
Entonces surgen dudas como: ¿Si el gobierno federal obtuvo ingresos extraordinarios, por qué salud no fue uno de los beneficiarios? ¿Ya no se necesitan más vacunas? ¿Ya no se necesitan más medicinas? ¿Por qué Dos Bocas y Tren Maya necesitan más dinero de lo pidió el gobierno federal en un principio?
La respuesta a esas preguntas tendría que ser exigidas desde la Cámara de Diputados. En la Constitución Política, la fracción IV del artículo 74, señala claramente su facultad para aprobar el presupuesto federal previo “examen, discusión y, en su caso, modificación”. El artículo VI del mismo artículo le confiere el poder de revisar la Cuenta Pública, es decir, los resultados de la gestión de cada año.
En pocas palabras, uno de los principales trabajos de tus diputadas y diputados es revisar los pesos y centavos de cómo se gastan tus impuestos. Pero es la tarea más olvidada. Solo se retoma en la discusión anual de cada proyecto de presupuesto. Cada comisión legislativa elabora su opinión técnica del mismo, es enviada a la Comisión de Presupuesto a fin de ser considerada en el dictamen. Este se discute durante horas y finalmente se aprueba tras una maratónica sesión.
La revisión de la Cuenta Pública es un caso similar. La Auditoría Superior de la Federación realiza tres entregas de informes del mismo a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados. Luego elabora los análisis respectivos para enviarlos a la Comisión de Presupuesto. Se elabora el dictamen, se discute sin mucha polémica y también es aprobado.
Resulta lamentable, porque la Cámara de Diputados recibe informes técnicos de forma periódica de los ingresos y gastos del gobierno federal. Pero es raro ver a una comisión realizar una opinión técnica, o que cite a comparecer a servidores públicos. Tampoco vemos a la mayoría de los diputados usar sus propias redes sociales para exigir cuentas a los funcionarios federales sobre el manejo de los recursos públicos.
Cada año, el presidente realiza movimientos de miles de millones de pesos sin que nadie lo vigile. ¿Dónde están los diputados?
@Juan_OrtizMX
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