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¿Y el gobernador Fayad? Así estuvo la ruptura y la reconciliación forzada en Hidalgo

Tres veces buscó Carolina Viggiano la candidatura al gobierno de su estado por el PRI y hasta la cuarta ocasión la obtuvo, pero a través del PAN, mediante una operación que dejó fuera de la jugada al gobernador Omar Fayad.

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EMEEQUIS.– Antes de subir al ring electoral, el PRI y Morena llegan con golpes internos que pueden determinar el curso de la batalla por la gubernatura de Hidalgo. El primero, con la intención de extender seis años más su mandato y, con ello, acumular cerca de un siglo de gobiernos del mismo signo partidista. 

El segundo, en busca de romper con ese bastión del priísmo y extender el avance de un proyecto que, aunque en esta entidad lo lideran diversos grupos escindidos del PRI, apela a los réditos de la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador.   

La designación de precandidatos en los dos partidos –Carolina Viggiano Austria (PRI-Va por Hidalgo) y Julio Menchaca Salazar (Morena)– dejó fracturas marcadas por la inconformidad de quienes no fueron favorecidos, como el pleito público entre el gobernador Omar Fayad Meneses y el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, por un lado, y, por otro, la salida del cantante Francisco Xavier Berganza de Regeneración Nacional, quien ahora contenderá por Movimiento Ciudadano. 

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Ambos partidos, además, con grupos con longevo historial político y de posiciones en el poder, que actuarán en esta sucesión. En el PRI, desde el exsecretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, quien impulsó la candidatura de la senadora Nuvia Mayorga Delgado, hasta los clanes que heredaron el poder de cacicazgos, como la familia Rojo Lugo y los Viggiano, sin dejar de lado al exgobernador Francisco Olvera, al propio Omar Fayad y los grupos regionales que controlan alcaldías y diputaciones.  

En Morena, desde el delegado de Programas del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, que quedó a la orilla tras la anunciada nominación del senador Julio Menchaca, hasta el Grupo Universidad, liderado por Gerardo Sosa Castelán, recluido en el penal del Altiplano por presunta delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, que se ha convertido en uno de los más incluyentes al interior de Regeneración Nacional, con el mayor control de diputaciones en el ámbito local.   

Si las tendencias del voto se mantienen, el PRI podría perder el poder en uno de sus últimos bastiones, Hidalgo, pero la escuela priísta, casi centenaria, con 93 años de mandatos –desde 1929–, seguirá en el gobierno con uno de sus otrora cuadros.   

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LAS DESIGNACIONES Y LOS QUIEBRES

Tres veces buscó Carolina Viggiano la candidatura al gobierno de su estado por el PRI y hasta la cuarta ocasión la obtuvo, pero a través del PAN, mediante una operación del CEN tricolor que le cedió a este instituto político la postulación de la abanderada de la coalición Va por México, que también integra el PRD. Esto, con la intención de evadir el método de Convención de Delegados, a cargo del Comité Directivo Estatal del PRI, afín a Omar Fayad. 

El intercambio de acusaciones entre Fayad y Alito encendió la llama de la discordia, cuyo pleito se bajó hasta las bases, presionada para tomar partido entre uno y otro. 

Mientras Fayad acusó “traición” a la militancia y un proceso simulado para imponer a Viggiano, Cárdenas señaló al gobernador de entregarse “de rodillas” a Morena, y de querer imponer un perfil “destinado a la derrota”: su exsecretario particular y actual alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto.  

La noche previa al registro de Carolina Viggiano como precandidata de la coalición Va por México, Alejandro Moreno subió una fotografía en la que aparece con el gobernador Omar Fayad Meneses y el líder del priísmo local, Julio Valera Piedras. 

Esta foto fue muy comentada en redes sociales y hasta fue objeto de memes por la expresión de incomodidad de Omar Fayad. Foto: @alitomorenoc.

“El PRI siempre tendrá argumentos para trabajar juntos”, decía el post junto a la imagen que subió a sus redes sociales, en la que las sonrisas de los dirigentes contrastan con el rostro inexpresivo del mandatario, quien denotaba incomodidad. El daño ya estaba hecho entre la militancia, que se confrontó entre sí siguiendo las instrucciones de un grupo y de otro, que pelearon por la candidatura.   

Al registro de Viggiano no acudió Fayad, como sí acudió a los de sus candidatos afines en los dos anteriores procesos electorales, tampoco Félix Soto ni Nuvia Mayorga, pese al cambio de discurso de Alito, que modificó su juicio sobre el gobernador, al que ahora llamó “destacado priísta”, quien, dijo, “gobierna bien y gobierna para todos”, pero la insinuación de diez días atrás de que buscaba “impunidad” de Morena al promover un candidato que no podría competer, y la acusación de “deslealtad” con el priismo por una supuesta relación con Morena ya habían hecho lo suyo.  

Carolina Viggiano y Julio Menchaca coincidieron tres décadas en el PRI. Ambos ocuparon el cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado y fueron diputados locales. En nominaciones, el partido favoreció más a Viggiano, descendiente de una familia que mantiene el control político en el municipio serrano de Tepehuacán de Guerrero desde antes de la segunda mitad del siglo pasado, ya que ha sido diputada federal cuatro veces, además de secretaria de Desarrollo Social, así como de Planeación y Desarrollo Regional de Hidalgo. 

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En 2015, año en el que Viggiano dejó la dirección del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) que le confirió el entonces presidente Enrique Peña Nieto, Menchaca renunció al PRI, del que fue precandidato a la gubernatura en 2005. 

Había buscado la nominación priísta para la alcaldía de Pachuca, que su partido le negó. En 2016 se postuló como independiente a ese cargo y quedó en tercer lugar, detrás del PAN y el PRI, mas las elecciones concurrentes de 2018, en las que López Obrador contendería por tercera vez por la presidencia del país, marcarían el ascenso de su carrera política, al ganar la senaduría para la que fue postulado tras sumarse un año antes al movimiento. 

Así se expresó Alito Moreno de Carolina Viggiano en su registro como precandidata.

FRANCISCO XAVIER, LA BALADA DEL CAMALEÓN

En 2010, una coalición conformada por Acción Nacional, PRD, PT y Convergencia postuló a la entonces exfuncionaria del gobierno de Vicente Fox, Xóchitl Gálvez, como candidata a la gubernatura. La diferencia entre el candidato priísta, José Francisco Olvera Ruiz, y la actual senadora fue de cinco puntos porcentuales, en un proceso marcado por acusaciones relacionadas con posibles delitos electorales, que no prosperaron. 

Gálvez acusó a los entonces senadores Francisco Xavier Berganza (Convergencia) y José Guadarrama Márquez (PRD) de obstruir su candidatura y operar en contra, para beneficio del sistema priista del que ambos habían sido parte: el primero, al apoyar la candidatura de Roberto Madrazo en 2000, y el segundo como cacique en la sierra hidalguense formado al amparo del Revolucionario Institucional, al que renunció tras no ser nominado a la gubernatura en 1999.  

En ese momento, los dos senadores ya habían sido candidatos al gobierno por la oposición: Guadarrama, por el PRD, en 2005, cuando contendió contra Miguel Osorio Chong, y Berganza, postulado por el PAN en 1999, cuando cayó ante Manuel Ángel Núñez Soto. 

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La tesis de Gálvez en ese entonces, cuyo partido ahora es aliado del PRI, era que estos personajes eran simuladores y actuaban en beneficio del poder local, para fragmentar el voto. También acusó que le pidieron prebendas a cambio de apoyarla. 

En 1999, cuando el entonces bloque de izquierdas (PRD-PT-Partido Auténtico de la Revolución Mexicana) impulsaba la candidatura del periodista Miguel Ángel Granados Chapa para gobernador de Hidalgo, estos partidos buscaban sumar al PAN para formar una coalición que hiciera frente al candidato del entonces gobernador Jesús Murillo Karam: Manuel Ángel Núñez. 

Sin embargo, el PAN nacional, controlado entonces por Felipe Calderón, impuso la postulación de Francisco Xavier y dividió el voto. 

Como entró antes a Convergencia, Acción Nacional, Nueva Alianza (que lo nominó como candidato a la alcaldía de Tulancingo en 2011) y el PRI de Roberto Madrazo, Francisco Xavier reapareció, como en la antesala de cada proceso electoral, a la escena pública, protegido por un ala del Comité Estatal de Morena, que lo colocó este 2021 en la primera posición plurinominal de diputados locales y, con el triunfo asegurado, lo hizo coordinador del grupo parlamentario y presidente de la Junta de Gobierno del Congreso. 

Cuando supo, el 12 de diciembre pasado, que no sería considerado para la elección de candidato a gobernador, el cantautor, intérprete de sencillos como “Déjennos vivir”, “Y aquí estoy” y “¿Qué es la libertad?” renunció a Regeneración Nacional e inició el registro como candidato independiente. Al día siguiente, también solicitó licencia como legislador local. 

Su salida, en medio de una confrontación entre el grupo de la dirigencia estatal que lo llevó a Morena, le dio la diputación local y lo promovía para la gubernatura, con el líder nacional Mario Delgado. 

Cuando, el 9 de enero, Movimiento Ciudadano le ofreció su candidatura, había reunido 802 firmas válidas que respaldaran su postulación como independiente, el 1.23% de las 65 mil dos que necesitaba.  

Alejandro Moreno respaldó a Carolina Viggiano en su registro como precandidata. ¿Y Fayad? Foto: @alitomorenoc.

LA FRACTURA, ESPEJO RECIENTE

En 2020, Pablo Vargas González fue candidato de Morena a la presidencia municipal de Pachuca. Gobernaba la capital del estado, desde 2016, el PAN, en una abierta diferencia con el gobernador Omar Fayad. Al inicio del proceso, las tendencias favorecían al morenista. 

Vargas, doctor en Ciencias Políticas, con trayectoria académica en instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), acusó que el Grupo Universidad o La Sosa Nostra, conocido por el control económico y político que ejerce en la Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), aliados de Morena desde 2018, operó en su contra y a favor del priista Sergio Baños, cuyo triunfo validó el órgano electoral local. 

En tanto, Francisco Xavier se mostró en abierta discrepancia tras no obtener esa candidatura, e impugnó el procedimiento. Las inconformidades derivaron en fisuras y derrota, ha sostenido quien también fue uno de los 52 aspirantes a la candidatura de Morena para el gobierno de Hidalgo. 

Por eso, consideró que el precandidato Julio Menchaca debe iniciar la “operación cicatriz” para evitar que la fragmentación beneficie a sus opositores. Además, sostiene que, como afirma pasó hace dos años, el rol del Instituto Estatal Electoral será clave. 

“Con los procesos locales que hemos vivido, se nota claramente una diferencia entre elecciones locales y federales. En las federales hay una clara tendencia de los electores por Morena; en las locales, hay resistencia a respetar el voto, y el organismo electoral (IEEH) ha jugado un papel subordinado del grupo local. 

“Las elecciones de 2022 son locales, por lo que hay que observar y dar seguimiento a todo el proceso político”, remarcó.  

¿Y el gobernador? Foto: @alitomorenoc.

Aseguró que si bien hubo una renovación del Consejo General del IEEH, con tres miembros nuevos, “aún hay visos de imparcialidad”. 

Antes de la fractura en el PRI por la confrontación entre Alito Moreno y Omar Fayad, el académico consideraba que la clave de la elección podría ser el papel del IEEH, “ya que el gobierno local de Omar Fayad ha jugado con un doble rasero y no querrá ser enterrador del PRI, o por lo menos seguir apoyando sus candidatos de manera subrepticiamente y abiertamente” como, asegura, lo ha hecho. 

Sin embargo, la designación de Carolina Viggiano a través de la cesión del procedimiento al PAN, en una operación desde el CEN priÍsta y, con ello, el descarte de Israel Félix Soto, alcalde del municipio de Mineral de la Reforma, cercano a Fayad, viró el escenario dentro del PRI, en pugna abierta.            

@axelchl 

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Áxel Chávez

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